Decidirse entre los mejores Koenigsegg de la historia no debería ser muy complicado. La marca sueca tiene una vida corta y sus modelos no son muchos. Sin embargo, han existido bastantes versiones, así que será eso en lo que nos basaremos para elegir uno u otro Koenigsegg. Ahí la tarea se complica un poco, pero para ayudarnos, como siempre, contamos con tu participación y el coche que más habéis votado en nuestras redes sociales sale en nuestra selección.
Lo que me parece más curioso de esta marca es que es una de esas historias románticas que acaban con final feliz. Su fundador, Christian von Koenigsegg, era un niño cuando su padre le llevó a ver una película de coches. Salió prendado de esas máquinas con cuatro ruedas y desde entonces su sueño era el de crear coches deportivos que alcanzasen la perfección. Al final, con tan solo 22 años, en el año 1994, lo logró: el proyecto de Koenigsegg como marca de superdeportivos estaba en marcha.
Sueco de origen alemán, Christian no tiene estudios universitarios. Sin embargo, eso no le impide trabajar codo con codo con el departamento de ingeniería de su marca, que tiene una plantilla muy reducida. Tanto es así que él mismo fue quien diseñó el primer prototipo, que fue presentado en 1996. Tan solo dos años después de la creación de la firma. A día de hoy el esfuerzo y la suerte le han permitido convertirse en una marca reconocida mundialmente y con unos visos de crecimiento bestiales. Y por ello vamos a elegir los mejores Koenigsegg de la historia.
Los mejores Koenigsegg de la historia, por HolyCars y sus seguidores
- Koenigsegg Gemera
- Koenigsegg CC8S
- Koenigsegg Jesko Absolut
- Koenigsegg CCXR Edition
- Koenigsegg Regera
Koenigsegg Gemera, por Víctor Delgado
Es posible que pienses que entre los mejores Koenigesegg de la historia estén sus primeros modelos. Los prototipos que dieron lugar a lo que hoy es Koenigsegg. El primer coche de producción que hicieron los suecos. Sin embargo, siendo completamente fríos y objetivos, como les suele gustar a los escandinavos (perdón por la generalización), el mejor Koenigsegg de la historia es el Koenigsegg Gemera. Su última presentación. Un vehículo espectacular se mire por donde se mire.
Los románticos, como ya les pasa a algunos de mis compañeros, dirán que cualquier tiempo pasado fue mejor y que como los deportivos de los años ’80 o de los ’90 no hay ningunos. Y hasta cierto punto puede ser verdad. Sin embargo, si hablamos de técnica, de eficiencia, de tecnología, de rapidez, de aerodinámica… en fin, de cosas bien hechas, no creo que haya mucha discusión. El Gemera se los pasa a todos por la piedra, rememorando las palabras de Matías ‘el humilde’.
Pero vamos con lo importante. El Koenigsegg Gemera es un gran turismo. Aunque más que eso, es un ‘mega gran turismo’. Un automóvil con cuatro plazas pero con el aspecto de hiperdeportivo que es. Porque debajo de esa agresiva estética se esconde un sistema de propulsión híbrido enchufable de 1.700 CV de potencia. Esa cifra se extrae de tres motores eléctricos unido a uno de combustión. Un pequeño bloque de gasolina de 2.0 litros y tres cilindros que se puede alimentar con etanol, metanol, E85, gasolina normal… Así que ecológico también es un rato.
Los propulsores eléctricos van alojados en ambas ruedas traseras y el tercero en la salida del cigüeñal. El par motor máximo es de (flipa) 3.500 Nm, así que acelerar a fondo será como montarte en una montaña rusa… multiplicado por cinco. Es capza de llegar en modo 100% eléctrico a unos 300 km/h y solo se fabricarán 300 unidades, que para el fabricante sueco ya es bastante. Por todo esto me parece de justicia incluirle como uno de los mejores Koenigsegg de la historia.
Koenigsegg CC8S, por Raúl Salinas
Los mejores Koenigsegg que han escogido mis compañeros bajo su parecer no existirían si no fuera por el Koenigsegg CC8S. Vale, no fue el primer Koenigsegg, ese honor recae en el CC, pero sí fue el primer éxito de la marca, el germen que propició un crecimiento espectacular.
Cuando llegó al mercado, en el año 2002, el Koenigsegg CC8S era el coche más rápido del mundo. Tenía un motor V8 de 4.7 litros capaz de alcanzar los 655 CV y gracias a su aerodinámica, su peso de solo 1.175 kilos gracias al uso de fibra de carbono, kevlar y aluminio, era capaz de acelerar de cero a cien en menos de 3,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 390 km/h.
En 2006 el Bugatti Veyron le arrebató el récord, con una punta de 407 km/h, y empezó una guerra que ha llegado hasta nuestros días, en el límite de los 500 km/h. Lo que está muy claro es que el Koenigsegg CC8S fue la base de futuro de Koenigsegg sobre la que fue evolucionando.
Sobre él se crearon los Koenigsegg CCR o el fantástico CCXR, con más de 1.000 CV y una velocidad punta de 417 km/h. Más tarde llegarían los Agera y posteriormente el Jesko: sin duda la historia de Koenigsegg es de éxito, pero buena parte de la culpa la tiene este Koenigsegg CC8S. ¡Y quién diga lo contrario miente!
Koenigsegg Jesko Absolut, por Sergio Domínguez
Entiendo que se pueda considerar a los CC8S, CCX, Gemera o Agera como los mejores Koenigsegg de la historia, pero hay uno que destaca por encima de todos ellos y que marcará un antes y un después tanto en la marca sueca como en el mundo del motor: el Jesko Absolut.
