El Toyota Yaris 2020 ya es una realidad. No hay duda de que el fabricante japonés se ha esforzado mucho en sacar adelante un producto al que no se le puedan poner muchas pegas. Ahora, su nuevo Toyota Yaris está preparado para triunfar, para convertirse en una de las referencias del segmento B. Llegará a principios del año que viene y seguramente lo veamos en Ginebra, pero antes, déjame que te cuente lo más importante sobre él y que te enseñe nuestro vídeo review del anterior.
- Primer urbano en utilizar la plataforma TNGA
- Medidas más contenidas pero más amplio por dentro
- Un motor híbrido más eficiente
- Sistemas de seguridad y tecnología
- Diseño más atractivo y que rompe con lo anterior
¿A quién te recuerda?
Primero, la estética. El nuevo Toyota Yaris 2020 parece el producto surgido de una noche loca entre el antiguo Mazda 2 y un Volkswagen T-Cross, por la trasera. Además, por delante me recuerda ligeramente al Ford Fiesta. Supongo que es cuestión de la percepción de cada uno. El caso es que se trata de un coche que rompe con la estética del anterior y creo que la marca japonesa ha sabido hacerlo más atractivo.
Gracias a la utilización de la nueva plataforma TNGA o Toyota New Global Architecture, que es la primera vez que se utiliza en un coche del segmento B y que por ello se le denomina TNGA-B, el coche es 5 mm más corto, con 3.940 mm de longitud, 40 mm más bajo, con 1.470 mm de altura, y 50 mm más ancho, con 1.745 mm de altura. ¡En la ciudad será el rey! Además, con esos voladizos tan cortos y un peso de unos 20 kg menos en comparación con el anterior, solo tiene cosas que ganar.
Me gusta que el techo sea bicolor ya que le da un toque desenfadado, si bien la línea de los hombros me parece que tiene una pendiente demasiado ascendente hasta el pilar C. Exactamente hasta el punto en el que coinciden el color del techo y el de la carrocería. Por lo demás, está claro que si hay una nueva moda de diseño durante los últimos años es la de unir los pilotos traseros a través del portón. En general creo que es más afilado y atractivo, aunque tiene sus particularidades.
Por dentro es simple pero efectivo
En el interior no se han complicado mucho. Tampoco les hacía falta. La calidad percibida ha aumentado con respecto a su predecesor y tampoco cuenta con muchos botones analógicos; en Toyota han querido darle protagonismo al minimalismo. Volante redondo, ojo. Para mi, punto positivo, aunque otros puedan preferirlo achatado. Una pantalla multimedia gigante, muchos huecos para meter llaves, móvil o cartera, consola central simple y posibilidades de personalización. Estupendo.
Motor del Toyota Yaris 2020
La oferta mecánica del nuevo urbano japonés comprenderá tres opciones, aunque claramente hay una que se posicionará por encima de las demás. De hecho, según la compañía, el Toyota Yaris híbrido 2020 acaparará el 90% de las ventas del modelo. ¡Como mínimo! Comprende un sistema eléctrico unido a un motor de combustión de 1.5 litros y tres cilindros que podrá circular, de nuevo en palabras de la marca nipona, el 80% del tiempo en modo eléctrico.
Pueda hacerlo o no, lo que está claro es que es un coche mucho más eficiente que el anterior. Toda la mecánica ha sido retocada para ello. Y además de esta opción híbrida, el Toyota Yaris 2020 estará también disponible con dos propulsores de gasolina de tres cilindros, uno de 1.0 litros y el otro de 1.5. El tema de las potencias aún no ha sido comentado, pero mi intuición me dice que podrían oscilar entre los 90 y los 120 CV. Ya lo veremos.
¿Y el equipamiento?
Pues mucho mejor que el anterior. Incluirá el conjunto de sistemas del paquete Toyota Safety Sense en su segunda generación, que incluye numerosas ayudas a la conducción. Además, podrá añadir una pantalla multimedia de entre 6 y 8 pulgadas con conectividad total; es decir, Android Auto y Apple CarPlay incluidos. Los niveles de equipamiento se dividirán en los mismos que el actual, con los Active, Feel! y Advance. Pero seguro que habrá una edición especial con el motivo de su lanzamiento.
De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.