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Prueba del BMW Serie 1: el cambio lógico

Probamos la nueva generación del compacto alemán para descubrir si sigue siendo tan deportivo como el modelo anterior.

No es una novedad que las empresas solo piensan en hacer dinero. Desde siempre, llegar a los objetivos de venta y ganar dinero, ha sido la finalidad de cualquier empresa. ¿Y por qué digo esto aquí, si el tema que nos ocupa es la prueba del BMW Serie 1? Sigue leyendo y lo sabrás.

La unidad que he podido probar corresponde a la tercera generación del compacto alemán. Pero a diferencia de las dos generaciones anteriores, esta vez el cambio ha sido total. Lo más destacable (y polémico) ha sido el cambio de plataforma, mediante el cual el BMW Serie 1 ha perdido su característica propulsión trasera en favor de la tracción delantera.

Pensándolo fríamente, tiene todo el sentido del mundo que la firma alemana haya decidido tomar esta decisión, ya que si preguntáis por la calle a los conductores aleatoriamente, tan solo una minoría os sabría decir si su coche es de tracción o propulsión. Y aunque todos lo sepamos y nos guste la tracción trasera, la realidad es otra. Me explico: esto no es cuestión de  que te guste o no te guste (que también), sino que es cuestión de prioridades.

Voy a poner un ejemplo tonto: antes de desembolsar una cantidad de dinero considerable en un coche, hay que pararse a pensar si realmente al tener tracción trasera puede tener las mismas ventajas prácticas que las que ofrece un un tracción delantera, tanto en el presente como en el futuro. Y lo cierto es que no. Para muestra, un botón:

Motivos negativos

  • Un vehículo de propulsión trasera es más costoso de fabricar.
  • Debido al primer motivo, es más difícil igualar los precios de mercado al de los demás compactos del segmento C.
  • Por cada venta, se saca un margen de beneficio menor.
  • Menor espacio en las plazas delanteras, ya que el motor va montado longitudinalmente para conectar la transmisión y el eje trasero.
  • Del mismo modo, menor espacio en las plazas traseras, ya que el túnel central acostumbra a ser más grande.
  • Finalmente, se pierde algo de espacio en el maletero.

Motivos positivos:

  • El reparto de pesos es mucho mejor, casi del 50/50.
  • Un tracción trasera suele transmitir mejores sensaciones al volante y más diversión.
  • Como hay pocos modelos así, es sinónimo de exclusividad.

Sí, se que a muchos de vosotros ya os he vendido el coche con los cuatro motivos positivos, pero hay que entender que somos una minoría. La otra inmensa mayoría, al entrar por la puerta del concesionario lo primero que hacen es tomarse un café, y lo segundo que hacen es ir a ver el precio del coche y su espacio general. Justamente, dos de los aspectos negativos que tenía la anterior generación F20 del Serie 1. ¿Casualidad?

La decisión de BMW es muy acertada, aunque no nos guste

Hasta ahora, el anterior Serie 1 podía presumir de ser el único compacto del Segmento C del mercado con propulsión trasera y motor longitudinal. Pero lo cierto es que las necesidades del mercado han acabado comiéndose a un soldado más. Así que deja de mirar con mala cara a BMW y empieza a pensar que quien realmente tiene la culpa es probablemente tu vecino. ¿Entendéis mejor por qué BMW ha tomado esta decisión ahora?

Pero dejemos de quejarnos y vamos a ver cómo es realmente el BMW Serie 1 de esta prueba. Se trata de un modelo totalmente nuevo, que llega para revolucionar de nuevo el mercado de los compactos y complicarles la vida a sus competidores más directos: el Mercedes clase A y el Audi A3.

El cambio de plataforma, como es lógico, ha variado mucho las líneas de diseño que tenia hasta ahora. Mientras conducía por las calles de Barcelona, más de uno me dijo que le gustaba mi ‘X2’… y la verdad es que, si te paras a pensarlo, sí que tiene una retirada al X2 y al Serie 2 Active Tourer, pero con un estilo que tira algo más al de un crossover.

Exterior: un diseño muy cambiado

Los cambios han sido notables en su exterior; ahora más que nunca el Serie 1 tiene una estética muy agresiva, ángulos afilados en cada parte de su carrocería y detalles que le dan mucho músculo, como la nueva parrilla (que ahora es de una sola pieza). De hecho, el protagonismo de la parrilla es mayor y destaca respecto a los dos riñones individuales que figuraban en la versión anterior.

