Esta nueva serie de artículos nos ha llevado a ver cuáles son los mejores Porsche de la historia. Créeme, elegir uno es prácticamente un castigo, y si te pones a pensar te darás cuenta de que así es. ¡Hay un montón! En nuestra redacción hay algunos que son más adeptos de los mejores Ferrari de la historia, y otros prefieren otras marcas. Pero bueno, eso es cuestión de gustos. Igual a ti te gusta más un Citroën Tiburón o un Reliant Regal que todo un Porsche. No te pienso criticar por ello.
Como muchos de los fabricantes de este tipo, la historia de Porsche se forjó en la competición. El primero de sus modelos fue el maravilloso 356. Walter Röhrl se acaba de comprar uno con el motor de un 911 Turbo. Ahí lo dejo. Aunque también es verdad que él tiene dinero y contactos con los que nosotros no podríamos ni soñar. Pero mitos aparte, hay un buen ramillete de modelos entre los que elegir los mejores Porsche de la historia.
Es verdad que en la actualidad su filosofía se ha difuminado un poco entre tanto eléctrico, híbrido y SUV. Pero al César lo que es del César. Es una de las pocas marcas que puede presumir de mantener dignamente su legado. Y eso, con lo complicadas que se están poniendo las cosas para los que nos gusta un buen deportivo y el olor a gasolina, ya es mucho decir. No me extiendo más. Según nosotros mismos y nuestros usuarios, estos son los 5 mejores Porsche de la historia.
Los 5 mejores Porsche de la historia, por HolyCars y sus seguidores
- Porsche 911 930
- Porsche Carrera GT
- Porsche 911 (992) GT3 Touring
- Porsche 964 Turbo S Leichtbau
- Porsche 911 991 GT2 RS
Porsche 911 930, por Víctor Delgado
Voy a ser sincero. Para mí, el mejor Porsche de la historia es el 911 930, o 911 de la Serie G. Es mi coche favorito entre todos los que han existido jamás. De hecho, lo tengo en la maqueta más grande que nunca he tenido, y me costó una pasta. A escala 1:8. Targa. Y rojo. En mi salón está. Pero sabía que si no lo compraba me arrepentiría durante toda mi vida.
Porque reconozco que lo que más me enamora de este coche es su estética. Me encanta con su carrocería roja y sus llantas ennegrecidas, pero ese alerón de cola de pato es que me vuelve loco. Tener uno algún día es un sueño que me trae de cabeza. Fíjate que hasta perdonaría que fuese de otro color. Lo curioso es que no están caros, pues se produjo durante un gran período de tiempo. Las primeras unidades salieron de la fábrica en 1973, y hasta 1989 no llegó la siguiente generación.
Es uno de esos coches de los de antes. Nada más montarte sientes que retrocedes varios años. Arrancas y lo escuchas todo, y los asientos agarran más bien poco. ¡Qué maravilla! Eso por no hablar de su motor bóxer atmosférico de seis cilindros, que llegó a desarrollar 300 CV de potencia y un par motor máximo de 412 Nm. Cambio manual y propulsión trasera. De 0 a 100 en poco más de 5 segundos. Mis compañeros tienen que tener artillería de la buena para superarlo.
Porsche Carrera GT, por Raúl Salinas
Debo confesar que Porsche no es una de mis marcas de referencia, pero cuando hablamos de coches radicales y derivados del mundo de la competición, la cosa cambia. ¡Y mucho! El Porsche Carrera GT es, para mí, el ejemplo del Porsche ideal: chasis monocasco, motor V10 derivado de de Le Mans y un comportamiento absolutamente salvaje, sin ayudas a la conducción.
Y es que poder conducir un coche así por carretera abierta, con el sonido de ese V10 atmosférico aullando detrás de tu espalda, tiene que ser una de las mejores sensaciones que cualquier petrolhead puede vivir. Ese planteamiento tan radical es lo que le hace ser tan especial.
Además, dentro del universo Porsche, donde prácticamente todo se hace buscando la racionalidad y perfección, creo que el Porsche Carrera GT es esa ‘oveja negra’ creada buscando esa irracionalidad de las sensaciones y las emociones. Un coche alemán pero que bien podría pasar por coche ‘latino’. Sin duda, para mí, uno de los hiperdeportivos más impresionantes de la historia. ¡Lo tendría en mi garaje ideal!
