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El Koenigsegg Regera bate el récord mundial de 0-400-0 km/h (con vídeo)

Con un registro de 31,49 segundos, es 1,8 segundos más rápido que el Koenigsegg Agera RS que ostentaba el récord anterior

El Koenigsegg Regera ha batido el récord mundial de 0-400-0 km/h, convirtiéndose en el coche más rápido del mundo en acelerar hasta los 400 km/h y volver a detenerse. La marca sueca ya había registrado un espectacular tiempo de 33,29 segundos hace casi dos años en Nevada con un Agera RS, pero el pasado día 23 de septiembre en el aeródromo militar de Råda (Suecia) su hermano Regera pulverizó esa marca en nada menos que 1,8 segundos.

Además, lo hizo con un modelo completamente de serie, al que únicamente se le había instalado una jaula antivuelco y un arnés de cuatro puntos para garantizar la seguridad del conductor.

Como podéis ver en el siguiente vídeo, al piloto de la marca Sonny Persson tan solo le hacen falta 22,87 segundos para alcanzar los 400 km/h y 8,62 más para frenar por completo, registrando un tiempo total de 31,49 segundos.

Uno de los elementos que más sorprenden del vídeo es la manera que tiene el Regera de acelerar hasta que, «misteriosamente», deja de hacerlo al llegar a los 400 km/h. Esto es así porque la velocidad máxima está limitada por revoluciones, y porque en realidad a 400 por hora vas en la misma marcha que a 10: en «primera».

En efecto, el Regera tiene una transmisión de una sola velocidad, que se encarga de transmitir al asfalto los 1.500 cv y 2.000 Nm de par que generan tanto su espectacular motor 5.0 V8 biturbo como sus tres motores eléctricos, alimentados por una batería de 9,2 kWh.

Regera

A propósito de este hecho el propio CEO de la marca, Cristian von Koenigsegg, comentó durante el test que «esta era una buena oportunidad de mostrar las capacidades reales del Regera y su genuina transmisión Direct Drive. Como el Regera tiene sólo una marcha teníamos que hacer uso de ella desde parado hasta la velocidad máxima del récord, 403 km/h, limitada por rpm».

Así pues, el superdeportivo sueco recorrió una distancia de 1.613,2 metros hasta que su velocímetro marcó 400 km/h, y desde ese instante se volvió a parar completamente en 435,26 metros más. ¿Os imagináis lo que debe suponer frenar a fondo durante casi medio kilómetro? No sé si cualquier cuello estaría preparado para aguantar esas enormes fuerzas G, pero creo que correría el riesgo solo por vivir la experiencia.

Rápido, ¿verdad? Pues aún podría haberlo sido más

Las condiciones climáticas del aeródromo de Råda para que el Koenigsegg Regera batiera el récord eran prácticamente perfectas: situado a una altura de 70 metros sobre el nivel del mar, el día en cuestión fue soleado y sin viento. Como la pista «solo» tenía 2.000 metros de longitud, los técnicos habilitaron una calle de rodaje para ganar 300 metros extra y realizar la maniobra con seguridad, aunque finalmente el Regera utilizó 2.048,46 metros.

Pero lo verdaderamente espectacular es que el tiempo final aún podría haber sido más rápido y la maniobra se podría haber completado en menos de 2.000 metros. De hecho, desde la propia marca reconocieron que «como la pista normalmente no se usa y está inactiva, la superficie no era buena para la tracción. Además, no era posible conducir en línea recta, porque había que esquivar algunos baches».

Koenigsegg Regera

Lo típico, ir a 400 por hora esquivando baches… Lo que está claro es que si llegan a tener una pista completamente lisa y un asfalto con mejor agarre todavía hubieran ido más rápido. Puede más adelante intenten batir nuevamente el récord con un Koenigsegg Regera, o puede que le cedan ese privilegio al nuevo miembro de la familia, el Jesko. Sea como sea, será insultantemente rápido.