Otra cosa que me llama mucho la atención son las ópticas alargadas, que empiezan casi tocando la parrilla y acaban en la frontera entre el paragolpes delantero y la aleta lateral. Unos faros enormes equipados con tecnología LED de serie, que le sientan fenomenal al nuevo Serie 1 tanto en su vista frontal como en la lateral.

Atentos, porque hay detalles muy buenos por parte de la firma alemana

A diferencia de otras marcas o modelos, esta vez en BMW se han esforzado en hacer unos acabados exteriores más sensatos. En los laterales del paragolpes frontal, se pueden apreciar dos entradas de aire que son reales. ¡Reales! Ya era hora de ir cambiando el chip e ir haciendo las cosas bien así que… ¡punto para BMW!

Hay que tener en cuenta que el BMW Serie 1 de esta prueba está equipado con el pack M tanto el exterior como en el interior, por lo que sus acabados son todavía más deportivos. Pero además, esta unidad no solo cuenta con el pack M, sino que también dispone de opcionales que lo hacen más atractivo… y que cuestan un dinerito curioso. Una de las cosas que más me han gustado son las llantas de 18 pulgadas (1.432 euros) y los espectaculares frenos deportivos M (730 euros). Si añadimos estos dos opcionales, el vehículo no solo será más atractivo, sino que también mejorará las prestaciones dinámicas en la conducción.

Y finalmente, el elemento exterior que más pasmado nos ha dejado a todos son las nuevas salidas de escape REALES (otra vez) que habitan una en cada lado del paragolpes trasero. Incluso me parecen algo exageradas para un compacto diésel de 150 CV. Pero bueno, ¡fenomenal! A mi siempre me han dicho que más vale que sobre que no que falte.

Interior: auténtica revolución

El interior del nuevo BMW Serie 1 ha recibido un cambio absolutamente espectacular. Al anterior modelo le hacía falta una renovación, y la marca ha cumplido con nota su objetivo, consiguiendo un habitáculo mucho más ordenado y simplificado. Cuenta con dos pantallas que sustituyen gran parte de la botonería que había anteriormente y dejan un interior mucho más minimalista.

El sistema BMW Live Cockpit Professional con sistema de navegación con autoaprendizaje incluye un cuadro de instrumentos de alta resolución, con una impresionante pantalla de 26,04 cm (10,25 pulgadas) detrás del volante y un display de control de 26,04 cm (10,25 pulgadas) en la consola central.

Pero en el interior no todo son pantallas, a diferencia de algunos de los nuevos modelos de Audi. Los diseñadores muniqueses se han esforzado mucho para conseguir un equilibrio sano entre pantallas y botonería convencional, algo que sinceramente agradezco, especialmente en lo que respecta al manejo del sistema de climatización.

Otro aspecto que BMW ha mejorado mucho son las calidades y los ajustes en general, siendo para mí incluo mejores que los de Mercedes pero quedando algo por debajo de los acabados metálicos de Audi. Eso sí, como ya ocurría en el exterior, el interior también cuenta algún que otro opcional muy evidente.

Un equipamiento de lo más completo

Aunque su dotación de serie ya cuenta con elementos como el sistema de frenada de emergencia en ciudad con reconocimiento de peatones y ciclistas o la alerta por cambio involuntario de carril, dispone de una serie de suculentos opcionales. A continuación te muestro los más destacables, que formaban parte de la dotación de nuestro Serie 1: el citado BMW Live Cockpit Professional  (367 euros), la carga inalámbrica para el Smartphone (473 euros), los asientos deportivos M tipo backet y forrados en Alcántara (592 euros), el volante M (disponible con el acabado M Sport) y el Driving Assistant (888 euros).

Por su parte, los servicios Connected Drive vienen completamente de serie y nos permiten conocer múltiples parámetros del coche e incluso interactuar con él remotamente. Disponible tanto para Apple, como para Android, podremos bajarnos la app BMW Connected Drive para consultar si el vehículo está cerrado o no, saber donde está, enviarle direcciones desde el móvil al navegador del coche, etc… ¡muy recomendable!

Así pues, está claro que con la configuración de esta prueba del BMW Serie 1 nos queda un coche muy completo y atractivo, aunque su precio se dispara a los cuarenta mil euros aproximadamente. Sea como sea, después de revisar el coche en general toca probarlo en carretera. De hecho, puede que esta sea la prueba más complicada de todas para esta nueva generación, por los cambios estructurales que antes mencionaba.

