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Prueba del Aston Martin DBX 2021: ¿estaría orgulloso James Bond?

Bueno, bonito y... muy deportivo, porque barato no es.

Prueba del Aston Martin DBX 2021

Como os podéis imaginar, no todos los días se puede hacer una prueba del Aston Martin DBX 2021. Pero lo cierto es que cada día es más habitual que, si se puede probar un modelo de una de estas marcas deportivas y de lujo, sea un SUV. Y es que fue en el año 2002 cuando Porsche se decidió finalmente a sacar al mercado el Cayenne, un modelo que fue duramente criticado por los fanáticos de la marca pero que la salvó del descalabro económico y supuso un rotundo éxito de ventas.

Pues bien, esa misma estrategia la han seguido muchos otros fabricantes de coches deportivos, ya sea para mejorar sus cifras de ventas, para seguir la moda o para ambas cosas a la vez. Los mejores ejemplos los encontramos en Bentley con el Bentayga 2021, en Maserati con el Levante, en Lamborghini con el Urus, en Ferrari con el futuro Ferrari SUV Purosangue, en Rolls-Royce con el Cullinan… y Aston Martin con el DBX, el primer SUV de la marca de Gaydon.

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Lo mejor de todo es que el DBX no ha sido el primero en llegar, pero cuando lo ha hecho ha revolucionado el segmento con una efectividad, deportividad y diseño espectaculares y muy difíciles de igualar por parte de sus principales rivales. Así pues, y con el coche que nos ocupa hoy ya ubicado en su segmento de mercado, vamos a por la prueba del Aston Martin DBX 2021.

Prueba del Aston Martin DBX 2021

SUV, sí, pero 100% Aston Martin

Es evidente que la belleza es algo subjetivo, pero es innegable que este coche es muy, muy bonito. De hecho, de todos los SUV deportivos que hay actualmente en el mercado seguramente el DBX sea el que logra un mejor equilibrio entre elegancia y deportividad. ¿Cómo lo consigue? Pues muy fácil, adaptando el nuevo diseño de lenguaje de la marca a las proporciones de un coche tan grande y optando por las líneas redondeadas y las curvas de la carrocería como seña de identidad.

Prueba del Aston Martin DBX 2021

Y es que a la hora de fabricar el DBX, Aston Martin ha hecho tabula rasa, pero a la hora de diseñarlo se ha centrado en conseguir que todo el mundo lo pueda identificar como un modelo de la marca de Gaydon. Por delante la parrilla -que por cierto, es la más grande que haya montado nunca antes un Aston- es inconfundible y está flanqueada por dos preciosos y estilizados faros que disponen de tecnología LED. De hecho, en general todo el diseño de la iluminación del DBX es muy minimalista, como vemos en la iluminación diurna o en la tira LED que recorre la parte trasera.

Como decía, en su lateral las líneas de tensión se combinan con las formas redondeadas para dar una sensación de que el Aston Martin de esta prueba, más que estar fabricado, está esculpido. La cintura es muy elevada y hace que el coche luzca aún más musculoso, mientras que las enormes llantas de 22 pulgadas dejan entrever unos discos de freno ventilados y ranurados de 410 mm de diámetro y unas pinzas de 6 pistones.

Dimensiones Aston Martin DBX
Largo 5.039 mm
Alto 1.680 mm
Ancho 1.998 mm
Batalla 3.060 mm
Volumen maletero 632 litros
Altura libre al suelo 235 mm
Altura de vadeo 500 mm

Diseño espectacular, pero también funcional

Lo mejor es que para ventilarlos la marca ha encontrado una solución muy ingeniosa: ¿recordáis lo que os decíamos de la iluminación diurna estilizada? Pues bien, estas ópticas inferiores están abiertas por el centro y cumplen con la función de canalizadoras de aire, un aire que va directo a los frenos delanteros.

