La prueba del Skoda Kodiaq RS 2021 ha sido una de las que más curiosidad me ha suscitado en los últimos meses. La proliferación de los SUV deportivos a lo largo de los años ha ido creciendo y creciendo. Sin embargo, lo normal es que te pidieran un buen puñado de decenas de miles de euros por una unidad. Es cierto que este no es el modelo más barato del mercado, pero no hay duda de que se ofrece a un precio muy justo.Así que de primeras, este análisis del Skoda Kodiaq RS empieza con buen pie. Tan solo tengo que mirar su ficha técnica para comprender que da mucho a cambio de no demasiado dinero. La cosa empieza bien. Pero es que no es solo eso. También tiene una imagen muy atractiva, a lo que hay que sumar igualmente un espacio interior superlativo y una cantidad de equipamiento de serie más que atractiva. ¡Vamos a ver qué tal está en profundidad!
Prueba del Skoda Kodiaq RS 2021
Se le ve atractivo… y bruto
La imagen frontal resulta hasta intimidante. Tiene una parrilla oscurecida y muy grande que comparte con la unidad de nuestra prueba del Skoda Karoq. Los grupos ópticos y la firma luminosa LED también tiene el sello Skoda, y los paragolpes son específicos, más agresivos que en resto de versiones. Además, hay más detalles en negro, como las carcasas de los espejos retrovisores o las barras del techo.
En el perfil, más formas llenas de ángulos y músculos. Las llantas tienen 20 pulgadas y son exclusivas, y la línea de cintura está muy marcada. Y qué te voy a contar de medidas, pues que es enorme. 4,70 m de longitud, 1,88 de anchura y 1,69 de altura, con una batalla de 2,79 m. Estas cotas le convierten en quizá el máximo rival de un coche como el de nuestra prueba del Seat Tarraco TDI.
La tendencia continúa en la trasera, con unos pilotos llenos de líneas rectas y una línea roja bajo el portón que es característica de esta variante. Además, hay detalles como la chapita característica del RS o unas salidas de escape, una a cada lado, en las que no hay ni trampa ni cartón: el humo sale por ahí.
Bien de calidad y equipamiento
Dentro empiezo por los asientos. Unos semibaquets preciosos que combinan a la perfección deportividad y comodidad. Sujetan bien y están forrados en Alcantara, mientras que las costuras son rojas. Algo que también lo vemos en el volante o el cambio de marchas. El ajuste, por cierto, es eléctrico. La instrumentación está reflejada en una pantalla de 12,3 pulgadas que es configurable, no solo cambia el colorcito de las esferas.
Mientras tanto, el display del sistema de infoentretenimiento en esta unidad tiene 9,2 pulgadas, aunque la de serie es de 8. La conectividad es total, y es muy intuitiva y fácil de manejar, así como rápida. Y los gráficos son buenos. Eso sí, me gustaría que hubiera una ruleta para manejar el sistema de audio, y no botones táctiles. Creo que es una tendencia muy peligrosa que se está poniendo de moda ya que distrae más que si hubiera un botón físico. Eso sí, el sonido es excelente.
Es un sistema firmado por Canton que dispone de 10 altavoces y 575 watios de potencia. Lo mejor es que es un extra que cuesta menos de 500 euros. En cuanto al volante, tiene un tacto muy bueno con cuero micro perforado. No le sobraría un poco más de mullido, pero en términos generales está genial. Y la calidad en el habitáculo mezcla partes gomosas, como la zona superior del salpicadero, con algunos paneles de plástico que intentan imitar al carbono, como el que hay delante del copiloto. Globalmente es de notable y no le pongo peros.
Pero mejor aún de espacio
La apertura de las puertas traseras es enorme. Pero el interior tiene tela. De espacio va muy sobrado y alguien de más de dos metros de altura no creo que tuviese demasiados problemas para acomodarse. El asiento central está muy bien por amplitud, pero no tanto por anchura. Y las plazas laterales son calefactables. Por supuesto hay dos salidas de climatización, pero lo que me sorprende es que cuenta con un enchufe como el de casa.
La tercera fila de asientos tiene un acceso más complicado. No tienes que ser contorsionista, pero no es tan sencillo. El hecho de que la banqueta de la segunda fila sea corredera le da más espacio, pero se lo roba a los pasajeros de esta segunda fila. Para un apaño, no obstante, no va mal. El maletero es muy grande. Con las siete plazas operativas hay 230 litros de capacidad, mientras que con cinco crece hasta los 520 o 720 litros, dependiendo de la posición de la banqueta. Y si se abate también esta fila se obtienen 1.950 litros.
Prueba del Skoda Kodiaq RS 2021: corre mucho. Pero mucho
A nivel de conducción quiero empezar esta prueba del Kodiaq RS por el empuje que tiene. A pesar de pesar, valga la redundancia, más de 1.900 kg, al pisar a fondo el acelerador es un avión. Al final, los 240 CV de potencia y 500 Nm de par motor máximo (sí, 500) se hacen valer. Yo creo que si le pusieras alas en los laterales, podrías despegar con él. Bueno, y luego está el sonido.
