¿Tiene sentido hacer la prueba del Volkswagen T-Roc R 2021? O dicho de otra manera, ¿tiene sentido que un SUV pretenda ser deportivo? Pues lo cierto es que sí, y mucho. Y no me estoy yendo a niveles tan elevados como el de los mejores SUV deportivos del mercado, sino a un ámbito más terrenal en el que habitan modelos como el Skoda Kodiaq RS (prueba) o el Cupra Formentor VZ 310 (prueba).
Si con este tipo de coches la receta ha funcionado, ¿por qué no iba a hacerlo con el T-Roc? Este es uno de esos coches que me hace ilusión conducir, ya sea por su diseño, por su motor de 300 CV o por su escape firmado por Akrapovic. Y porque hemos entrado muy rápido en la transición de la combustión hacia lo eléctrico, por lo que ponerse al volante de un deportivo de gasolina se valora hoy más que nunca. Así pues, vamos a empezar con la prueba del Volkswagen T-Roc 2021.
Prueba del Volkswagen T-Roc R 2021
Deportividad discreta, la seña de identidad de Volkswagen
Seguramente nadie se sorprenda si digo que Volkswagen es una marca bastante conservadora en lo estético, en la cual ni siquiera las versiones más deportivas se libran de un diseño que en ocasiones puede resultar incluso aburrido. Es por ello que esta variante deportiva se diferencia de las convencionales a través de ciertos detalles, pero tienes que fijarte bastante si no eres un entendido.
La parrilla frontal ocupa casi todo el morro y el paragolpes es más agresivo. Los LED diurnos están en disposición vertical y cuenta con molduras oscurecidas. Por su parte, las llantas de aleación son exclusivas y tienen un tamaño de 19 pulgadas. A todo esto, la altura libre al suelo se reduce en 2 cm con respecto al resto de la gama T-Roc, pero se puede seguir considerando como un SUV. Y por cierto te dejo aquí sus medidas por si te interesan: 4,23 m de longitud, 1,82 m de anchura y 1,57 m de altura, con una distancia entre ejes de 2,60 m.
Seguimos con su diseño. El techo también es panorámico, está pintado en color negro y termina en un spoiler situado sobre la luneta que le da un aire más deportivo. El portón del maletero ocupa casi toda la zaga, y lo cierto es que aquí el diseño es discreto porque más allá de la chapita de R y los paragolpes esculpidos, se diferencia poco del modelo normal. Bueno, hay un elemento que sí es bastante diferente: las dos salidas de escape dobles firmadas por Akrapovic. Suponen un maravilloso oasis en unos tiempos en los que abundan las salidas falsas.
Por dentro todo está donde tiene que estar
En el interior del Volkswagen T-Roc R 2021 de esta prueba no me he llevado ninguna sorpresa, porque salvo en algunos detalles específicos de estilo deportivo todo sigue igual ya no con respecto a un T-Roc normal, sino con respecto a casi cualquier modelo de Volkswagen. Eso sí, como suele ser habitual lo que más llama la atención en este tipo de coches son las pantallas, que en este caso corresponden a la instrumentación digital configurable (10,25 pulgadas) y al monitor central para el sistema de infoentretenimiento (8 pulgadas).
Tampoco debería sorprenderse nadie si digo que la conectividad con el teléfono es completa y que su funcionamiento es realmente bueno, como nos tiene acostumbrados el Grupo VAG. Estamos ante un habitáculo que ha quedado algo antiguo en comparación con el de, por ejemplo, el Volkswagen Golf 8 (prueba), y eso tiene su parte buena y su parte mala.
Empiezo por la mala, que no es más que no tiene el interior más actualizado de la gama. ¿Y la buena? Pues que cuenta con botones físicos para el sistema de climatización o el selector de modos de conducción, con una palanca de cambios real y funcional y con una serie de mandos ubicados en una disposición muy lógica.
La consola central tiene molduras con colores personalizables y los asientos están tapizados en cuero y combinan a la perfección la comodidad con el agarre. Algo parecido ocurre con el volante, cuyo tacto es fantástico. En general los ajustes del interior del Volkswagen T-Roc R 2021 son muy buenos, pero si tengo que criticar algo diré que la mayoría de plásticos son duros. No hay apenas nada gomoso aquí dentro, y ya sabéis que eso a mí no me gusta.
El espacio típico de un SUV, es decir, bueno
Ya hemos visto que los asientos delanteros cumplen con nota, así que vamos a ver qué pasa en las plazas traseras. Pues bien, lo primero que me gusta es que el acceso es bueno, y lo segundo es que hay espacio más que suficiente. A alguien que mida 1,85 metros aproximadamente le sobrarán unos 5 centímetros para las rodillas y unos 3 o 4 para la cabeza, lo cual está muy bien para un coche de 4,23 metros de longitud.
Además, el respaldo es mullido e incluso ofrece un buen agarre lateral. Todo lo contrario ocurre con la plaza central, que no deja apenas espacio ni para las piernas ni para la cabeza. Entre eso y que el túnel de transmisión es muy grande… lo mejor es que viajen cuatro personas como mucho. Es más, así se aprovechan del reposabrazos central y viajan a las mil maravillas.
