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Renault Megane II RS de segunda mano: CUAC #11

Divertido, dinámico, ágil, potente y barato!

El segmento de los compactos deportivos es uno de los más aclamados por todos aquellos a los que nos gusta disfrutar de las sensaciones deportivas en un coche usable a diario. Si hablamos de compactos deportivos en nuestra sección de coche usado altamente comparable, el Renault Megane II RS de segunda mano era un coche que debía estar. El Megane II fue la primera generación del compacto francés en ser tocado por la varita mágica de la gente de Renault Sport y que logró poner a Renault en la cúspide de los segmento C deportivos.

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Y es que compactos deportivos ha habido muchos y muy variados a lo largo de la historia. Podríamos establecer que la primera década de los 2000 fue un cambio de paradigma dentro del segmento. Con el lanzamiento del Audi S3 con más de 200 CV, se había mutado de los pequeños GTI´s de los 90 a los superGTI´s. Renault se sumó a la corriente y creó el Megane II RS como respuesta a los Golf 4 R32, Alfa Romeo 147 GTA, Ford Focus RS MK2, etc.

Pero sin duda, si hoy estás buscando uno de estos compactos para disfrutar en un tramo de curvas o en un trackday sin atentar contra tu bolsillo, el Renault Megane II RS de segunda mano es una de las mejores opciones. Además, sigues teniendo la versatilidad de un compacto para usarlo a diario. En definitiva, en este artículo te cuento por qué el Renault Megane II RS es un verdadero coche usado altamente comparable. Así como qué debes revisar antes de comprar uno.

RS: pedigrí deportivo

Hay marcas que tienen en el ADN un espíritu deportivo intrínseco. Marcas que con tan solo pensar en algún modelo deportivo de su gama se te esboza una sonrisa en la cara. Ese es el caso de Renault. Las raíces deportivas de la marca se remontan hasta mediados del siglo pasado, cuando Renault comenzó a ofrecer coches con aspiraciones prestacionales de la mano de Amédée Gordini. El primero de todos ellos fue el R8 Gordini de 1964, un coche que sirvió de base para coches de rally y varias copas monomarca.

Otro actor importante que contribuyó a crear la historia deportiva de la marca francesa fue Jean Rédélé. A la edad de 24 años era el propietario de un concesionario Renault en la ciudad de Dieppe. Jean que era un apasionado del automovilismo vio en la competición una herramienta perfecta para generar ventas a través de las victorias. Con ello en mente modificó un Renault 4CV con el fin de iniciarse en los rallys locales. Tras numerosos éxitos en la Mille Miglia y en las 24 horas de Le Mans, en 1955 se decidió a crear sus propios modelos.

Nacía entonces la marca Alpine y con ella su primer modelo, el A106. Como curiosidad, con el nombre de Alpine, Rédélé quería evocar el placer de la conducción de sus coches por una carretera alpina. Tras el A106 llegaría el A108, el que sería el antecesor del legendario Alpine A110. Si por algo se podían caracterizar los coches fabricados por Jean, sin duda era por su imagen deportiva a la par que elegante, por sus prestaciones y por su ligereza. Bajo ese paraguas se fabricarían varios modelos hasta 1995, año en el que desaparecería la marca.

Tras Alpine, llega RS

Aunque oficialmente Renault Sport -de donde vienen las siglas de RS- nació en 1976 de la fusión de los departamentos deportivos de Alpine y Gordini, no fue hasta pasados más de 20 años que Renault lanzó su primer modelo con insignia RS. Pero no se usaron en un coche “cualquiera”. Los franceses estrenaron el nombre Renault Sport en lo que probablemente es uno de los mejores Renault de la historia. Ese no es otro que el Renault Sport Spider, un biplaza ultraligero de motor trasero, diseñado y construido para disfrutar del placer de la conducción.

De hecho, es lo más parecido al Lotus Elise -después del Opel Speedster, que es el mismo coche- que jamás se haya fabricado. Sin duda, el Renault Sport Spider es uno de esos coches del que algún día hablaremos como uno de los grandes clásicos. Tras él, la división de deportivos se centró en versiones prestacionales de los modelos de calle. Llegaron los Clio Sport 172, el descabellado Clio V6 y en 2004 nació el protagonista de hoy, el Renault Megane RS.

