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Prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020: lujo con tracción total

Si es un superventas en su segmento, es por algo.

Prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020

La unidad que me acompaña hoy en la prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020 es famosa por ser la versión más vendida de la gama. Este todocamino alemán es un auténtico coche de lujo y te lo demuestra nada más meterte en él. Pero más allá de eso, mi opinión del Mercedes GLC ha cambiado bastante en relación a antes de haberle metido mano. Porque tras haberlo podido descubrir en profundidad, me he dado cuenta de que es bueno en prácticamente todo. Por eso vale lo que vale, me dirás. Pues sí. Vale lo que cuesta porque es un cochazo se mire por donde se mire.

¿Por qué la gente lo elige en colores sosos?

El Mercedes GLC ha recibido hace poco un restyling que le ha sentado de maravilla. Comparte imagen de marca con el resto de modelos de la marca alemana. Algo ha cambiado en Mercedes: eso está claro. Su aspecto es más juvenil, sin duda. Además, lo hay con carrocería coupé. Su firma luminosa LED es muy característica y la parrilla es enorme, así como su logo. Pero si algo me flipa es el color rojo de su exterior. ¿Por qué elegirlo negro, gris o blanco existiendo esta opción?

Nada más iniciar la prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020 uno se da cuenta de que es un coche largo. Mide 4,67 m de longitud, compara este dato con el resto de SUV del mercado. Además, es muy ancho y grande por dentro, gracias también a su distancia entre ejes. Más adelante te cuento algo sobre su altura libre con respecto al suelo, ya que en offroad se porta bastante bien. No es como el Land Rover Discovery de este vídeo… pero cumple con creces.

Esta unidad tiene el pack AMG, que incluye llantas de 19 pulgadas, aunque en este caso tenemos unas de 20 que salen por mil y pico euros. Eso sí, los pasos de rueda son muy grandes a pesar de que, con una rueda tan grande, no da esa sensación. Este paquete también añade, entre otras cosas, detalles cromados en paragolpes y ventanillas, unas barras de techo que le dan un aspecto más campero y unos embellecedores en las taloneras. Su aspecto, en general, es fino y estilizado.

Prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020

Bienvenido al lujo

Lo primero que quiero resaltar en el interior del Mercedes GLC es algo que nunca hago. Le doy al botón y el volante baja su posición, y el asiento se acerca a él. Si quito el contacto ocurre lo contrario: volante hacia arriba y asiento para atrás. Es una estupenda manera de mejorar la accesibilidad al vehículo y darte la bienvenida. Te sientes como un marqués.

En el momento en el que te subes se nota que es un coche premium. La calidad de los materiales es excelsa, nada cruje y al tacto se nota que está bien hecho. Para resumir: solidez con piel, madera y aluminio cepillado. Las regulaciones son in-fi-ni-tas. El volante tiene ajustes eléctricos, que pocos pueden presumir de ello, y aunque me gustaría que estuviese algo más mullido se le nota que está bien hecho. Grosor y diámetro perfecto.

En cuanto al asiento, es comodísimo. Además, cuenta con mandos en la puerta (por supuesto, también eléctricos y con memoria) para banqueta, respaldo, reposacabezas e incluso bandeja para las rodillas. Pero es que también tiene varias posiciones para los lumbares. Estupendo.

Prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020

Estamos acostumbrados a que Mercedes hiciese coches para gente… mayor. O lo estábamos, al menos. Pero ahora, además de la gente de 50 para arriba, alguien de 30 con el dinero suficiente se puede ver atraída por un Mercedes GLC. Los mandos, además, están todos en su sitio, es ergonomía pura. Con dos salvedades. El freno de mano está donde normalmente nos encontramos con la caja de fusibles, y el cambio de marchas donde se suelen situar los mandos del limpiaparabrisas. En cinco minutos te acostumbrarás.