¿Y el maletero? Pues muy bien, como cabría esperar de un SUV. Apertura y cierre eléctrico, boca de carga muy amplia, formas regulares… y una capacidad de 392 litros. Y si quieres más, abates los asientos y te quedan 1.237 litros con unas superficie de carga prácticamente plana. Así pues, queda claro que el Volkswagen T-Roc R 2021 de esta prueba es práctico… ¿será también deportivo? ¡Vamos a verlo!
Prueba del Volkswagen T-Roc R 2021: ¡deportivo y divertido!
Ya hace tiempo que dejó de tener sentido considerar que un SUV no puede ser deportivo. Vale, por pura física un compacto puede ofrecer un mejor comportamiento, pero eso no quita que se pueda ir muy rápido con un todocamino. Este T-Roc R es un buen ejemplo de lo que digo, porque su motor es el archiconocido 2.0 TSI del Grupo VAG, potenciado hasta los 300 CV y con 400 Nm de par.
Empiezo por los números. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y alcanza los 250 km/h de velocidad punta. El consumo homologado es de 8,6 l/100km, pero sinceramente lo normal a poco que lo exprimas un poquito es que te vayas a los 10 o incluso a los 11 si le das mucha caña. Al fin y al cabo pesa 1.575 kg y tiene la potencia que tiene.
Pero hazme caso: cuando te lo estés pasando bien conduciéndolo no pensarás en el consumo. Te sacará una sonrisa. Y eso, amigo mío, es lo que importa en un Volkswagen que luce el logo R. Nada más rozar el pedal del acelerador el coche te lanza sin importar el modo de conducción. Tiene los típicos Eco, Confort, etc. Hasta uno offroad, que me parece de cachondeo. Pero lo mejor es o bien configurar el Individual o bien ir en modo Race.
Lo digo porque incluso en este modo la suspensión no resulta seca ni rebotona. Es cómoda pero estable, y en este sentido lo he notado algo más juguetón que otros coches de VAG con orientación deportiva. Sí, es “perfecto” en el sentido de que va por donde le dices y de que es raro que te haga algún extraño. Es difícil tener un susto con él, pero pide caña y se muestra bailongo.
Buen comportamiento y, sobre todo, buen sonido
La dirección es directa y se nota algo más pesada que en sus hermanos con motores más dóciles, lo cual hace que te dé un poco más de feedback. Muy bien en ese sentido. Y el cambio es el clasiquísimo automático DSG de doble embrague y 7 velocidades. Es rapidito y las transiciones entre marchas se notan lo que tú quieres que se noten: a bajas vueltas ni te enteras y si vas a fuego, lo justo para escuchar el pedo que se tira el coche acompañado de un ligero empujoncito.
Porque eso es de lo que más me ha gustado de este T-Roc R, el sistema de escape. Como te decía al principio de esta prueba, está firmado por Akrapovic y tiene cuatro salidas bastante notorias. Lo mejor es que al ahuecar acelerador pega unos petardeos perfectos. Ni muy palomiteros ni demasiado discretos. Es música para mis oídos. Eso sí, es un extra que cuesta algo más de 4.000 euros. Pero ya te adelanto que vale la pena.
Y en cuanto a la visibilidad, es buena en todos los ángulos dada su altura. A pesar de todo, vuelvo a repetir que a quien pensó en ponerle un modo off-road le faltaba un punto de cocción. Nadie en su sano juicio lo usaría para eso. En resumen, que es perfecto para moverse también por ciudad.
Motores, acabados y precios del Volkswagen T-Roc R
El Volkswagen T-Roc R tiene un precio de partida que comienza en más o menos 50.000 euros según el configurador web de la firma alemana. Solo está disponible con esta potente motorización gasolina de 300 CV, cambio automático DSG y tracción total. Ahora bien, el catálogo de equipamiento de serie que trae es interminable: paquete estético deportivo, llantas de aleación de 18 pulgadas, asientos deportivos, frenos de disco, multitud de sensores… Sin embargo, lo más importante está bajo del pie derecho.
Conclusión de la prueba del Volkswagen T-Roc R 2021
Después de haberlo podido probar a fondo y en profundidad (que no es lo mismo) ya me he podido formar una opinión del Volkswagen T-Roc R. Y la verdad es que me he encontrado con lo que me esperaba: con un coche rápido, efectivo y práctico. Con un diseño deportivo y discreto y un comportamiento sorprendentemente divertido.
Los SUV no siempre representan familia y practicidad. O bueno, no solo eso. Y este es el mejor ejemplo de que también pueden sacarte una sonrisa mientras los conduces. Tal vez sean las sensaciones de conducción, o tal vez sea el pensar que bajo el capó monta un motor de gasolina… que, como todos los de combustión, tienen las horas contadas. ¡Disfrutémoslos mientras podamos!
Ficha técnica
- Medidas (largo/ancho/alto): 4.234/1.819/1.573 mm.
- Puertas: 5.
- Plazas: 5.
- Maletero: 392 litros.
- Peso: 1.575 kg.
- Combustible: gasolina.
- Motor: 1.984 cc.
- Potencia: 300 CV.
- Par motor máximo: 400 Nm.
- Cambio de marchas: automático de siete velocidades.
- 0 a 100 km/h: 4,8 segundos.
- Velocidad máxima: 250 km/h.
- Consumo de combustible en ciclo combinado: 8,6 l/100km.
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De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.