Si estás buscando comprar un coche que te valga para todo es normal que estés indeciso sobre elegir entre Renault Mégane o Ford Focus. Todo el mundo sabe que se acerca una revolución en el sector y los compactos que llegarán en 2020 serán bastante avanzados. Pero tanto el francés como el americano son dos valores seguros. Modelos que no pasan de moda y que, en el caso de las generaciones actuales, están a la última. ¿Cuál elegir entre Renault Mégane o Ford Focus? Del galo todavía no hemos podido hacer vídeo, pero de momento te dejo justo aquí debajo el del Focus, que nos dejó un muy buen sabor de boca…
¡En marcha!
La diferencia en conducción de estos dos coches está en la agilidad. Los dos son vehículos muy cómodos y podrás pegarte largas kilometradas en ellos. Quizá el Renault esté un puntito por encima en este sentido, pero es prácticamente inapreciable. Sin embargo, el comportamiento dinámico está por encima en el Focus. Es un modelo con unos cambios de apoyo muy buenos, que balancea poquísimo y que encima tiene una suspensión que filtra genial los baches. Además, la dirección es bastante directa, algo que echo de menos el la gran mayoría de coches modernos.
¿Qué motores hay disponibles?
Pues en el francés puedes elegir entre mecánicas diésel de 95 y 115 CV, y gasolina de 100, 115, 140, 160… y 280 y 300 CV de las versiones deportivas RS y RS Trophy. Unas bestias dentro de los hot-hatches que hay ahora mismo. Por otro lado, el Ford Focus se ofrece con motorizaciones diésel de 95, 120, 150 y 190 CV, y gasolina de 100, 125, 150 y 182 CV. ¿Y las variantes radicales? Pues también: hay un ST con 280 CV… y el futuro RS, al que esperamos con ansia. Los dos modelos se pueden configurar con un cambio manual o automático. En cualquier caso, elijas lo que elijas, ninguno gastará mucho combustible. Ni siquiera los más potentes, dentro de lo que es razonable, claro.
Por dentro, ¿qué tal?
Pues el habitáculo de los dos está muy conseguido. Sin embargo, sí que se nota que el Ford Focus es un modelo algo más moderno. Llama mucho la atención en el Mégane una pantalla multimedia en disposición vertical que ocupa casi toda la consola central. Los ajustes en general son buenos, y el coche es cómodo y con un espacio aceptable. Pero el del óvalo azul es grandísimo atrás, y los materiales son de una calidad ligeramente superior. El maletero, eso sí, es superior en el francés, con 384 litros de capacidad por los 375 del Ford.
El diseño es original en ambos
Lo primero en que uno se fija cuando le gusta un coche es en el diseño. En este sentido, saber si es mejor Renault Mégane o Ford Focus es imposible, o al menos dar una opinión objetiva. Esto es como los culos: cada uno tiene el suyo. Y si bien es cierto que el francés tiene unas atractivas luces LED en forma de C en el frontal y que se unen en el portón trasero, el Focus también tiene su atractivo. Es más original el Renault, vale. Pero, ¿y si hablamos de la versión crossoverizada Active del Ford? Decisión tuya, sea como fuere.
Unos precios estupendos
No estamos ante coches caros. Los precios del Ford Focus comienzan en algo menos de 16.500 euros, sin descuentos añadidos. Eso sí, las versiones más caras y topes de gama se van por encima de los 30.000, y eso que todavía falta el RS. Este último se espera que ronde los 45.000 euros. Mientras tanto, el Renault Mégane parte de más o menos 18.000 euros. Pero las variantes más ‘tochas’ se van a más de 40.000, y eso que todavía no se ha puesto a la venta el RS Trophy-R. Veremos.
Conclusión: ¿Renault Mégane o Ford Focus?
A la hora de decidir si comprar Renault Mégane o Ford Focus debes valorar qué es lo que más te gusta. Por fuera, el francés es algo más llamativo y original, y en marcha resulta cómodo como el que más. Sin embargo, el Ford Focus cuenta con unos argumentos muy fuertes para su compra. Es dinámico al volante, cuesta algo más barato y su interior, además de tener más calidad de materiales, es más amplio en las plazas traseras. Ojo, en el maletero no. En fin, ¿con cuál te quedas tú?
De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.