Finalizamos el recorrido estático del Aston Martin DBX de esta prueba en su parte trasera, que nuevamente sorprende por su personalidad. En líneas generales el diseño aquí es el mismo que el que vimos por primera vez en el Aston Martin Vantage, pero debidamente adaptado a un coche que, no lo olvidemos, mide 5,03 m de longitud, 1,99 de ancho y 1,68 de alto. Esa adaptación se nota ya desde el pilar C, situado a 45º que tiene una marcada caída hacia el portón del maletero.

Y hablando del portón, en su parte superior se integra un alerón que divide el flujo de aire en dos y lo utiliza, según la marca, para generar carga aerodinámica y a su vez para mantener el cristal trasero limpio. Y para qué engañarnos, la forma que tiene el alerón inferior de cola de pato es chulísima.

De todas formas, lo que en directo llama más la atención es la forma de las ópticas traseras. O más bien de la óptica, en singular, porque como has visto recorre todo el lateral y está completamente iluminada, como marca la tendencia general en los coches de 2021. Ah, por cierto: el parachoques integra dos salidas de escape que, como no podía ser de otra manera, son completamente reales.

Interior del Aston Martin DBX: lujoso y deportivo

Si por fuera el Aston Martin DBX de esta prueba te ha parecido lujoso… espérate a ver el interior. Nuestra unidad luce una configuración espectacular que combina materiales como el cuero y la madera, y además lo hace en unas tonalidades que no dejan indiferente a nadie: piel en color «Wolf Grey» y molduras en madera «Olive Ash».

Como buen SUV que es, tras abrir la puerta tirando de una maneta enrasada en la carrocería, acceder a su interior es pan comido. La posición de conducción se consigue fácilmente gracias a los infinitos ajustes tanto del asiento con costuras especiales como del volante de piel, y una vez acomodados podemos comprobar que absolutamente TODO es de una calidad impresionante.

Prueba del Aston Martin DBX 2021

Hasta los plásticos tienen un tacto agradable. ¿Lo peor? Que ni siquiera Aston Martin se libra de usar el negro piano en algunas molduras del salpicadero… aunque con pedir que te pongan más madera, aluminio cepillado o fibra de carbono se soluciona el problema.

En su interior el protagonismo principal se lo lleva la pantalla central, de 10,25 pulgadas y que, curiosamente, no es táctil. Eso sí, se maneja a la perfección desde la ruleta situada en la parte inferior del salpicadero y cuya posición es muy ergonómica. Pero todavía hay otra pantalla más, que incluso es más grande. Se trata del monitor de 12,3″ que hace de instrumentación digital y que ofrece una enorme cantidad de información.

Tal vez te estés preguntando cómo cambiar de marcha más allá de mediante las enormes levas que encontramos tras el volante. Pues la respuesta la tienes justo encima de la pantalla central. Esos cinco botones son los responsables de arrancar o detener el DBX y de activar el cambio automático de convertidor de par con nueve velocidades.

Aunque parezca increíble, lo mejor de este Aston Martin son las plazas traseras y el maletero

Acostumbrados a que un Aston Martin o bien no tenga plazas traseras o bien no destaque especialmente por su habitabilidad posterior (vale, el Rapide tiene cuatro asientos, pero atrás no es el más espacioso), sorprende y mucho que aquí se pueda viajar con tanta comodidad en las plazas traseras. Como su distancia entre ejes es de un poco más de tres metros, te puedes imaginar que el espacio es enorme incluso en la plaza central trasera.

Por otra parte, estos asientos están situados un poco más bajos de lo habitual, de manera que el espacio para la cabeza tampoco supone un problema para la mayoría de pasajeros. Así pues, no solo disfrutamos de unos materiales de primera calidad, reposacabezas con el logo bordado y funcionalidades como la climatización independiente o tomas USB, sino que encima lo hacemos cómodamente. ¡Cualquiera diría que estamos a bordo de un Aston!