Parece un V8 tanto al ralentí como al acelerar, pero lógicamente está modificado por el sistema de audio, algo que se puede desconectar si lo prefieres. Está bien. Lo ideal es que suene de verdad, pero puestos a elegir yo prefiero esto antes del sonido a turbodiésel. El motor es un bloque 2.0 TDI de cuatro cilindros utilizado en otros modelos del Grupo Volkswagen, como el de nuestra prueba del Volkswagen Tiguan.
Va ligado a la maravillosa transmisión automática DSG de doble embrague, que en este caso tiene siete velocidades. Con todo, acelera de 0 a 100 km/h en 7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 225 km/h. A propósito del cambio, resulta muy rápido tanto en reducciones como al subir de marcha, y encima es suave. Puedes cambiar de manera secuencial a través de las levas que hay detrás del volante, que me parecen un poco pequeñas.
Eso sí, este pequeño inconveniente se puede subsanar con el hecho de que giren con el propio volante. De esta forma siempre sabes dónde se encuentran. O de la palanca, empujándola hacia delante o hacia atrás. Con este tonelaje y esta potencia el consumo del Skoda Kodiaq RS homologado en ciclo mixto según el ciclo WLTP es de 8 l/100km, lo cual creo que está muy bien. Y lo mejor es que no miente.
En una conducción mixta esa ha sido exactamente la cifra que he obtenido después de hacer unos 500 km con él. Además, el coeficiente aerodinámico tampoco le beneficia, ya que son 0,34 Cx, bastante alto. Sea como fuere, tengo sensaciones encontradas con este coche. Me explico: si para ti la deportividad es ir muy rápido en línea recta, sin duda se merece las siglas RS. Si prefieres disfrutar en una buena carretera revirada, pues no.
Digamos que tiene un buen puñado de agilidad y rapidez en relación a casi cualquier SUV, pero no es un vehículo eminentemente deportivo. Su rodar es comodísimo y está preparado para hacer muchos km sin que te canses. Y la visibilidad, como buen SUV, es estupenda en todos los ángulos. Ahora bien, tiene algunos añadidos picantones, como una suspensión adaptativa con un tarado específico que no deja de ser cómoda incluso en el modo más deportivo.
Además, dispone de una dirección más directa que creo que está muy lograda por tacto y unos frenos más grandes, con discos de 340 mm en el eje delantero y de 310 en el trasero. Mientras tanto, los modos de conducción son cinco: Eco, Comfort, Sport, Nieve e Individual, este último configurable. Si cambias paulatinamente no se notan demasiado los cambios, pero si te saltas escalones, por así decirlo, como cambiando del Eco al Sport, sí que hay diferencia.
La cuestión es que tiene un botón aparte para Offroad. Algo con mucho sentido en un coche con tracción 4x4 conectable automáticamente mediante un embrague Haldex, que quiere decir que en condiciones normales circula en tracción delantera pero que si la electrónica detecta que hay posibilidad de perder motricidad, conecta inmediatamente el trasero, y con una altura libre al suelo de 19 cm.
Motores, acabados y precio del Skoda Kodiaq RS
El precio del Skoda Kodiaq RS arranca en algo menos de 40.000 euros con los descuentos que hay en este momento. Está claro que no son los veintitantosmil que cuesta el Kodiaq estándar, pero te invito a buscar un modelo que tenga este espacio, esta tecnología, este equipamiento de serie, estas prestaciones y este consumo por menos de esa cantidad. Ya te lo digo yo: no lo hay. Y eso es, precisamente, lo que le hace realmente interesante.
Conclusión de la prueba del Skoda Kodiaq RS 2021
Siempre he sido un fiel defensor de que un SUV debe llevar un motor diésel en la mayoría de los casos. Y puedo decir, después de hacer esta prueba del Skoda Kodiaq RS 2021, que me reafirmo en mi pensamiento. No solo empuja como un condenado gracias a su potencia y a su par motor máximo. Es que también gasta muy poco en relación a sus prestaciones. No le falta fuerza en ningún momento y la combinación con la tracción total es perfecta.
Cierto es que, según mi opinión del Skoda Kodiaq RS, no se trata de un coche deportivo. Es imposible que lo sea por inercias derivadas de su peso y por altura libre con respecto al suelo. Pero corre mucho y se desenvuelve muy bien en cualquier circunstancia. Porque es que además es comodísimo. Por su parte, resulta muy tecnológico, seguro, de calidad y espacioso. Y es precisamente esto último lo que le convierte en el perfecto SUV familiar.
Nota HolyCars: 8,5.
Ficha técnica
- Medidas (largo/ancho/alto): 4.699/1.882/1.685 mm.
- Puertas: 5.
- Plazas: 7.
- Maletero: 715 litros (230 litros con las siete plazas operativas).
- Peso: 1.913 kg.
- Combustible: diésel.
- Motor: 1.968 cc.
- Potencia: 240 CV.
- Par motor máximo: 500 Nm.
- Cambio de marchas: automático de siete velocidades.
- 0 a 100 km/h: 7,0 segundos.
- Velocidad máxima: 225 km/h.
- Consumo de combustible en ciclo combinado: 8,0 l/100km.
Galería de imágenes
De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.