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Historia del Citroën GS: 50 aniversario del coche que popularizó la suspensión hidroneumática

50 añitos y ya lo ves, sigue hecho un chaval.

Historia Citroen GS

Hoy me hace especial ilusión repasar la historia del Citroën GS, porque donde algunos ven un coche antiguo muchos vemos una obra de ingeniería brutal, como prácticamente todos los modelos de la marca francesa de aquella época. El Citroën GS está de aniversario porque acaba de cumplir 50 años desde que fue presentado en el Salón de Ginebra de 1970. Y sinceramente, yo lo sigo viendo en plena forma.

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Está claro que 2020 no será recordado como un gran año, pero las casualidades han querido que en él se celebren algunas efemérides curiosas. Justamente el otro día os hablábamos de la historia del Toyota Celica -que también cumple 50 años en 2020- y hoy toca repasar un modelo que nos queda más cerca, concretamente en el país vecino (aunque se fabricó en la planta que Citroën tiene en Vigo).

La historia del Citroën GS se empieza a fraguar en la década de los 60, cuando la marca francesa detectó que entre el utilitario 2CV y el enorme DS su gama era un páramo. No había nada en medio y eso había que arreglarlo, por lo que se pusieron manos a la obra para tratar de fabricar una berlina de tamaño medio. Pero lo cierto es que les costó más de lo esperado.

Los mejores Citroën de la historia. ¿Habrá alguno moderno?

Aunque el AMI trató de cubrir ese hueco, a la marca le hacía falta algo más. En pocos años Citroën se vio obligada a desestimar dos prototipos llamados proyecto C y F (este último por su gran similitud con el Renault 16), y así fue como llegaron a proyecto G, que fue el que a la postre acabaría dando a la luz al citado GS. Así las cosas, Citroën presentó en el Salón de Ginebra de hace 50 años dos modelos al mismo tiempo: el GS y el SM, ambos obra del diseñador Robert Opron. La historia del Citroën GS acababa de empezar.

Historia del Citroën GS: un compacto que revolucionó el segmento

El aniversario del Citroën GS hay que celebrarlo prácticamente por partida doble: por una parte por su cumpleaños, y por otra porque supuso la consolidación de Citroën en un segmento que le ha reportado enormes beneficios históricamente. Su cuadro de mandos era muy futurista y fue diseñado por Michel Harmand (de cuyo lápiz salió también el interior del Citroën CX), que concebía el interior del GS como una escultura e ideó elementos innovadores como el velocímetro que imitaba la forma de una lupa o el freno de mano integrado.

El Citroën GS medía tan solo 4,12 metros de longitud, pero destacaba por ofrecer un habitáculo muy espacioso y un maletero cuya capacidad era de 465 litros. ¡Más de uno firmaría esas cifras hoy en día! Su diseño también era rompedor, porque pese a tener unas formas bastante rectas ofrecía una eficiencia aerodinámica espectacular. Y claro, todo ello combinado con algunas innovaciones técnicas muy avanzadas para la época que lo convirtieron en un coche muy exitoso.

Equipaba cuatro frenos de disco (hay modelos actuales que todavía siguen montando frenos de tambor), un chasis de aleación ligera y un elemento que acabó de cautivar a todo el mundo: una suspensión hidroneumática muy similar a la que montaba el Citroën DS, y que también permitía regular la altura del coche. Sin duda, toda una revolución en mercados como el español, que veía que un modelo relativamente accesible montaba elementos propios de segmentos superiores.

A lo largo de sus 16 años de historia el Citroën GS recibió una carrocería familiar -llamada Break-, un restyling e incluso un cambio de nombre, ya que en 1980 pasó a denominarse GSA y se convirtió en el primer Citroën de 5 puertas de la historia. Además, contó con algunas versiones especiales como el Pallas o el Birotor, del que os hablaré a continuación.

Pon un motor rotativo en tu vida

El motor del Citroën GS era un 4 cilindros refrigerado por aire que desarrollaba 60 CV, pero gracias a su cuidadísima aerodinámica era capaz de registrar una velocidad máxima de 150 km/h. Pero lo que realmente llama la atención en la historia del Citroën GS es que llegó a montar un motor rotativo Wankel. ¿Os acordáis que hablamos de este motor cuando os hablamos de los mejores Mazda de la historia? Pues Citroën también lo utilizó entre los años 1974 y 1975.

El GS Birotor (así se llamaba la versión con motor rotativo) destacaba por ofrecer un funcionamiento muy silencioso y muy pocas vibraciones. Pero como es habitual en este tipo de mecánica el consumo también era muy alto, y la crisis del petróleo provocó que Citroën dejara de comercializarlo. Una pena, porque su rendimiento era muy bueno: 107 CV y 175 km/h de velocidad punta.

Ante todas estas innovaciones, el Citroën GS celebra su aniversario con motivos de sobras. El último que os voy a exponer fue su éxito comercial: elegido como coche del año en Europa en 1971, fue el coche más vendido en Francia entre 1975 y 1978, con más de 200.000 unidades fabricadas. En España se fabricaron entre 1984 y 1986 un total de 153.983 unidades en la planta de Vigo, que contribuyeron a la impresionante suma final: 2,5 millones de unidades, de las cuales 478.000 correspondieron a la versión familiar. ¡Larga vida al Citroën GS!

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