Si me vas a decir que te acuerdas del Lotus Europa, hay dos opciones encima de la mesa. La primera es que, como yo, seas el típico sabelotodo de coches. Y aun así cuesta, ya que se trata de un modelo que incluso perteneciendo a una marca tan mística como la británica no está entre sus vehículos más famosos. La segunda es que estés mintiendo. Porque sin duda este inglés se merece estar en nuestra serie de grandes olvidados.
Es más que probable, no obstante, que el Lotus Europa no esté entre los mejores Lotus de la historia. Ahora bien, eso no quiere decir que no fuese un deportivo que mereciese la pena. Por que al fin y al cabo seguía la misma filosofía que cualquier modelo de la firma de Norfolk. Ya sabes lo que decía Colin Chapman, su creador. Aquello de «no me multipliques la potencia, divídeme el peso». Y con eso bastaría.
El Lotus Europa, peso pluma
Lo primero que debes saber es que el Lotus Europa del que estoy hablando es del de primera generación, que es el que puedes ver en las imágenes que acompañan este artículo. Porque más de tres décadas después de su desaparición del mercado llegó una segunda entrega. Esto ocurrió en el año 2005, pero esa historia nos da para otro artículo completo de grandes olvidados.
Se trata de un modelo que, como su propio nombre indica, fue pensado para su comercialización en el viejo continente. Un coche que se convirtió en una especie de coupé con hechuras de gran turismo, con la particularidad de que tenía un motor central. Fue uno de los primeros vehículos en unir todas estas características. Hablamos del año 1966, que ya ha llovido desde entonces.
Para impulsar al Lotus Europa, el cual estaba basado en el famoso Elan, se optó por una mecánica de gasolina de 1.5 litros de origen Renault. Solo desarrollaba 82 CV de potencia, pero la receta era perfecta para los más puristas: un sistema de propulsión trasera y una caja de cambios manual, que en este caso era de cuatro relaciones. Su dinámica de conducción era tan buena que llegó a ser comparado incluso con la de un Fórmula 1.
Pero es que su peso superaba por bien poco los 600 kg. Para ponerte en contexto, nuestra unidad de la prueba del Mazda MX-5 pasaba la tonelada por un pelo y está considerado un peso pluma. ¡Cómo han cambiado las cosas! Gracias a eso aceleraba de 0 a 100 km/h en 10 segundos y alcanzaba los 180 km/h de velocidad máxima, unos números muy buenos para la época.
Varias versiones diferentes
Ahora bien, si hablamos de efectividad hay que nombrar al Lotus Europa en su versión Type 57. Desarrollada por Lotus, Ford y Cosworth, fue tocada por la varita de Team Lotus. Contaba con 165 CV de potencia y llegó a competir en las 24 h de Le Mans. En 1968 fue lanzado el S2, con 78 CV y más orientado al confort. Y hasta hubo una versión exclusiva para el mercado yanqui llamada Type 65 que tenía mejores prestaciones y un motor 1.6.
Varios años más tarde, en 1974, se puso a la venta el Europa Type 74 Twin Cam, ya con otro motor y una carrocería realizada en fibra de vidrio. Un 1.6 de 106 CV con el sello de Ford y Lotus. Esta versión fue sustituida por el Europa Special, que fue una de las últimas variantes de este modelo. Un coche que es probable que sea recordado por pocos, y cuya característica más llamativa sea su diseño, en el que primaba la aerodinámica.
Además, has de saber que el Lotus Europa de primera generación también tuvo algunos inconvenientes. Por ejemplo, entrar y salir del coche no era una tarea sencilla. Y su conducción no era la más placentera del mundo, con unos pedales muy unidos entre sí y duros de accionar, fallo del que también adolecía su caja de cambios de cinco velocidades. Por último, su consumo, no era muy alto, y se situaba en algo más de 11 l/100km.
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De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.