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Estos son 5 coches bimotor que consideraban que un motor no era suficiente

Dos divierten más que uno.

Coches bimotor

¿Has oído hablar alguna vez de los coches bimotor? No nos referimos al concepto actual de coche híbrido o eléctrico con varios motores, sino a algo bastante más antiguo. Sí, son muchos los que piensan que hay infinidad de posibilidades para potenciar un solo motor (y no se equivocan), pero también hay quien piensa que dos es mucho mejor que uno. Es por ello que hoy en HolyCars hacemos un viaje a través de los coches bimotor más importantes de la historia.

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Los 5 coches V8 más baratos: ¡lujo y potencia!

Top 5 coches bimotor

Citroën 2CV Sahara

Ocupa el primer puesto en la lista de los mejores coches bimotor porque es esencial para definir este concepto, puesto que de todos los que os vamos a enseñar este es el único habilitado para rodar por tráfico abierto. El Citroën 2CV Sahara nació debido a la necesidad de los altos generales franceses de ocupar zonas territoriales claves en el desierto del Sahara, justo después de la Segunda Guerra Mundial. Para ello la casa francesa se puso manos a la obra y crearon este «engendro».

Coches bimotor

Los dos motores del Citroën 2CV Sahara generaba una potencia conjunta de 24CV extraídos de dos motores independientes, uno en posición delantera longitudinal y otro en posición trasera longitudinal. Cada uno de estos motores generaba 12CV y se conjuntaban a través de una palanca que sincronizaba la transmisión delantera con la trasera.

La tracción 4×4, el bajo peso y la escasa sección de los neumáticos hacía que el 2CV 4×4 Sahara fuera imbatible en el desierto. Como curiosidad, estos dos motores eran independientes, podían funcionar uno independientemente de otro y cada uno tenía su llave de contacto. Se produjeron unas 800 unidades, de las cuales se conservan en la actualidad unas 30, lo que explica su cotización superior a 50.000 euros.

Seat Ibiza Bimotor

El Seat Ibiza nació cuando el acuerdo italo-hispano con Fiat fracasó, momento en el que la firma española estaba en boca de nadie hasta que llegó el grupo Volkswagen. En ese breve lapso de tiempo Seat sacó el Ibiza de primera generación, derivado directamente del Seat Ronda. Este se convirtió en el pequeño de la familia hasta nuestros días.

Coches bimotor

Poco o nada tiene que ver nuestro protagonista con este, ya que su monocasco tuvo que ser modificado para alojar los dos motores. El puente trasero trasero tradicional se sustituyó por un par de suspensiones de tipo McPherson, debido a la imposibilidad de integrar un propulsor sobre un eje rígido. Los dos motores del Seat Ibiza Bimotor estaban colocados en posición transversal, animando cada uno a un eje de propulsión.

Eran motores 1.5 System Porsche derivados de los antiguos 1430 de Fiat, pero esa es otra historia. Estos propulsores, que partían de unos 80 CV cada uno, elevaron su potencia hasta los 140 CV por propulsor y se unían a través de dos cajas de cambios sincronizadas mediante un solo embrague monodisco, generando unos 280 CV. El Seat Ibiza Bimotor se creó para participar en el Grupo B de rallyes, pero Seat tuvo la mala fortuna de ver que cuando el Ibiza Bimotor estaba preparado el Grupo B fue cancelado.

Volkswagen Scirocco Bimotor

Seguimos el listado de los mejores coches con dos motores con el Volkswagen Scirocco Bimotor, otro modelo que fue esperado en el Grupo B de rallyes. En este caso, y viniendo de la casa matriz, cabría esperar un futuro mucho más amable… pero no fue así tampoco para el hermano «chulo» del Golf.

El Scirocco se planteaba de una forma más lógica, y de hecho casi llegó a ser producido. De hecho, sin ir más lejos ya tenía rival, el Audi Sport Quattro. El Scirocco hubiera sido un gran oponente para el mítico modelo de la firma de los cuatro aros, ya que disponía de un reparto de pesos 53/47, una potencia superior al Sport Quattro y un peso contenido a pesar de contar con los dos propulsores.

Coches bimotor

Los propulsores elegidos fueron los del Golf 1.6 GTI MK1, debido a que aún quedaban años para llegar a la producción del mítico 1.8 de la siguiente generación. A este propulsor se le aumentó el desplazamiento a 1.791 centímetros cúbicos, se le aumentó la compresión, se cambió el árbol de levas por uno de mayor cruce y se cambió el sistema de alimentación para ofrecer un mayor caudal.

Todo lo anterior llevó a cada uno de los propulsores a desarrollar unos 180 CV, lo que generaba una potencia combinada de 360 CV. El futuro del Scirocco fue rápidamente frustrado, ya que debido a los altos costes del vehículo y a la fragilidad del sistema que unía los dos propulsores, los altos directivos decidieron no tomar el riesgo de llevarlo a producción.

Alfa Romeo Alfasud Ti Bimotore

No podía faltar en esta lista de los mejores coches bimotor una marca italiana, donde nunca falta un poco de locura. El Alfasud nació como el pequeño de la marca, conocido por muchos por ser un coche problemático, ya fuera por corrosión o por sus propias mecánicas. Sin embargo, para muchos aficionados este coche sabe plasmar el carácter de Alfa Romeo en un utilitario de tracción delantera.

Hubo incluso una versión Ti que reflejaba los valores de la marca, ya que se trataba de un coche con un comportamiento muy dinámico. Pero lo que le faltaba a la casa italiana era un coche prestacional de competición…  y por eso ocupa un espacio en nuestra lista el Alfasud Ti Bimotore.

Coches bimotor

El Alfasud Ti Bimotore siguió la mala racha de los dos anteriores y no llegó a cumplir con su cometido, ya que no pudo competir de forma oficial. Este en concreto conjuntaba en un monocasco dos motores de 80 CV cada uno, uno en el eje delantero y otro en el trasero. Cada uno equipaba su correspondiente caja de cambios y la potencia total del conjunto era de 160 CV, siendo además el primer Alfasud con tracción a las cuatro ruedas. Lamentablemente el pequeño Alfa nunca pasó de la etapa de prototipo.

Mini “Twini”

El último de los integrantes de esta lista de mejores coches con dos motores nos llega desde Inglaterra. Por pequeño que parezca, los ingenieros encargados de llevar el monocasco del Mini a sus límites sabían lo grande que era, tanto literalmente como metafóricamente. Los desarrolladores se las ingeniaron, nunca mejor dicho, para alojar en su interior dos motores de 1.275cc del Mini Cooper S original, creando así el primer mini 8 cilindros. 

El desarrollo se llevó a cabo por parte del Experimental Department de BMC y el coche llegó a competir en la Targa Florio de 1963. Lamentablemente, debido a un problema de sobrecalentamiento en el motor trasero el Mini no pudo demostrar su potencial, el proyecto quedó aparcado y solo se conoce la existencia de una unidad. A pesar de no ser original, mantiene especificaciones generales parecidas a las del “monstruo” original.

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