Renault Mégane II, un nuevo comienzo

Es fácil mirar atrás hoy en día y darse cuenta de las raíces del Renault Megane II. Si nos vamos a principios de los 2000 y rebuscamos en la gama Renault de por aquel entonces, nos encontraremos con el polémico e incomprendido Renault Avantime. Un modelo del que ya os hablamos como uno de esos grandes olvidados. El caso es que si nos paramos a comparar el Megane II con el Avantime encontraremos grandes similitudes, especialmente en su trasera.

Como ya te estarás imaginando, no es casualidad sino causalidad que esto ocurriera. Si nos remontamos unos años antes, concretamente a 1998, Renault presentó como concept car el VelSatis. Obra del diseñador francés, Patrick Le Quement, el VelSatis Concept era un coche con unas líneas cuanto menos curiosas. La zaga dividida en dos volúmenes y con esa luna curvada era el centro de todas las miradas. Lo que nadie se esperaba en la época es que ese diseño inspirara las líneas del nuevo Megane.

A por el público joven

El primer Megane había sido todo un éxito en ventas, en parte gracias a ofrecer un gran abanico de carrocerías. Sin embargo, habían visto que las más vendidas con mucha diferencia eran las versiones Sedán, hatchback y familiares. Con unas ventas casi testimoniales de las carrocerías descapotable y coupé. Renault, lejos de eliminar esas opciones de la gama, investigó y descubrió que el perfil de comprador de un Megane era el de un adulto más bien maduro que ya no pensaba en coches deportivos.

Renault que por aquel entonces aspiraba a convertirse en una marca referente dentro del público joven y con modelos deportivos compactos, debía de diseñar un coche moderno y rompedor. Y con eso en mente, se tomó la arriesgada decisión de lanzar un coche con un diseño extravagante y controvertido. Al igual que lo hicieron con el Avantime, inspiraron ese diseño en el Concept VelSatis de 1998. Un diseño arriesgado que acabó en éxito y en fracaso al mismo tiempo. Éxito en el Megane, fracaso en el Avantime.

Carlos Tavares fue el encargado final del proyecto de la segunda generación del compacto francés. En 2002 se dio a conocer al mundo en el Salón de París donde su aspecto rompedor caló hondo entre el público y lo convirtió en un éxito. Salió al mercado siendo el primer compacto en obtener 5 estrellas EuroNCAP y con un equipamiento que lo situaba a la cabeza del segmento. Más de 3,1 millones de unidades vendidas en los 7 años que estuvo a la venta hablan por sí solas.

Exterior e interior del Renault Megane II RS

Con las variantes convencionales vendiéndose a un ritmo que casi ni la gente de Renault esperaba, llegó en 2004 la versión más prestacional, el RS. Más tarde hablaremos de lo que había bajo su capó y que lo hacía tan especial. Veamos primero qué es lo que cambiaba por fuera. A diferencia de hoy en día, donde nos hemos dejado llevar por el barroquismo y la inclusión de elementos estéticos superfluos que no hacen otra cosa que sobrecargar la estética de un coche, el Renault Megane II RS introducía pequeños cambios respecto del resto de modelos pero que le hacían sentirse más deportivo.

En el frontal, se montaba un nuevo paragolpes sin la moldura color gris del resto de versiones. Los antinieblas se situaban en los extremos para dar cabida a una toma de aire inferior más grande y eso era todo. Todo real, sin aditamentos ni entradas de aire falsas. En el lateral había más de lo mismo, tan solo destacaban unas llantas de mayor diámetro y las molduras pintadas en color carrocería. Y la trasera se conformaba con un nuevo paragolpes que incrustaba dos salidas reales de escape en posición central.