¿Y el maletero del Aston Martin DBX? Pues también es enorme. Sus 632 litros lo hacen situarse directamente entre los mejores de su segmento, y además los asientos se pueden abatir en disposición 20:40:20 para ampliar notablemente esa capacidad.

Prueba del Aston Martin DBX 2021

¡Pon un V8 en tu vida!

El Aston Martin DBX pesa 2,3 toneladas, pero la marca asegura que es un vehículo deportivo. Eso quiere decir que no solo tiene que tener una puesta a punto espectacular, sino que también necesita potencia suficiente. Es por ello que los ingenieros de la marca de Gaydon no dudaron ni un segundo en emplear el motor que ya da vida a los DB11 y Vantage para impulsar a su nuevo SUV.

Ficha técnica Aston Martin DBX
Motor V8 bi-turbo. 3.982 cc
Potencia 550 CV a 6.500 rpm
Par 700 Nm a 2.200 – 5.000 rpm
Peso 2.320 kilos
Aceleración 0-100 km/h 4,5 segundos
Vel. Máxima 291 km/h
Consumo 14,3 l/100 km
Emisiones CO2 325 gr CO2/km

Se trata de un bloque V8 de 4.0 litros y dos turbos de origen Mercedes-AMG que genera una potencia de 550 CV y un par de 700 Nm entre las 2.200 y las 5.000 rpm. Gracias al cambio automático con convertidor de par y nueve relaciones que te comentaba antes, el DBX puede acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,5 segundos. ¡Una auténtica pasada!

Durante la prueba del Aston Martin DBX 2021 nos pareció que aceleraba aún más rápido, porque la posición de conducción de un SUV es elevada y por tanto la sensación de velocidad se incrementa. Por cierto, la velocidad máxima es de 291 km/h, pero uno de los aspectos más sorprendentes de este motor V8 biturbo es que apenas tiene lag. Además, resulta muy destacable su gran estirada a bajo régimen y su atractiva melodía rodando a plena carga de acelerador. En ese sentido su sonido es destacable incluso en parado, ya que es capaz de emitir algún petardeo.

Prueba del Aston Martin DBX 2021: ojalá todos los SUV fueran así de bien

Llega la hora de ponerse al volante del Aston Martin DBX para ver qué han sido capaces de conseguir los ingenieros de Gaydon. Y lo cierto es que basta con rodar unos pocos minutos para ver que el DBX es uno de los SUV deportivos más equilibrados del mercado.

Si queremos circular tranquilamente por autopista y aprovechar su espacio interior para hacer un viaje largo disfrutaremos de un interior especialmente bien insonorizado y muy confortable. Pero si queremos dar rienda suelta a sus 550 CV… la cosa se pone seria.

Prueba del Aston Martin DBX 2021

Seleccionamos el modo de conducción más deportivo, denominado Sport Plus. Activamos el botón D y ya estamos listos para iniciar la marcha. Optamos por utilizar el cambio de forma secuencial y nos sorprenden muy positivamente las levas situadas tras el volante. Están fijadas en la piña de dirección y su tacto es muy bueno, con un sonido metálico que transmite calidad y solidez.

Su función es, evidentemente, la de accionar un cambio que resulta más confortable que rápido, ya que al ser de convertidor de par tan solo varía el régimen del motor para evitar dar ningún tipo de tirón. En ese sentido algunos de sus rivales, como el Lamborghini Urus, són más agresivos y cambian de marcha de una forma más brusca, lo cual ayuda a transmitir sensación de deportividad.

Dirección precisa y frenos contundentes pero fatigables

La dirección es directa y comunicativa, pero su mayor virtud es que es muy precisa. Y ya que hablamos de la dirección: si a la hora de conducir por ciudad el DBX equipase un eje trasero direccional sería todavía más práctico a la hora de maniobrar. Pero bueno, dejémonos de ciudad que estábamos realizando la prueba del Aston Martin DBX 2021 por carretera.

