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Mercedes C 30 CDI AMG, el AMG diésel que jamás debió haber existido

Más que nada porque la unión entre las palabras AMG y diésel a mí me produce urticaria.

AMG diésel

Hoy os traemos la historia del primer y único Mercedes AMG diésel que se fabricó. Un modelo que estoy convencido de que a la marca de Stuttgart jamás se le ocurriría incorporar a su gama Mercedes 2020. Más que nada porque fue uno de esos experimentos que las marcas se atrevieron a hacer en la época del auge descontrolado de los motores diésel y que, si en su época ya generó reticencias, visto en perspectiva fue una auténtica herejía.

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A principios de siglo todo era bien distinto. Tras muuuchos años en los que la mayoría de coches eran de gasolina, poco a poco el diésel fue ganando terreno y posicionándose como una opción interesante. Básicamente porque su precio era inferior, porque los vehículos con motor diésel consumían menos y porque reducían las emisiones de CO2.

Esto llevó a las marcas a tratar de refinar al máximo posible sus motores diésel, evitando las famosas humaredas negras y aumentando sus prestaciones mediante la popularización del uso del turbo. Así pues, a igualdad de potencia un motor turbodiésel le ganaba la partida a uno de gasolina en prácticamente todo. Es cierto que eran coches más caros y que su mantenimiento era más costoso, pero el consumo era inferior y el par muy superior. Una época en la que los óxidos de nitrógeno y las micropartículas no eran un problema porque nadie las medía…

AMG diésel

Así las cosas, a principios de los años 2000 todo el mundo quería un diésel. Eso sí, los coches deportivos debían continuar siendo de gasolina… o no. Quién no recuerda los TDI de Le Mans o los V10 y V12 TDI de la gama de Volkswagen y Audi, ¿verdad? Pues bien, Mercedes tuvo la idea de mezclar uno de sus modelos prestacionales firmados por la división deportiva AMG con un motor diésel que estuviera a la altura. Y el escogido para dar a luz el primer AMG diésel de la historia fue el Clase C, que incorporó al catálogo la versión C 30 CDI AMG.

AMG diésel, un experimento único

AMG diésel

A nivel estético el C 30 AMG lucía como un Clase C AMG más, es decir bastante discreto y con un ligero toque deportivo. Pero este no era como los demás, porque bajo el capó escondía un motor turbodiésel de 3.0 litros y cinco cilindros que rendía 231 CV y desarrollaba un impresionante par de 500 Nm.

Claro, como te puedes imaginar este AMG diésel era un coche muy rápido e incluso divertido, y más teniendo en cuenta que transmitía toda esa potencia al asfalto únicamente mediante las ruedas traseras. Disponía de un cambio automático Speedshift de cinco velocidades y aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos. Nada mal, pero… era diésel.

El coche de marras estaba disponible con carrocería sedán, familiar y SportCoupé, y lo cierto es que por más que lo miro, no puede no gustarme. Porque claro, en ninguna parte pone «soy diésel» escrito en grande, y como el Clase C de esa época me gusta… pero no, no puede ser. Porque una versión firmada por AMG tiene que tener un motor de gasolina. Y si puede ser V6, V8 o V12, mucho mejor.

Los mejores Mercedes de la historia. ¡Una difícil elección!

No, el Mercedes AMG diésel de este artículo no está incluido entre los mejores Mercedes de la historia, pero he pensado que igual te apetecía descargar la tensión acumulada de tanto leer las palabras AMG diésel juntas. Pero bueno, ya voy acabando. Afortunadamente este coche no duró mucho en el mercado. Salió a la venta en 2003 y un año después desapareció sin dejar ni rastro. Y es que a la gente no le acabó de convencer que esos motores que sonaban a tractor y tenían las prestaciones deportivas de un patinete pudieran lucir las siglas AMG, por muy refinado que estuviera el motor de cinco cilindros.

AMG diésel

El único Mercedes AMG diésel que existió no tuvo éxito, pero como todos los «patitos feos» de la época, años después se considera un rara avis y es un coche interesante para el mercado de segunda mano. Hoy en día puedes encontrar unidades por menos de 10.000 euros. Igual te parece mucho, pero no lo olvides: tendrás el único modelo Mercedes AMG diésel que ha existido.

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