Cuando llega el invierno suelen aparecer por todas partes una serie de artículos explicativos en los que se dan varios consejos para preparar el coche ante las bajas temperaturas. Se suele decir que se equipen cadenas, que se disponga de una rasqueta para el hielo, que se comprueben los niveles… y casi siempre, que se compruebe el estado de la batería.
Y es que este elemento, aparentemente simple pero muy importante, sufre mucho las bajas temperaturas. Lo que no se suele anunciar tanto es que del mismo modo que el frío extremo reduce su eficiacia, el calor también lo hace. En efecto, según parece las altas temperaturas provocadas por la llegada de la época estival origina una reducción en la vida de la batería del coche.
Tanto es así que algunos expertos en la materia anuncian que el funcionamiento de este componente podría reducirse en hasta un 50% por culpa del calor. Algo de lo que, por cierto, en España vamos sobrados. Para llegar a esa conclusión varias compañías aseguradoras han realizado un estudio en el que aseguran que la mitad de las asistencias que se
producen en carretera se deben a fallos eléctricos, y de ellos un 30% corresponden a la batería.
El funcionamiento óptimo de la batería de un coche se sitúa en torno a los 25ºC, y es por ese motivo que la primavera y el otoño son épocas benévolas, pero el invierno y el verano son muy perjudiciales. Eso sí, el problema es similar al que sucede con el frío: la batería trabaja a una temperatura superior a la recomendada, por lo que se descarga mucho más rápido e incluso puede llegar a sufrir una avería. Pero, ¿cuál es la solución?
¿Qué hacer para evitar el desgaste de la batería del coche por las altas temperaturas?
Es evidente que si la temperatura óptima de funcionamiento de un elemento es de 25ºC y la temperatura ambiental es de 40ºC no tenemos muchas opciones. Es por ello que la solución más lógica es también la más recomendable. Según apunta Rafael Fernández, fundador y CEO de la empresa CEMA Baterías, «contar con baterías de calidad y de primeros fabricantes mundiales garantiza por un lado obtener una mayor vida de la batería, y por otro una mayor resistencia a los cambios de temperatura extremos».
Una de las primeras cosas que hemos de revisar es el cuadro de instrumentos, en el cual se encuentra una luz indicadora del estado de la batería. En este sentido, Fernández asegura que «si se mantiene encendida la luz del visor de fallo es mejor no pensárselo, ya que pronto esta nos dará error. Aparte, si el coche tiene dificultades al arrancar, el motor de arranque patina a veces o le falta fuerza de giro quiere decir que la batería no tiene suficiente energía para poner en marcha todos los componentes del motor».
Todo ello conlleva a lo que seguramente a todos nos ha pasado: fallan los componentes eléctricos, no se activa la calefacción o el aire acondicionado… o incluso podemos llegar a ver como el coche «ha muerto». En resumen, las soluciones mágicas no existen… pero realizar un buen mantenimiento de la batería del coche nos ayudará a evitar los problemas derivados de las altas temperaturas.
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Mis padres dicen que cuando era pequeño me aprendí antes las marcas de coches que la tabla del 1. Ahora me sé todas las marcas, pero si sumo 2+2 me da decimal. Los coches son mi pasión, mi sueño era probarlos y escribir sobre ellos algún día… y aquí estoy. Aunque bueno, también me gusta la pizza y no ando escribiendo de ella por ahí.