El Peugeot 205 cumple 40 años. Sí, nada más y nada menos que cuatro décadas han pasado desde que la marca francesa revolucionó el mercado con este modelo. Un coche con el que se cosecharon éxitos de todo tipo. El marketing fue fundamental para comercializar al 205 como un vehículo para todo, despojándolo de la etiqueta de coche urbano. Funcionó, lo hizo tanto, que hoy, muchos años después, somos multitud los que lo recordamos con cierta nostalgia.
Ante esto, repasar la historia de este pequeño francés es más que necesario para entender el por qué de su éxito. Hoy en día, con el horizonte eléctrico a la vista, con la prohibición de fabricar modelos de combustión a partir del año 2035, y con el auge de los SUV, modelos como el 205 son impensables. Por ello, si quieres saberlo todo sobre esta joya, sigue leyendo porque en las próximas líneas vamos a hacer un completo repaso a la historia del Peugeot 205 cuando cumple 40 años.
El Peugeot 205 tiene 40 años muy bien llevados
El Peugeot 205 llegó al mercado automovilístico el 24 de febrero de 1983. A partir de ahí, 15 años en los concesionarios siendo un referente sin tener el toque del mítico Pininfarina, diseñador de gran parte de los modelos anteriores de la marca. Aquí fue un equipo de la casa con Gérard Welter el encargado de definir cómo sería el coche llamado a sacar a Peugeot de la tremenda crisis en la que se encontraba.
Lo consiguieron, y sentaron la base de los que serían rasgos básicos de siguientes modelos que llegaron al mercado. ¿Os suena la parrilla de lamas verticales y la franja situada entre los faros traseros? Alrededor de esto crearon un coche pequeño, de 3,7 metros de largo, 1,56 metros de ancho y 1,35 metros de alto, con una batalla o distancia entre ejes de 2,42 metros. Estas cotas, unidas a un peso que se situaba entre 742 y 904 kg, hizo del Peugeot 205 un coche muy capaz, no solo en ciudad, sino en el resto de carreteras.
Un catálogo muy amplio el del Peugeot 205
El Peugeot 205 cumple 40 años y es buen momento para destacar el gran número de versiones que presentó en su catálogo. Entre tipos de carrocería, opciones mecánicas y versiones, el número se dispara. No escatimaron para poder ofrecer al cliente opciones de todo tipo. Carrocería de tres y cinco puertas, versión cabrio e industrial, mecánicas diésel y gasolina, cambio manual y automático, son las opciones que se podían combinar entre sí y daban como resultado un abanico de posibilidades mayúsculo.
Peugeot 205 Turbo y Peugeot 205 GTI, las versiones más potentes
En el apartado de potencia se había motorizaciones económicas para el día a día de 45 CV y máquinas capaces de proporcionar sensaciones inigualables con sus 200 CV. Este último fue uno de los modelos que más se recuerdan por parte de los aficionados al motor. Se trata del Peugeot 205 Turbo 16, un coche derivado del modelo de competición que se fabricó en serie limitada de 200 unidades. Montaba un motor trasversal de 1.8 litros que rendía una potencia de 200 CV y 255 Nm de par máximo. Para gestionar esta potencia incluía cambio manual de cinco velocidades y tracción total.
Un juguete de los que ya no se fabrican. La jaula antivuelco, la carrocería ensanchada, junto con los frenos deportivos o la suspensión con tarado especial, remataban este modelo que a día de hoy se cotiza a precios prohibitivos. Por debajo se encontraba el Peugeot 205 GTI, otra versión con cada día más valor en el mercado. Se empezó a vender en el año 1994 con un motor gasolina de 1.6 litros que rendía 105 CV, pero dos años después evolucionó hasta los 115 y 130 CV. Ahora que el Peugeot 205 cumple 40 años, este valor aún crecerá más.
Peugeot 205 Rallye, un auténtico matagigantes
El Peugeot 205 Rallye no destacaba por su potencia pero sí por su carácter. Montaba un bloque de gasolina de 1.3 litros con dos carburadores Weber que rendía 103 CV y solo pesaba 795 kg. Las prestaciones no eran nada de otro mundo, pero cuando lo ponías en la zona alta del revoluciones, hacía honor a su apellido. La estética por su parte era también distinta. Color blanco, llantas de chapa del mismo color y pegatinas de Peugeot Talbot Sport para distinguirlo del resto. Con él llegó un coche que a día de hoy sigue siendo la base de mucho modelos que compiten en campeonatos de montaña y distintos rallyes por todo el mundo.
Los diésel prometían llevarte al fin del mundo
En el 40 cumpleaños del Peugeot 205 también hay que recordar las versiones diésel. Son modelos que como decían en el anuncio, iban contigo al fin del mundo. Lo podían hacer sin ninguna duda, a día de hoy todavía se ven algunas unidades circulando por nuestro país. Su motor es ya un icono por su dureza y fiabilidad, además de una autonomía superior a los 1000 km.
El Peugeot 205 dejó su sello en la competición
El palmarés del Peugeot 205 en la competición es excelente. Entre sus mejores hazañas se encuentras dos títulos mundiales de rallyes y dos Paris-Dakar. En el campeonato mundial de rallyes le sirvieron tres años para alzarse con el primer título de la mano del piloto finlandés Timo Salonen gracias a sus cinco victorias y varios podios a los mandos del Peugeot 205 Turbo 16. Al año siguiente, en 1986, fue Juha Kankkunen el que revalidó el título para la marca francesa. Ese mismo año llegó el fin del Grupo B en el mundial, poniendo fin a la participación de este excelente coche.
Este final supuso que Peugeot apuntara hacia otros objetivos. Uno de ellos era el famoso París-Dakar. Con Ari Vatanen a los mandos, el Peugeot 205 Turbo Dakar se hizo con la victoria final de la prueba en su primera participación, victoria que volvería a conseguir en 1988 con Juha Kankkunen, piloto que también había conseguido un título mundial de rallyes. Fue corta la participación de este coche en la competición, pero los resultados fueron tales que merece la pena recordarlos ahora que el Peugeot 205 cumple 40 años.
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Siendo niño devoraba las revistas de coches que mi padre compraba cada semana. No podía imaginar que con los años tendría la oportunidad y el privilegio de escribir sobre ellos. Profesionalmente he cogido muchas curvas que he trazado de forma firme, asumiendo riesgos que me han llevado a metas insospechadas. ¿Quién dijo miedo?