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Un BMW Z3 V12: con un preciado motor en sus entrañas

Un BMW Z3 de lo más especial con un secreto en su interior: un motor V12

El otro día os hablábamos de la inminente extinción de los motores V12 de la mano del Ferrari GTC4Lusso, y hoy volvemos a sacar el tema gracias a este curioso BMW Z3 con motor V12. Y es que la casa bávara que dio cobijo en su día al emblemático deportivo, también hizo uso otra de esta fantástica rara avis para dar vida tanto a berlinas como a deportivos de ensueño. Sin embargo, un prototipo que nunca llegó a ver la luz ocupa hoy vuestras pantallas con un objetivo: seguir dando la cabida que merecen los motores V12.

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Sin lugar a dudas, BMW es una de las marcas que más ha jugado con sus prototipos, creando rarezas y vehículos por los que venderíamos un riñón y parte del otro para que llegasen a las líneas de producción. En este segundo grupo entra este Z3, unidad que ha salido del garaje secreto de la firma alemana para ponernos los dientes largos.

BMW Z3 V12: ¡de lo más especial!

Cierto es que BMW no ha desvelado los entresijos que se esconden detrás de este curioso experimento, pero podemos apreciar algunos detalles que pueden ayudarnos a entender su razón de ser. Para ser más concretos, el propulsor que se esconde en el vano motor del pequeño -pero matón- Z3 pertenece a la familia M73. en otras palabras: un bloque V12 atmosférico de 5.4 litros que se encontraba en la tesitura de producir 326 CV y 490 Nm de par.

BMW Z3 V12

Esta obra de la ingeniería digna de guardar como oro en paño a día de hoy, se encargó en el pasado de dar vida al Serie 7 E38 y al primer Serie 8. Sin lugar a dudas, se trataba de un motor más bien enfocado a animar a vehículos con un propósito muy claro: realizar largos viajes a alta velocidad y disfrutando de un confort sin precedentes.

El Z3 no era un coche concebido para cumplir con dicha misión, motivo por el que tal vez este V12 no encajaría demasiado bien en el deportivo. Y es que, si lo pensamos fríamente, estaríamos hablando de un reparto de pesos desigual, una clara tendencia al subviraje y, tal vez, una sentencia de muerte para la esencia del BMW Z3. Pero, ¿y lo que molan experimentos así?

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