En el interior tampoco encontramos grandes cambios. Aunque sí que es cierto que la sensación de calidad percibida mejoraba muchísimo en comparación con el resto de modelos de la gama. Los asientos cambian ligeramente para ofrecer una mayor sujeción y además se cubrían completamente en cuero con costuras rojas para enfatizar su carácter deportivo. También se encontraban forradas en el mismo cuero elementos como el volante, el pomo del cambio, la palanca del freno de mano y los paneles de las puertas.

Renault Megane II RS de segunda mano: ¿Por qué es interesante?

Pero no es su estética por lo que el Renault Megane II RS de segunda mano es un coche usado altamente comparable. Una de las cosas que hacen que este coche sea interesante es lo que hay bajo su capó. El motor montado por este compacto deportivo es un bloque de dos litros turboalimentado rindiendo 225 CV con 300 Nm de par. El F4R-T, como se denominaba el motor, pertenece a la familia de motores F de Renault.

Un motor que fue desarrollado en los años 80 y que a lo largo de los años ha ido actualizándose pero sin perder ni una pizca de su carácter. En el Megane II RS fue alabado por aquel que lo probara por el hecho de que ofrecía una curva de par prácticamente plana entre las 2000 y las 5.500 vueltas. Se trataba de un motor muy lleno en todo su rango que te ofrecía potencia de forma incansable allá cuando la necesitaras.

Un chasis acorde con el motor

Pero no solo de un motor potente vivía el Renault Megane II RS de segunda mano. Para digerir toda esa potencia el bastidor tenía que estar a la altura. Y vaya si lo estaba. La gente de Dieppe, sede de Renault Sport, trabajó para que así fuera. Desarrollaron por primera vez en un coche el sistema de suspensión McPherson con mangueta desacoplada. Sin entrar en mucha explicación, la mangueta desacoplada permite tener el centro de giro lo más próximo al centro del neumático, evitando latigazos en el volante al momento de bajar la potencia.

El coche resultante era noble con una respuesta y comportamiento que le hacían estar por encima de sus principales rivales. Al momento de atacar una curva el tren delantero entraba allá donde apuntabas con el volante, pegándose al asfalto como si de una lapa se tratase. Sobrepasando el vértice podías ahuecar el acelerador para descolgar la trasera y redondear la curva sin la preocupación de si te iba a escupir, porque sencillamente no lo iba a hacer.

Y después de salir de la curva, podías ir al gas con contundencia sabiendo que los 225 CV del 2.0 turboalimentado estaban ahí para hacer tus delicias. Es, sencillamente, el perfecto coche escuela. Un vehículo en el que te puedes divertir, con el que puedes ir rápido y con el que puedes conducir al límite sabiendo que no te va a comer. Al fin y al cabo, era uno de los mejores hot hatch de la primera década del siglo XXI, y por algo sería.

Precio del Renault Megane II RS de segunda mano

Y ahora ponte que quieres comprar uno en el mercado de segunda mano. La buena noticia es que fue un coche que se vendió bien, muy bien. Con lo que unidades no te van a faltar en el mercado. La mala noticia es que es un coche que se presta a modificaciones y va a ser muy complicado encontrar uno de estricta serie. Aunque eso nos deja con otra buena noticia. Con la cantidad de piezas aftermarket que hay podrás hacerte un Renault Megane II RS adaptado a tus gustos de conducción.

Los precios oscilan entre los 6.000 euros de las unidades con mayores kilometrajes, hasta los 12.000 de las unidades más cuidadas y más modernas. En la búsqueda de uno de ellos te recomiendo que te armes de paciencia y busques la unidad que mejor cuidada esté. Ten en cuenta que son coches potentes destinados a un uso deportivo y que si no han llevado el mantenimiento adecuado pueden haber sorpresas desagradables.

Por otro lado, sí que son coches bastante fiables y a los que no has de revisar muchas cosas. Más allá de lo que revisarías al comprar cualquier otro coche de segunda mano, claro. Los interiores desgastados es algo que te vas a encontrar casi por seguro ya que era un mal endémico del modelo. También solían pecar de fallo de centralita de airbag, por lo que recomiendo que antes de comprarlo lo lleves a un servicio oficial. Por el resto, puedes estar tranquilo y te estarás llevando un coche de sensaciones auténticas.

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