Prueba del BMW Serie 1: nos ponemos al volante

Al subirme lo primero que hago es ajustar mi posición de conducción. Y me doy cuenta de que me cuesta más de lo habitual encontrarla. Nada grave, pero no empezamos bien… Una vez la he encontrado, me pongo en marcha. Y ahora es cuando empiezo a percibir sus notables diferencias en el apartado dinámico.

La unidad que hemos escogido para realizar esta prueba del BMW Serie 1 corresponde a la versión 118d, que monta un motor transversal diésel de 4 cilindros. Su potencia es de 150 CV y su par de unos nada despreciables 350 Nm, que empujan con la gracia que esperas, ni más ni menos.

También tenemos a nuestra disposición la suspensión deportiva M con perfil bajo, la cual favorece muchísimo la estabilidad en curva. Así pues, podemos decir que el comportamiento es deportivo y sigue teniendo unas muy buenas prestaciones, especialmente si tenemos en cuenta el modelo que es y la motorización que equipa. De hecho, con la configuración de esta unidad sería posible equipar motores más potentes, tanto por chasis como por suspensiones y frenos.

¿Sigue manteniendo la deportividad de un BMW?

Bueno… sí pero no. Me explico. En algo se tiene que notar la ausencia del motor longitudinal, y es que cuando rodamos a un ritmo elevado el coche tiende a subvirar, especialmente en curvas cerradas y si sobrepasamos el límite. Evidentemente esto también ocurría antes, pero se podía apurar bastante más. Así pues, conducir sin que se vaya de morro es ahora un poco más difícil si vamos muy rápido.

Y como pasa en otros compactos deportivos de tracción delantera, es fácil que al salir de una curva y pisar a fondo perdamos tracción en el eje delantero. Y sí, sé que son 150 CV (que tampoco es mucho), pero basta que haya un poco de humedad o tengamos los neumáticos en mal estado para que el coche no se mueva del sitio. Más allá de la perdida de tracción, tampoco es agradable perder el feeling en la dirección cuando esto ocurre. En definitiva, que se ha perdido un poco en cuanto a sensaciones, pero sigue siendo posible ir muy rápido con algo de destreza.

grupos de marcas de coches bmw

También se ha perdido un poco en cuanto a diversión. Pero solo para unos pocos. La gente amante del drift o de pasárselo en grande con un coche de precio «razonable» lo tiene complicado con este Serie 1. Pero para el que esté buscando un compacto con un diseño deportivo y una buena habitabilidad, es perfecto. Así pues, si queremos un coche con tracción trasera por un precio competitivo tendremos que conformarnos comprando una unidad de segunda mano o algún deportivo barato, como por ejemplo un Mazda MX-5 o un Abarth 124 Spider, que por algo más de 25.000 € pueden ser tuyos.

Conclusión

La prueba del BMW Serie 1 me ha confirmado lo que pensaba: la nueva generación ha perdido en sensaciones y diversión, pero no ha perdido prácticamente nada en deportividad. En cambio, lo que sí ha hecho es ganar. Ha ganado en muchos aspectos prácticos, como en la capacidad del maletero (380 litros) o en el espacio para los pasajeros tanto en la fila delantera como en la trasera.

Es un coche que ha pasado de ser un adolescente macarra que va con su grupo de amigos a madurar y convertirse en alguien más serio y social con todos los demás ciudadanos. Sin duda, esta nueva generación se venderá en grandes cantidades y mejorará las vidas de las pequeñas familias que busquen un compacto muy usable en el día a día. Pero con él, BMW ha dejado huérfano al cliente habitual, y eso no me gusta porque yo soy uno de ellos.

Nota HolyCars TV: 8,5.

Ficha técnica

  • Medidas (largo/ancho/alto): 4.319/1.799/1.434 mm.
  • Puertas: 5.
  • Plazas: 5.
  • Maletero: 380 litros.
  • Peso: 1.475 kg.
  • Combustible: diésel.
  • Motor: 1.995 cc.
  • Potencia: 150 CV.
  • Par motor máximo: 350 Nm.
  • Cambio de marchas: manual de seis velocidades
  • 0 a 100 km/h: 8,5 segundos.
  • Velocidad máxima: 218 km/h.
  • Consumo de combustible en ciclo combinado: 4,7 l/100km.

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