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Prototipos que molan: Lamborghini Marzal

Un gran turismo de cuatro plazas diseñado por Bertone.

Lamborghini Marzal

El Lamborghini Marzal es uno de esos coches que suelen quedarse en el olvido. Máxime si tenemos en cuenta que ni siquiera llegó a producirse. Se quedó como un prototipo, si bien se trataba de un concept car de lo más espectacular. Quizás no pueda entrar en la lista de los mejores Lamborghini de la historia, pero me parece que este modelo merece ser recordado a pesar de que no haya estado jamás a la venta.Suscríbete al canal de YouTube de HolyCarsDe hecho, a pesar de que el Lamborghini Marzal nunca se fabricase como vehículo de producción no implica que no haya sido influyente en la firma de Sant’Agata Bolognese. Según el propio Ferruccio, la idea de comercializarlo nunca estuvo en los planes de la compañía. Pero sí que representó un ejercicio de diseño de lo más innovador que adelantó las futuras líneas de los próximos modelos lanzados por Lamborghini.

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El Lamborghini Marzal, con sello Gandini

Si por algo llama la atención el Lamborghini Marzal es, precisamente, por su imagen atrevida. Desvelado en el Salón de Ginebra de 1967, el afamado Bertone fue el elegido para darle forma a este prototipo de la mano de Marcello Gandini. Un vehículo de cuatro plazas con algunas soluciones de diseño que podrían catalogarse como adelantadas a su tiempo. Pero lo cierto es que tampoco ha habido muchos coches desde su presentación que hayan incluido estas características.

El Lamborghini que más se asemejó a él fue el Espada, que se dio a conocer en 1968, justo un año más tarde. Un gran turismo de tres puertas y cuatro plazas del que se comercializaron algo más de 1.200 unidades en una década a la venta. Pero no me quiero detener demasiado en él ya que este modelo pertenece a nuestra categoría de grandes olvidados, no a prototipos que molan.

Lamborghini Marzal

El Lamborghini Marzal tenía las formas propias de un coupé y su longitud era de 4,45 m, por 1,70 m de anchura y tan solo 1,10 m de altura. Además, su distancia entre ejes llegaba a los 2,60 m, lo que le valía para homologar cuatro plazas. Ahora bien, lo que de verdad hacía que se te saliesen los ojos de las cuencas eran sus puertas. Se abrían hacia arriba, tipo ‘alas de gaviota’, y estaban acristaladas en su totalidad… salvo su estructura. La superficie acristalada de la carrocería, por tanto, era bestial, y ocupaba 4,5 m2. Una barbaridad.

Motor y prestaciones: no era para tanto…

El motor del Lamborghini Marzal no era el propio de un superdeportivo, sino algo mucho más normalito. Un bloque de gasolina de 2.0 litros y seis cilindros con 175 CV que se ubicaba en la parte trasera del vehículo. Esto hizo que sus prestaciones tampoco fueran demasiado buenas: aceleraba de 0 a 100 km/h en 9,4 segundos. Y eso con un peso de tan solo 1.220 kg.

Lamborghini Marzal

Lo que realmente ha hecho especial al Lamborghini Marzal con el paso del tiempo ha sido que solamente se construyó una unidad, que aún se conserva. Otro hito conseguido por este coche fue que el príncipe Rainiero III lo condujese en el desfile que hay antes del GP de Mónaco de Fórmula 1 de 1967, meses después de que fuera presentado en Ginebra.

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