Porsche 911 (992) GT3 Touring, por Oriol Llardén
Uno de los Porsche que más me gustan a titulo personal, es el 911 (991) GT3 Touring Package. Cumple con lo que debería ser un coche perfecto para mí, en el día a día. Un vehículo para disfrutar cada día de mi vida con un set up mucho más confortable y usable que el GT3 RS y con un diseño algo más elegante, más bonito, y no tan alocado y radical como la versión de circuito.
Mantiene elementos característicos de su hermano mayor como por ejemplo las llantas mono tuerca o los paragolpes delanteros y traseros, pero elimina el masivo alerón trasero el cual solo se le saca el rendimiento un día al año en el circuito. Es decir… ¡perfección!
Una de las grandes características es que se podía configurar con una caja de cambios manual de 6 relaciones, un elemento muy importante si lo que quieres es sentir al máximo la conexión maquina-humano. El motor, es un bloque de 6 cilindros bóxer atmosférico de 4.0 L que genera 500 CV… más que suficiente para un vehículo de tracción trasera con el que disfrutar todos los días.
Realmente creo que podría ser uno de mis coches perfectos para el día a día, aunque pueda parecer que un biplaza de motor central no se adapte para hacer esta tarea. Puede que el GT3 RS sea muy radical y acabes con la espalda cuadrada, ¿pero este?
Porsche 964 Turbo S Leichtbau, por Sergio Domínguez
Mi generación favorita del 911 es la denominada como 964, justo la siguiente de la que ha escogido mi compañero Víctor. Bien es cierto que el 911 es uno de los modelos que menos ha cambiado su diseño a lo largo de su historia -con permiso del Mercedes Clase G, por ejemplo-, pero para mí la que tiene un mayor toque de modernidad y respeto por el diseño original es la que vio la luz en 1984.
Evidentemente de esta generación me gustan muchas más versiones, pero hoy tocaba elegir uno. Y ese uno solo está acompañado por 85 unidades más, ya que la producción total del 964 Turbo S Leichtbau fue de 86 ejemplares. Se trata de una versión vitaminada del 964 Turbo S, que aumentó su potencia en 61 CV para alcanzar los 381. En Porsche siguieron la receta de aumentar potencia y reducir peso, y sus 1.290 kg totales suponen un ahorro de 180 kg con respecto a la versión normal.
Esas llantas Speedline cromadas, ese color amarillo, ese enorme alerón… en términos estéticos para mí es insuperable. A nivel mecánico evidentemente un Porsche actual lo ha superado, pero para su época era una pasada: cambio manual G50 de cinco velocidades, diferencial autoblocante trasero… uno de los mejores Porsche de la historia.
Porsche 911 991 GT2 RS
Pues bien, el Porsche 911 991 ha sido el elegido por vosotros, nuestro seguidores en Instagram, como el mejor Porsche de la historia. No tenéis mal gusto, no. Hablar de cualquier coche que tenga 700 CV bajo sus entrañas es hablar de una bestia. Y si encima es tan preciosamente brutal como este, la cosa ya se pone seria de verdad. Para mí uno en Miami Blue con vinilos en negro, por favor. Para tomar aquí.
He de reconocer que me he enfrentado a uno en un circuito. Yo iba con una buena máquina, pero que tenía algo menos de un tercio de su potencia. Bien es cierto que pesa mucho menos. Pero es curioso cómo cuando lo ves como un mosquito por el espejo, dos segundos después vuelves a comprobar la situación y ya lo tienes encima. Eso es lo que mola de todo esto, las anécdotas.
Cómo acelera, cómo frena y qué capacidad tiene el cabr** para pasar por las curvas a una velocidad demencial. Lógico, por otra parte, con su 3.8 biturbo y sus frenos cerámicos, que serían capaces de parar una ciudad entera sobre ruedas en menos de 100 m. Pero no me quiero olvidar de su aerodinámica, capaz de generar 400 kg de downforce si tienes lo que hay que tener para llegar con él a los 340 km/h. Cosa fina, ‘hoygan’.
