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Stirling Moss ha muerto a los 90 años, el campeón sin corona

Historia viva del automovilismo.

Stirling Moss

Stirling Moss ha muerto a los 90 años de edad en su domicilio de Londres, con él, se va uno de los grandes ‘gentleman drivers’ de la historia y sin duda, uno de los pilotos más carismáticos de la historia. Stirling Moss es conocido como el campeón sin corona, ya que ostenta el récord de mayor número de victorias en la Fórmula 1 sin conseguir ningún campeonato del mundo.

Stirling Moss ha muerto tras una larga enfermedad y a los 90 años, según su esposa no ha sufrido lo más mínimo y se ha ido en paz. Se cierra así un capítulo importante en la historia de la Fórmula, la de los años 50, bajo mi punto de vista, una de las épocas más gloriosas del automovilismo.

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Stirling Moss era un auténtico apasionado del motor y se podría decir que su pasión le viene desde la cuna, ya que su padre, Alfred Moss, era también piloto, aunque no al nivel que llegaría su hijo: su mejor resultado fue decimocuarto en unas 500 millas de Indianapolis, en 1924. Su hijo, sin embargo, tendría una carrera repleta de éxito.

Stirling Moss, un icono de los años 50

La carrera de Stiling Moss fue espectacular y participó en la Fórmula 1 desde 1951 hasta 1961 de manera ininterrumpida. Corrió con alguno de los mejores coches de la época, auténticos iconos a día de hoy, como el maravilloso Maserati 250F de 1954 o el Mercedes W196 de 1955: con el bólido alemán consiguió la segunda posición del campeonato, solo por detrás de Fangio.

Los mejores Mercedes de la historia. ¡Una difícil elección!

En 1956 volvería a Maserati y conseguiría otros dos subcampeonatos en 1956 y 1957. Stirling Moss siempre estuvo en la lucha desde 1955 hasta 1961, consiguiendo cuatro subcampeonatos y tres terceros puestos. Finalmente, Moss dejó la Fórmula 1 sin conseguir la ansiada victoria en el campeonato del mundo, pero aún así, la FIA le concedió la medalla de oro como el mejor piloto de la historia sin una corona en su haber.

Más allá de la Fórmula 1

Stirling Moss fue un gentleman driver de la época y en aquellos gloriosos tiempos, la competición del motor iba más allá de la Fórmula 1. Stirling Moss ganó en 1955 la Mille Miglia de una manera brillante, a los mandos del espectacular Mercedes 300 SLR. Se dice que después de completar la Mille Miglia aún tuvo tiempo de conducir toda la noche para llevar a su novia a Colonia. ¡Un loco de los coches!

Es cierto que Stirling Moss jamás ganó un campeonato de Fórmula 1, pero su carrera fue brillante. A la Mille Miglia hay que sumar sus victorias en varias carreras de resistencia, como las 12 horas de Sebring o los 1.000 km de Nürburgring.

Stirling Moss Mille Miglia

Por si fuera poco, Moss también consiguió varios récords de velocidad, entre los que destaca superar los 400 km/h en las Salinas de Bonneville, en Utah, EEUU, a bordo de un MG EX181. Pocos pilotos han tenido una carrera tan completa.

Stirling Moss llevaba la competición en la sangre

Aunque en los años 60 su presencia en la competición fue reduciéndose, Stiling Moss siguió compitiendo durante décadas: era un fijo de eventos como el Goodwood Festival of Speed, donde no tenía problemas en correr con los coches que hicieron grande su leyenda, como el Mercedes 300 SLR.

Stirling Moss ha muerto y con él, se pone punto y final a una época gloriosa, la de los gentleman driver, la de los locos de la velocidad, auténticos apasionados de la buena vida. Pocos pilotos han tenido una vida tan larga y provechosa: pese a no conseguir ningún título de campeón del mundo de Fórmula 1, Moss pasa a la historia como uno de los mejores pilotos de todos los tiempos y una inspiración para los más jóvenes. Descanse en paz.

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