El Donkervoort D8 GTO-JD70 ya ha sido presentado por el fabricante de Países Bajos. Sin embargo, está lejos de ser reconocible por sus prestaciones, su potencia o su diseño, cosas que tampoco es que pasen precisamente desapercibido. Y eso es mucho decir. Pero es que el ‘intríngulis’ de este coche (por llamarlo de alguna manera) está en que es el primero en ser capaz de generar una aceleración lateral de 2G.
Es decir, hasta la fecha no hay ningún coche deportivo que pueda hacer eso. Lo que significa que para conducirlo te hará falta tener un cuello como el de Fernando Alonso, alguien acostumbrado a este tipo de fuerzas y con un soporte bastante importante para su cabeza. Dejando de lado las bromas, tiene que impresionar mucho conducir el Donkervoort D8 GTO-JD70. De momento, para hacerte salivar, te voy a contar cómo es.
Donkervoort D8 GTO-JD70: perfecto para los domingos
Lo primero que debes saber sobre el Donkervoort D8 GTO-JD70 es que cuesta 163.363 euros, así que muchos de nosotros ya podemos soñar con que nos toquen los Euromillones para hacernos con uno. Lo segundo es que tan solo se fabricarán 70 ejemplares. Y si quieres uno tendrás que darte prisa, porque la firma europea ya ha conseguido vender la mitad de la producción. De hecho, lo que me extraña es que no se hayan colocado todos a estas alturas.
Y el resto de características del Donkervoort D8 GTO-JD70 son directamente para caerte de espaldas. En su vano motor se esconde un propulsor de origen Audi. No es otro que el maravilloso 2.5 de cinco cilindros, utilizado por varios modelos de la división deportiva RS. En este caso desarrolla 420 CV de potencia y todos esos potros van directos al eje trasero a través de una caja de cambios manual Tremec de cinco velocidades. Conducción en estado puro.
Esa combinación, cuando solo hay que mover 700 kg de peso, se vuelve explosiva. El Donkervoort D8 GTO-JD70 acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 2,7 segundos. Pero es que los 200 km/h los alcanza desde parado en 7,7 segundos. Los frenos también tienen lo suyo, con pinzas de seis pistones delante (y detrás de manera opcional). En resumen, el coche perfecto para ir de tandas al circuito los domingos. Así sí.
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De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.