El nuevo volante de Mercedes sabe dónde tienes las manos en todo momento. Pero tranquilo que no hay cámaras repartidas por el habitáculo que enfoquen a tus manos, sino que ahora estos volantes utilizan la detección capacitiva como si de un móvil se tratase. Lo veremos por primera vez en el nuevo Mercedes Clase E 2020, y aunque pueda parecer simple el funcionamiento tiene su intríngulis.
La detección capacitiva del nuevo volante de Mercedes-Benz utiliza un sensor plano dividido en dos zonas, una en la parte delantera y otra en la trasera del aro del volante. Este sensor, que siempre está ubicado bajo el recubrimiento de cuero o madera, responde ante la presión que ejercen nuestras manos sobre el aro y envía una señal digital controlada por una unidad de control conforme tenemos el volante bien agarrado.
¿Y esto en qué se traduce? Antes de nada déjame que te comente una tema. Si tienes un coche que cuente con asistente de cambio de carril con dirección activa y asistente de parada de emergencia (puede sonar súper premium, pero lo cierto es que cada vez más modelos generalistas lo llevan incluso de serie) habrás visto que cuando sueltas las manos del volante el sistema se queja mediante pitidos o vibraciones y te dice que tomes el volante. Para darle a entender que tienes el control y no te ha dado una pájara o te has quedado dormido, basta con que realices un pequeño cambio de dirección.
Pues bien, con este sistema de detección capacitiva del volante táctil de Mercedes-Benz no será necesario que realices ese cambio de dirección, porque el sistema sabrá si tienes las manos sobre el volante y con qué presión. Como la pantalla del móvil, vamos.
Y ahora que te estaba hablando de móviles… como bien sabrás, si tocas la pantalla táctil del teléfono en cualquier esquina sabes que puedes estar clicando cualquier cosa, ¿no? Pues el volante táctil de Mercedes-Benz es más o menos igual. Como te he dicho en todo momento sabe si estás sujetando el volante, pero también tiene un baremo específico para reconocer si tienes las manos solo en la parte delantera o la trasera, porque el sensor detectará un cambio menor en la capacitancia. En otras palabras, que si no llegas a unos valores mínimos o quitas las manos durante un tiempo concreto se activa la secuencia de advertencia o el asistente de parada de emergencia.
En el volante de Mercedes-Benz absolutamente todo es táctil
¿Y qué más puede ser táctil en el volante de Mercedes? Pues todos y cada uno de los controles para manipular el teléfono, el ordenador de a bordo, el sistema multimedia o el teléfono. Vamos, los comandos del volante multifunción de toda la vida. Mercedes ya innovó en este sentido con los botones táctiles de sus volantes -que actuaban a modo de mini «touchpads»-, y ahora ha ido un paso más allá haciendo que todos los controles respondan solo con tocarlos.
En este caso dichos controles están situados en dos superficies operativas, una para el panel de instrumentos y otra para la pantalla multifunción. Pueden soportar temperaturas superiores a los 100 grados y disponen de diversos sensores capacitivos que actúan de forma intuitiva mediante nuestros gestos de deslizamiento para detectar dónde está nuestro dedo. Según la propia marca esto es un paso importante en la conducción autónoma, pero a mí personalmente no me acaba de convencer.
No dudo que la tecnología empleada en el volante de Mercedes será fantástica y no quiero opinar sin haberlo probado, pero lo cierto es que al no existir ningún botón físico resulta más complicado saber dónde estamos pulsando en todo momento, lo cual nos obliga a apartar en más ocasiones la vista de la carretera. Algo parecido a lo que sucede con las pantallas táctiles, pero en este caso de un modo más controlado. Aunque a decir verdad, con tanto sistema de conducción semiautónoma cada vez es más importante que sea el coche el que lo tenga todo controlado, y no nosotros…
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Mis padres dicen que cuando era pequeño me aprendí antes las marcas de coches que la tabla del 1. Ahora me sé todas las marcas, pero si sumo 2+2 me da decimal. Los coches son mi pasión, mi sueño era probarlos y escribir sobre ellos algún día… y aquí estoy. Aunque bueno, también me gusta la pizza y no ando escribiendo de ella por ahí.