Se trata de un modelo que deriva directamente del Jesko, pero que ha sido creado para cumplir una misión muy concreta: ser el coche más rápido del mundo. Todavía no hay confirmación oficial, pero parece que Koenigsegg no tendrá demasiados problemas para registrar un nuevo récord con este coche y arrebatárselo al Chiron y sus 490 km/h.
De hecho, las previsiones de la marca en simulador apuntan a que la velocidad máxima del Jesko Absolut podría ser de 531 km/h. ¿Nos hemos vuelto todos locos? Para conseguir esta absoluta burrada se ha optado por montar un motor biturbo V8 de 5.0 litros, capaz de generar una potencia de 1.298 CV utilizando gasolina y 1.622 CV si emplea etanol E85.
Dicho propulsor está conectado a las ruedas mediante una transmisión automática de nueve velocidades cuyo peso es de tan solo 90 kg. Además, su cigüeñal pesa 12,5 kg, por lo que queda clara la estrategia de Koenigsegg: mucha potencia y poco peso.
La marca sueca no se ha querido olvidar de la aerodinámica, fundamental a la hora de conseguir un récord de este tipo. Su coeficiente aerodinámico Cx es de tan solo 0.278, gracias al uso de unas aletas posteriores (que sustituyen al gran alerón del Jesko), a una parte trasera alargada en 85 mm y a unas ruedas traseras cubiertas por una suerte de “tapacubos” de fibra de carbono.
Todavía está por ver qué velocidad máxima será capaz de registrar, pero la marca ya ha asegurado que tras el Jesko Absolut no intentará batir más récords de velocidad con coches de calle de producción. ¿Se han cansado ya o tienen muy claro que nadie podrá batirlo? Sea como sea, ya se ha ganado un puesto destacado entre los mejores Koenigsegg de la historia.
Koenigsegg CCXR Edition, por Oriol Llardén
Menuda maravilla esto de tener que escribir sobre los mejores Koenigsegg de la historia. Yo sin lugar a dudas, aunque no hay muchos para escoger, he elegido el Koenigsegg CCXR edition. A primera vista puede que os cueste distinguirlo de algunos otros modelos del fabricante sueco, ya que la verdad es que son todos bastante parecidos. Excepto el Regera, Jesko y Gemera.
El CCXR Edition es una edición limitada de Koenigsegg que se fabricó en 2008. Solo se produjeron seisunidades del CCXRy 14 unidades de su hermano CCX para los clientes más afines y de mayor confianza para la marca. El CCX rondaba un precio de 1.330.000 euros, mientras que el CCXR llegó a los 1.500.000 euros.
El diseño es una obra de arte, todas las partes móviles que tiene el coche como el capó, las puertas y demás, se abren hacia arriba con un estilo único. Una característica muy particular de todos los Koenigsegg es que tienen el limpiaparabrisas en el centro y le da un toque muy ‘Le Mans’. Las llantas son de aluminio pulido y toda la carrocería esta construida íntegramente en fibra de carbono. Además, utiliza otros materiales como el kevlar para aportar rigidez y ligereza al conjunto.
Un vehículo súper exclusivo diseñado para batir récords y dejar a la gente boquiabierta. El motor de la bestia en cuestión es un V8 biturbo de 4.7 litros que genera la friolera de 1018 CV y un par de 1060 Nm a 6100 rpm. ¡Una autentica locura con ruedas!
Gracias a su peso total de 1.180 kg es capaz de llegar hasta los 417 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 2,9 segundos. Para que os hagáis una idea, la potencia por tonelada de un Pagani Huayra es de 555 CV por tonelada, en cambio la potencia por tonelada del CCXR Edition es de 863 CV… Ahí lo dejo.
Koenigsegg Regera, por vosotros
Al final siempre pasa lo mismo. Vuestro gusto a la hora de elegir el mejor Koenigsegg de la historia, o cualquier otro de las listas que hacemos de este tipo, es exquisito. En este caso el más votado, con un margen muy pequeño con respecto al segundo, ha sido el Koenigsegg Regera. Y no me extraña. Si has tenido oportunidad de verlo en persona, algo difícil ya que solo han sido fabricadas 80 unidades, sabrás que es impresionante en todos los sentidos.
Fue presentado por primera vez en el Salón de Ginebra del año 2015 y desde entonces es uno de los asiduos a la cita suiza. Eso sí, su exclusividad hace que cada uno de los ejemplares construidos cueste más de dos millones de euros… antes de impuestos. A modo de curiosidad, fue el primer coche que hizo que la firma sueca tuviese en producción dos modelos de manera simultanea. Uno era el Agera, y otro este.
Curiosamente, el Koenigsegg Regera también es un superdeportivo híbrido. Fue el primero en hacerlo en la marca y el sistema de propulsión está formado por un motor V8 de combustión y otros tres motores eléctricos. Eso sí, mientras que siempre se ha pensado que su potencia máxima era de 1.500 CV, se rumorea que esta podría rondar los 1.800. En general, al igual que todos los modelos del fabricante escandinavo, es un compendio de tecnología y soluciones muy ingeniosas.
Pero también hay que reconocer que su estética le acompaña, y mucho. Al igual que en el resto de mejores Koenigsegg de la historia, la aerodinámica ha sido muy trabajada y si te fijas en su parte trasera verás que se estrecha para que el viento fluya mejor. Eso sí, personalmente me llama muchísimo la atención tanto el splitter frontal como el difusor trasero, que tiene integrada una salida de escape en la parte central. Hacen que se vea mucho más bruto.
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De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.