El espacio sobra y hay huecos por todos los lados. Portavasos, bolsillos en las puertas, zona para cargar el móvil, guantera (que tiene un ambientador), reposabrazos central… No obstante, las pantallas son las protagonistas. Hay una instrumentación digital configurable al máximo en la que puedes ver, si te apetece, el navegador en una de las esferas. Y el display del sistema de infoentretenimiento es de 10,25 pulgadas, y pertenece al maravilloso MBUX. Gráficos estupendos, inteligencia artificial y rapidez de respuesta.

Detrás irás como un rey

Espacio, espacio y más espacio. El Mercedes GLC de esta prueba es enorme. Sentado detrás sobra espacio para las piernas y para la cabeza, y sigue siendo un coche igual de cómodo que delante. La plaza central tiene un túnel de transmisión que es grande y molesta a un tercer pasajero, pero al ser tan ancho es algo casi irrelevante. No obstante, recomiendo viajar dos detrás. No quiero pasar por alto que el sistema de audio Burmester suena de lujo, si bien su volumen máximo es un poco bajo, a mi juicio.

Las dos salidas de climatización centrales cuentan con regulación para la temperatura y para la velocidad del ventilador, cuyos datos se muestran en una pantallita al lado de los controles. Además, hay puertos USB y en el reposabrazos hay portavasos y una pequeña guantera. Aun así, también puedes guardar documentos en la parte trasera del respaldo de los asientos delanteros.

El maletero es un mundo. La apertura es eléctrica y tiene 550 litros de capacidad. Altura perfecta para cargar y descargar bultos y boca de carga amplísima. Hay una red opaca con la que puedes evitar que tu equipaje se vea desde fuera. Además, si abates los asientos (desde un botón del maletero de fácil acceso) en 40/20/40 el espacio crece hasta los 1.600 litros.

Prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020

Pero es que tiene varias curiosidades más, como un botón para que baje la suspensión y hacer más fácil la carga y descarga de objetos, ganchos, toma de 12V, gancho para sujetar el piso y acceder a la rueda de repuesto, una caja plegable portátil… Hasta hay un botón en el propio portón para plegar y desplegar la bola de remolque. Lo dicho: un mundo.

Prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020: de notable para arriba

¿Quién me iba a decir a mí que en la prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020 me iba a encontrar con un coche dinámico y ágil? Pero es que también es cómodo. En todo esto tiene mucha culpa el paquete AMG, pues la suspensión se muestra firme en curva pero la filtración de baches es sublime. No obstante, depende mucho del modo de conducción seleccionado. Hay cinco: Comfort, Eco, Sport, Sport+ e Individual.

El motor de esta versión 220d es un diésel de 2.0 litros y cuatro cilindros que desarrolla 194 CV y un par motor máximo de 400 Nm. No le falta fuerza jamás, aunque como es lógico a partir de las 4.000 rpm pierde todo el sentido no subir marcha. Cosa que puedes hacer con las levas que hay tras el volante, que son de aluminio y se mueven con este. Dan una sensación de solidez y calidad importante.

Prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020

No me extraña que sea la variante más vendida de este modelo. Porque además de que tiene potencia de sobra, es un mechero si tenemos en cuenta sus características. El Mercedes GLC 220d 4Matic pesa más o menos 1.800 kg, y su media de consumo es de 5,9 l/100km. Luego en la realidad son 7 o 7,5 l/100km, lo cual a mi juicio está francamente bien. Ya comprobé la eficiencia de los motores de la marca (aunque sean de otra procedencia) en la prueba del Mercedes Clase A Sedán.

El cambio es automático de convertidor de par con nueve velocidades. No es para nada lento y las transiciones entre marchas son casi inapreciables. Este reparte la fuerza entre las cuatro ruedas gracias a la tracción total 4Matic. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y la velocidad máxima es de 215 km/h. Lo mejor es que no te enteras. Su aislamiento es espectacular y traga km como quien se come una patata frita.