Tal vez uno de los aspectos más criticables de este SUV británico sea el de los frenos, porque aunque no vaya descalzo en este sentido pueden resultar algo justos en conducción deportiva a buen ritmo. La parte positiva del conjunto es que los discos están ranurados, lo cual los hace más resistente que los habituales discos perforados.

Prueba del Aston Martin DBX 2021

Sea como sea, resultan suficientes en la mayoría de situaciones y tan solo acusan una leve falta de efectividad cuando se calientan mucho, algo que sucede en la práctica totalidad de los SUV de su tamaño. Porque las leyes de la física no las podemos cambiar, y parar esas más de dos toneladas de peso yendo rápido no es fácil.

El pedal tiene bastante recorrido pero no es esponjoso, de manera que se puede regular con facilidad. En general son unos frenos que transmiten confianza, cumplen con su cometido y no desmerecen el conjunto. En este sentido tienen más contundencia y efectividad que la del Maserati Levante, pero un rendimiento parecido al del Lamborghini Urus.

No es microhíbrido, pero tiene un sistema de 48V… ¡para la suspensión!

Si el de los frenos es el apartado más criticable del modelo que tenemos hoy entre manos, el aspecto que más nos sorprendió durante la prueba del Aston Martin DBX 2021 fue, sin duda, el de la suspensión. Está formado por un sistema independiente para cada una de las cuatro ruedas con un esquema de doble trapecio en el eje delantero y multibrazo en el trasero. Por su parte, los muelles son neumáticos y tienen triple cámara, y los amortiguadores electrónicos adaptativos cuentan con un sistema de estabilización activo (eARC) que funciona mediante un sistema eléctrico de 48 voltios.

Y ese es el elemento que consigue que las suspensiones del DBX brillen con luz propia y el responsable de que su comportamiento dinámico sea tan bueno. El eARC nos permite negociar curvas con una facilidad inusual en un vehículo de este tamaño y peso. En una curva a derechas, por ejemplo, las suspensiones del lado contrario (que están soportando el peso) se endurecen para que la carrocería se mantenga plana.

Esto transmite mucha confianza a la hora de negociar una curva a alta velocidad y permite enlazar dos curvas sin problemas, porque el cambio en el reparto de pesos no requiere que entre ambas tenga que estar el volante recto un mínimo de tiempo para estabilizar el coche, sino que se puede pasar de una a otra y la gestión electrónica se encarga de corregir esas inercias. Además, y por si fuera poco, la suspensión neumática es regulable y permite aumentar la altura en 50 mm o reducirla en 45.

Prueba del Aston Martin DBX 2021

Conclusión de la prueba del Aston Martin DBX 2021

Si algo nos ha quedado claro tras la prueba del Aston Martin DBX 2021 es que conviene ir olvidándose de la idea de que los SUV no pueden ser auténticos deportivos. Es evidente que el Aston Martin Vantage que pudimos probar hace unos meses tenía un mejor comportamiento dinámico, eso es indiscutible. Pero los ingenieros de Aston Martin han conseguido que este nuevo SUV no esté tan lejos de un Vantage y, a cambio, tenga unas plazas traseras muy aprovechables y un gran maletero para viajar con tranquilidad.

Prueba del Aston Martin DBX 2021

El Aston Martin DBX es, casi con total probabilidad, el SUV deportivo más equilibrado del mercado. El Bentley Bentayga es más lujoso pero menos deportivo. El Maserati Levante es más deportivo pero menos tecnológico. El Lamborghini Urus es más rádical pero menos confortable. Y así podríamos seguir. ¿Y cuál es el único que combina todos esos atributos con maestría? El DBX. Así pues, seguro que James Bond estaría orgulloso de la última creación de los de Gaydon. ¿Lo malo? Que ahora mismo lo único que nos separa de tener uno en nuestro garaje es su precio… que supera holgadamente los 200.000 euros.

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