El Skoda Slavia es la séptima creación de los 31 estudiantes de la escuela de formación profesional de Skoda, que en esta ocasión se han inspirado en el prototipo 1100 OHC para crear lo que vendría a ser una especie de Skoda Scala descapotable. Es cierto que se nota que es un prototipo, pero no tiene un diseño tan alejado del que podría tener una versión de producción. Eso sí (atención, spoiler) no llegará al mercado… porque este tipo de coches ya no se venden.
Como te decía, la inspiración a la hora de crear el Skoda Slavia ha llegado a través del Skoda 1100 OHC, un coche de carreras biplaza abierto que fue presentado en 1957 para correr en rallyes de resistencia. Era muy bajito, aerodinámico y ligero (su carrocería estaba hecha de fibra de vidrio reforzada con plástico, por lo que solo pesaba 550 kg), y su motor de 1.1 litros generaba 92 CV de potencia. Unas cifras discretas, pero que con ese peso y diseño le permitía alcanzar una velocidad punta de hasta 200 km/h.
Pues bien, a la hora de diseñar el Skoda Slavia los 31 estudiantes tomaron como base un Scala, que modificaron a su antojo para dar como resultado un Skoda Scala descapotable y biplaza. Lo primero que hicieron fue quitar el techo (algo evidente) y reforzar los bajos para contrarestar la pérdida de rigidez.
A su vez soldaron las puertas traseras y eliminaron la parte trasera de asientos, creando a su vez una cubierta con dos jorobas de tipo speedster para redirigir el flujo de aire. Un flujo que, por cierto, finaliza en una parte trasera en la que encontramos un alerón bastante prominente. Por su parte, las llantas de 20″ proceden del Skoda Octavia RS.
El Skoda Slavia es algo más que un Skoda Scala sin techo
Independientemente de que sea un ejercicio de diseño, el Skoda Slavia no es algo tan «simple» como un Skoda Scala al cual le han quitado el techo. Simplemente la modificación de la parte trasera para convertirlo en un coche biplaza ya es destacable, pero es que además se ha puesto especial atención en otros detalles, como por ejemplo la pintura.
El Skoda Slavia luce un color especial denominado Azul White Crystal, que contrasta a la perfección con los detalles negros que se encuentran en los parachoques y los faldones. Se trata de un color blanco que dispone de tres capas que producen un efecto nacarado azulado, y que se combina con unos neones de colores, unos faros LED programables y una luz ambiental exterior que proyecta los colores azul, rojo y blanco (los colores de la bandera checa).
Por su parte, en el interior destacan los asientos deportivos firmados por SPARCO y que cuentan con cinturones de seguridad de cuatro puntos, así como la tapicería de cuero negro con efecto carbono y costuras en contraste en color blanco. Este mismo tono lo podemos encontrar en el volante, el apoyabrazos central o la palanca del cambio, entre otros. Skoda anuncia que en el maletero del Slavia caben perfectamente dos e-scooters plegables, que según la propia marca son «la solución ecológica perfecta para lo que se conoce como la última milla de un viaje».
Donde esta especie de Skoda Scala descapotable no recibe ninguna modificación es en su motor, ya que cuenta bajo el capó con el mismo bloque 1.5 TSI de 150 CV que podemos encontrar en el compacto normal. Va asociado al cambio automático DSG de 7 velocidades, por lo que potencia no le falta. Lástima que el Skoda Slavia sea un prototipo, porque tiene muy buena pinta.
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Mis padres dicen que cuando era pequeño me aprendí antes las marcas de coches que la tabla del 1. Ahora me sé todas las marcas, pero si sumo 2+2 me da decimal. Los coches son mi pasión, mi sueño era probarlos y escribir sobre ellos algún día… y aquí estoy. Aunque bueno, también me gusta la pizza y no ando escribiendo de ella por ahí.