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Porsche 911 Carrera RS 2.7: 50 años del ‘cola de pato’

Pasado y presente del automóvil.

Porsche 911 Carrera RS 2.7

El Porsche 911 Carrera RS 2.7 está de celebración. Se cumplen 50 años del mítico ‘cola de pato’, un coche que en su época fue el más rápido de los modelos de producción. Muchos son los nombres o apodos por los que se le conoce, pero sus alerones y más concretamente el trasero son su seña de identidad, de ahí que el apodo que se refiere a la cola de esta ave sea el más conocido.

Suscríbete al canal de YouTube de HolyCarsCorría el año 1972 cuando en el Salón del Automóvil de París cuando se presentaba una variante del nueveonce preparada para la competición. Allí nacía el Porsche 911 Carrera RS 2.7, el primer coche de serie con spoiler delantero y trasero, con una conexión directa entre competición y calle. ¿Quieres saberlo todo sobre este mito del automovilismo? Pues sigue leyendo porque vamos a repasar toda la historia del Porsche 911 Carrera RS 2.7 ‘cola de pato’.

Porsche 911 Carrera RS 2.7 ‘cola de pato’

Cuando los 15 ingenieros que se encargaron de desarrollar el Porsche 911 Carrera RS 2.7 ‘cola de pato’ a partir de mayo de 1972 culminaron su trabajo, nadie imaginaba el éxito que iba a cosechar esta versión del 911, la más potente, la primera apellidada Carrera. Como ejemplo, hay que señalar que las 500 unidades que la marca alemana preveía fabricar, fueron vendidas en tan solo dos meses.

Porsche 911 Carrera RS 2.7

Esto hizo que Porsche triplicara la producción y lo homologara para el Grupo 4 y 3 de coches GT especiales. El Porsche 911 Carrera RS 2.7 ‘cola de pato’ se vendió con cuatro configuraciones diferentes: base, Touring, Sport y Competición, siendo la Touring la que acapararía la mayoría de las 1.580 unidades fabricadas. Cada una de las versiones llevaba una configuración especial que lo hacía útil para distintos usos.

El Sport (M271), con 200 unidades, era una versión aligerada que prescindía de asientos traseros, reposabrazos y más detalles, dejando solo lo esencial para ‘adelgazar’ 115 kg de peso comparado con el Touring (M472), destinado para el día a día. Su precio en el modelo base era de 34.000 marcos alemanes, cifra que se incrementaría en 700 marcos en el caso del pack Sport (M471) y 2.500 el pack Touring (M472).

¿Cómo era su motor?

El Porsche 911 Carrera RS 2.7 ‘cola de pato’ montaba un bloque boxer de seis cilindros con 2.7 litros de cubicaje que rendía 210 CV y 255 Nm de par máximo. Este propulsor hacía que la versión Sport (M471) arrojara unas cifras prestacionales que todavía hoy, 50 años después, son espectaculares. Acelera de 0 a 100 km/h en solo 5,8 segundos y supera la velocidad máxima de 245 km/h. Unos datos bestiales, que incluso en la versión Touring, con 6,3 segundos y 240 km/h, tuvieron parte de culpa del éxito del modelo.

Motor

El trabajo realizado en el modelo para conseguir estas prestaciones espectaculares tenía en el punto de mira reducir el peso. Para ello se utilizó chapa y cristales de poco grosor, a la vez que se eliminaron aislantes y se utilizaron varios componentes plásticos. Solo así se conseguía bajar la báscula de los 900 kg para poder superar la homologación. Pero esto no habría servido de nada si el trabajo de aerodinámica no funcionara. Había que eliminar la elevación de los ejes a altas velocidades con un único objetivo: un comportamiento del vehículo más neutro.

Y llegó la ‘cola de pato’, el primer alerón trasero

Los ingenieros Hermann Burst y Tilman Brodberck, trabajando codo con codo con el estilista Rolf Wiener, desarrollaron un elemento ‘distinto’ que fue sometido a distintas pruebas en el túnel de viento y distintas pistas. Se trata del alerón trasero conocido como ‘cola de pato’. Este elemento mantenía al 911 más pegado a la carretera a la vez que refrigeraba el motor. Pero lo mejor de todo es que conseguía estos beneficios sin generar resistencia, algo que se ve en la velocidad punta, que aumentó en 4,5 km/h.

Porsche 911 Carrera RS 2.7

También se trabajó la estabilidad, dotando al Porsche 911 Carrera RS 2.7 de diferentes dimensiones de neumáticos dependiendo del eje. Así, el eje delantero montaba neumáticos 185/70 VR 15 sobre llantas forjadas Fuchs 6 J x 15, siendo en el trasero 215/60 VR 15 sobre llantas 7 J x 15. Para poder ubicar estos ‘rodillos’ los ingenieros ensancharon el los pasos de rueda traseros en 42 mm.

Y la guinda del pastel fue la incorporación de la inscripción ‘Carrera’ entre los pasos de rueda del Porsche 911 Carrera RS 2.7 ‘cola de pato’ y las letras RS en el alerón trasero. Un coche hecho para la calle y el circuito, una receta difícil que la marca alemana ejecutó a la perfección. Prueba de ello es que pasan los años y sigue siendo objeto de elogios y admiraciones. Así que solo queda reclinarse ante él y decir: ¡Feliz 50 cumpleaños Porsche 911 Carrera RS 2.7!

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