Si en 2014, cuando salió al mercado este superdeportivo, me hubieran dicho que estaríamos asistiendo a la fabricación del último BMW i8, no me lo hubiera creído. Bien es cierto que se trata de un modelo con un cliente objetivo de lo más raro. Un coche prestacional con un sistema de propulsión híbrido y un diseño que quita el hipo. 0% practicidad, 100% diversión y sensaciones. Seguramente, uno de los mejores coches híbridos que ha habido hasta la fecha.
Pero aquí estamos, seis años después, diciéndole adiós al último BMW i8 fabricado. Por mi parte, tienes concedido el permiso para que se te salte alguna lagrimilla. Me atrevo a decir incluso que este modelo ha marcado una época. Y es precisamente por ello que lo considero un clásico desde este mismo momento. ¿No me crees? Hablamos en cinco años, a ver cuánto te piden por una unidad.
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El último BMW i8, descapotable y azul
Pues la cosa está así. Tras seis años de producción, el último BMW i8 ya ha salido de la planta de Leipzig. Incluso ha pasado dos meses más tarde de lo planeado. El afortunado propietario de esta unidad ha sido un alemán, que tendrá un auténtico tesoro en su garaje. Concretamente, un Roadster con la carrocería pintada en el color Portimau Blue, un azul que personalmente creo que le sienta como un guante a este coche.
En todo el tiempo que se ha mantenido este superdeportivo de Múnich en el mercado se han producido, contando con esta unidad, 20.500 ejemplares. El BMW i8 supuso un gran salto en el lenguaje de diseño de la firma bávara. Pero lo más importante ha sido que ejerció de modelo de transición para la electrificación de la marca junto al i3. Ambos fueron los pioneros dentro de la submarca ‘i’.
Cuenta con un sistema de propulsión híbrido enchufable formado por un motor de gasolina de 1.5 litros y tres cilindros en línea y por otro motor eléctrico, que se encarga de impulsar las ruedas delanteras. Son 374 CV en total. Además, como todos, este último BMW i8 destaca por su chasis, fabricado en plástico reforzado con fibra de carbono, lo cual le ha hecho destacar entre su competencia. ¿Un mito? Pues podría decirse que sí.
Lo más triste de todo es que el hecho de que haya o no un sustituto del BMW i8 es una completa incógnita a día de hoy. BMW desveló hace no demasiado el Vision M Next, un prototipo con unas formas y unas proporciones que bien podrían ser las del modelo que tome su relevo. Sin embargo, el proyecto se dejó en stand by debido al coronavirus. Así que lo único que podemos hacer es esperar.
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De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.