Y lo cierto es que no me voy a poner a detallar todos los sistemas de seguridad que tiene, pero te lo puedes imaginar. Desde frenada automática de emergencia hasta ayuda al aparcamiento, pasando por mantenimiento de carril, luces automáticas… y espera que te cuente ahora cómo funciona su sistema de tracción 4x4.

Prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020

En campo mantiene la compostura

La altura libre con respecto al suelo es de 18 cm en el Mercedes GLC 220d 4Matic de esta prueba, y ya con eso debería tener cierta autoridad para salir al campo. Pero es que el sistema 4Matic es una maravilla. Es más efectivo (y también algo más complejo) que el resto de tracciones a las cuatro ruedas que estamos acostumbrados a ver en el mercado. ¿Cómo funciona?

Pues distribuye la potencia en un 55% en el eje delantero y en un 45% en el trasero. Sin embargo, tiene la capacidad de llegar hasta el 70-30 o 30-70 con el fin de asegurar la máxima adherencia. Tiene un sistema de doble embrague que actúa como diferencial autoblocante y el cual se encarga de distribuir la potencia entre las ruedas. Para saber qué tracción tiene cada una, todas tienen un sensor que le envía información a la centralita, que manda frenar a la que cuenta con menos agarre.

Esta tecnología puede actuar de manera simultánea en tres de las cuatro ruedas. Ya sabes que, por norma general, los 4x4 circulan con la tracción delantera y activan el eje posterior en situaciones más peliagudas en cuanto a agarre. Pero el 4Matic está siempre activo para tener más seguridad y porque, según Mercedes, no se nota en el consumo al ser uno de los sistemas 4x4 más ligeros que existen.

Prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020

Motores y precios

No me gustaría terminar la prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic sin decirte cuánto cuesta este coche. Se comercializa con varios motores de gasolina y diésel, todos con cambio automático y tracción 4x4. En diésel está disponible con las versiones 200d (163 CV), 220d (194 CV) y 300d (245 CV). Mientras tanto, la oferta de gasolina se divide en el 200 (163 CV), 300 (258 CV) y la gama AMG.

Estos últimos motores nos ofrecen las variantes 43 (390 CV), 63 (476 CV) y 63 S (510 CV). El más potente es una bestialidad; muy recomendable. Las tarifas de la versión 220d 4Matic de esta prueba comienzan en unos 52.500 euros sin descuentos, mientras que los precios generales arrancan en más o menos 50.000 euros… y sube hasta los aproximadamente 123.000 del AMG 63 S. Pero merece la pena.

Conclusión de la prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic

Mis opiniones del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020 han cambiado radicalmente tras poder disfrutar de él unos días. Reconozco que antes lo veía como un coche un poco soso, sin originalidad. Sin embargo, el hecho de tener este color rojo con el paquete AMG, una calidad interior de referencia y un comportamiento que no me esperaba para nada me han hecho cambiar radicalmente de parecer.

Prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic 2020

No obstante, lo que más me ha sorprendido ha sido su espacio interior. El perfecto vehículo para viajar y para la familia. Versatilidad total. En definitiva, la prueba del Mercedes GLC 220d 4Matic ma ha demostrado por qué este modelo es un superventas.

Nota HolyCars: 9.

Ficha técnica

  • Medidas (largo/ancho/alto): 4.669/1.890/1.644 mm.
  • Puertas: 5.
  • Plazas: 5.
  • Maletero: 550 litros.
  • Peso: 1.835 kg.
  • Combustible: diésel.
  • Motor: 1.950 cc.
  • Potencia: 194 CV.
  • Par motor máximo: 400 Nm.
  • Cambio de marchas: automático de nueve velocidades.
  • 0 a 100 km/h: 7,9 segundos.
  • Velocidad máxima: 215 km/h.
  • Consumo de combustible en ciclo combinado: 5,9 l/100km.

Galería de imágenes

 

Fotos: AlexRuby Photoracing

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