El mundo del motor ha tenido coches de toda índole, desde preciosas obras de artes sobre ruedas hasta vehículos a los que resulta difícil mirar, auténticos coches que son como patitos feos. Sin embargo, algunos de los pertenecientes a este último grupo les ha pasado como al buen vino, que han mejorado con el paso del tiempo.
Y es que después de acumular unos cuantos años a sus espaldas, estos coches se están empezando a apreciar con otros ojos, ganándose a pulso un hueco en nuestros corazones. Con esta premisa, hoy os traemos 5 coches considerados patitos feos y que hoy en día se han convertido en cisnes.
5 coches patitos feos que hoy son cisnes
Porsche 911 (996)
Porsche siempre ha presumido del Porsche 911, uno de los deportivos más emblemáticos de todos los tiempos. Durante toda su vida, el nueveonce ha destacado por ser un vehículo prestacional, eficaz y, sobre todo, apto para el día a día. Estas características siempre se han combinado con una estética bonita y digna de admirar… pero algo sucedió en la generación 996.
Este es uno de los pocos coches patitos feos de la marca de Stuttgart, porque con él llegó el apodo del 911 con «los faros huevos fritos», el cual se ganó por la forma de sus faros delanteros y por los intermitentes naranjas. Es cierto que, quitando este detalle, en todos los demás aspectos era un 911 con todas las de la ley. Pero hoy en día creemos que se ha convertido en cisne porque seamos sinceros, ¿realmente le haríais un asco a un Porsche 911 (996) Carrera 4S?
Ferrari 612 Scaglietti
Ferrari siempre ha destacado por contar dentro de su gama de modelos con un 2+2 de motor delantero ideado para viajar a toda velocidad y envuelto en el lujo más exquisito. Uno de los representantes de este concepto fue el Ferrari 612 Scaglietti. Un superdeportivo que, pese a seguir con los cánones de la marca de aquella época, no cuajó demasiado bien.
Su diseño corrió por cortesía del carrocero Pininfarina, pero una serie de detalles fueron suficientes para que el público lo viese como un ultraje. Sin embargo, el paso del tiempo ha conseguido que deje de verse como uno de esos coches patitos feos para convertirse en un bello Cavallino Rampante, a lo que ayuda también su V12 atmosférico.
Ferrari FF
Antes de nada, y disculpad que hable en primera persona sin tapujos, he de reconocer que el Ferrari FF siempre me gustó, aunque reconozco que ha tenido más retractores que amantes. Con esta premisa, nos encontramos con otro «patito feo», el sustituto directo del 612 Scaglietti que, para muchos, no mejoró demasiado el asunto.
Se trataba, al igual que su antecesor, de un 2+2 con un motor V12 bajo el capó, aunque esta ocasión mostrando un aspecto más propio de un compacto deportivo vitaminado que de un GT. Con el paso del tiempo, el FF ha ido cuajando mejor al ofrecer unas características muy especiales, como la capacidad para llevar a cuatro ocupantes y disfrutar de un V12 de más de 600 CV.
Lamborghini Gallardo MK1
Lo sabemos, el Lamborghini Gallardo ha sido un de los modelos de Lamborghini más vendidos de todos los tiempos, pero no empezó a gozar de un fuerte éxito hasta su restyling, el cual mejoró bastante el diseño. Y es que la primer versión del Gallardo bien puede ser considerada como uno de esos coches patitos feos, que no fue idolatrado por muchos pese a que montaba un fantástico V10 de 5.0 litros.
Unos faros muy alargados delante, unos pilotos cuadradotes detrás y un interior repleto de plásticos no ayudaban. Sin embargo, el paso del tiempo nos ha permitido ver al primer Gallardo con otros ojos. A él y a su espléndido motor atmosférico de 10 cilindros y a su cántico celestial.
Fiat Multipla
El último de los coches patitos feos probablemente sea el que los gobierne a todos. Y es que el pobre Fiat Multipla es uno de los coches que peor lo ha pasado tanto en sus años en activo como durante su jubilación. No os vamos a engañar, el Multipla sigue sin ser un coche agradable a la vista -aunque es cierto que mejoró bastante con el restyling-, pero pese a la mofa que genera nos encontramos con un vehículo con muchas virtudes.
Y es que es uno de los pocos -por no decir el único- de su segmento capaz de albergar a seis ocupantes en su interior cómodamente, gozar de un amplio maletero, de un confort sin precedentes y con unas dimensiones no mucho más grandes que las de un compacto al uso. Así que menos reírnos del pobre Multipla y más respetarlo, que ahí donde lo vemos es un coche bonito… por dentro.
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Amante de los coches desde que tengo uso de razón. Con el paso del tiempo descubrí que aporrear teclas también me gustaba, así que ahora combino ambas pasiones en Holycars.