La prueba del Seat Ateca 2.0 TDI 2023 de hoy es un tanto especial porque no está planteada como una prueba tradicional, sino más bien como un ejercicio de opinión e incluso de reflexión. Y es que en HolyCars ya hemos tenido la suerte de probar la versión actual del SUV de Martorell, como puedes ver en esta prueba del Seat Ateca FR. Así las cosas, como ya ha pasado por nuestras manos y ya te hemos contado todo lo bueno y lo malo de él, esta vez hemos querido elegir un modelo con motor diésel para hacer algo muy simple: viajar con él.
En esta prueba del Seat Ateca 2.0 TDI 2023 hemos realizado un viaje entre Barcelona y Marbella. Se trata de una ruta de poco más de 1.000 kilómetros, de los cuales la gran mayoría transcurren por autopistas y vías rápidas. En total, contando el viaje de ida, el de vuelta y el uso diario del coche, realizamos unos 2.500 kilómetros. Y a continuación te contamos nuestras impresiones. Ah por cierto, justo aquí debajo puedes ver el vídeo de la prueba del Ateca TSI, por si te mola más la versión de gasolina:
Prueba del Seat Ateca 2.0 TDI 2023
- El Ateca de siempre
- 2.0 TDI = potencia y bajo consumo
- ¿El coche ideal para viajar?
- ¿Cómo viajaremos cuando todos los coches sean eléctricos?
- Conclusión de la prueba del Seat Ateca 2.0 TDI 2023
- Galería de fotos
Un viejo conocido de Seat
Antes de entrar en materia con las sensaciones del viaje y la prueba en sí, vamos a repasar los aspectos principales del Seat Ateca. No es casualidad que lo hayamos elegido como uno de los mejores SUV compactos del mercado, ya que ofrece una relación calidad/precio realmente buena y es uno de los coches más equilibrados que te puedes comprar hoy en día. Su diseño es atractivo pero sin estridencias, su interior es amplio, su maletero es generoso y su comportamiento es noble.
El Ateca es un modelo bastante veterano, pero pese a todo sigue ofreciendo un equipamiento muy completo que lo mantiene al mismo nivel que sus principales rivales. Es por ello que, en el caso de la versión FR XL (la más alta de la gama) incluye un sistema de infoentretenimiento completísimo con pantalla de 9,2 pulgadas y conectividad total con el teléfono, sistema de navegación, asistente de aparcamiento con cámaras, instrumentación digital y un interminable listado de ayudas a la conducción. Y todo ello por un precio de 33.696 euros, que no es barato pero que en el fondo no está mal para los tiempos que corren.
En tiempos de electrificación… 2.0 TDI
Para la prueba del Seat Ateca 2.0 TDI 2023 hemos elegido, evidentemente, el motor diésel más potente de la gama Ateca. Se trata de un propulsor de cuatro cilindros que genera una potencia de 150 CV entre las 3.250 y las 4.200 rpm, así como un par motor de 340 Nm entre las 1.600 y las 3.000 vueltas. Unido al fantástico y conocidísimo cambio automático DSG de 7 velocidades del Grupo VAG, este coche es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9 segundos, alcanzar una velocidad máxima de 202 km/h y registrar un consumo homologado según el ciclo WLTP de tan solo 5,1 litros.
A la práctica esta cifra fue superior (de algo más de 6,5 litros), pero hay que contar que en el coche viajaron cuatro personas con su equipaje y que durante esos días hizo un calor extremo, obligando a activar el climatizador a máxima potencia durante casi toda la jornada. Sea como sea, incluso en estas circunstancias estamos ante un consumo razonable, máxime cuando el Ateca es un SUV… y todos sabemos que a nivel aerodinámico no son tan eficientes como una berlina o incluso un compacto.
¿El coche ideal para viajar?
Si me preguntas, te diré que el mejor coche para viajar sigue siendo una berlina y que si tienes que llevar muchos trastos o viajar con mucha gente, lo mejor es un monovolumen. Pero los tiempos cambian y los SUV se han hecho con el mercado gracias a sus múltiples ventajas (y a una buena campaña de marketing, por qué no decirlo). Sea como sea, en HolyCars hemos probado todocaminos que son muuuucho peores para viajar que el Seat Ateca. De hecho, me atrevería a decir que el SUV de Martorell es uno de los mejores, porque ofrece más espacio que un Leon y a nivel dinámico o de prestaciones es casi idéntico al modelo compacto.
Cuatro adultos pudimos viajar sobrados de espacio en todas las cotas, algo especialmente destacable en las plazas traseras. Aquí no hubo problema por tocar con las piernas en los asientos delanteros o con la cabeza en el techo, a pesar de que nuestra unidad disponía de techo solar panorámico. Todo esto quedó complementado por un maleterazo de 510 litros que nos permitió transportar maletas, bolsas y todos los recuerdos y pastelitos que quisimos ir comprando por el camino. Además, las plazas traseras cuentan con salidas de climatización y dos puertos USB, mientras que en el maletero hay una toma de 12 V y un enchufe normal, como el de casa, de 230 V.
Nada como un diésel para hacer muchos kilómetros
Ya hemos presentado el coche (si es que necesitaba algún tipo de presentación) y hemos visto que su habitabilidad es fantástica. Pero ahora vamos con lo más importante en esta prueba del Seat Ateca 2.0 TDI 2023: saber si es el mejor coche para viajar o no. Bueno, lo cierto es que ya lo puedes haber intuido por lo que hemos comentado hasta ahora… pero la respuesta es que sí. O al menos, casi seguro que sí.
Digo «casi seguro» porque seguramente un Mercedes Clase S 400d sea mejor, pero ya me entiendes: de los coches que nos podemos comprar los mortales este es uno de los mejores porque bajo el capó monta un motor silencioso, frugal, potente… y que te hace despreocuparte por completo del coche para centrarte en disfrutar del viaje. Y sí, este es el punto al que quería llegar. Hace pocos años era completamente normal que la gente se comprase un coche, ya fuese gasolina o diésel, y realizara tanto sus trayectos diarios como sus viajes sin preocupación alguna. Sin estar sufriendo por la autonomía, por los puntos de carga o por el elevado precio del combustible.
¿Cómo viajaremos cuando los coches sean eléctricos?
Lo del precio del combustible no parece que tenga una buena solución. Pero aunque ahora sea más caro, mientras podamos repostar gasolina o diésel sin problemas (ya veremos cuánto dura esto) la tranquilidad de viajar sin preocuparse por encontrar una estación de servicio operativa seguirá existiendo. Distinta es la realidad de los coches eléctricos, en los que realizar trayectos cotidianos es una gozada pero que no son tan prácticos para afrontar largos viajes. Autonomías justitas que en la práctica son inferiores a las homologadas, red insuficiente de puntos de carga, electrolineras que no funcionan, tiempos de carga elevados…
Realizar la prueba del Seat Ateca 2.0 TDI 2023 nos ha permitido reflexionar sobre este tema. Porque nuestro nivel de preocupación por el coche o la autonomía fue inexistente, pero cuando hemos viajado con un eléctrico siempre hemos estado pendientes de la autonomía. Este mismo viaje con un eléctrico hubiese sido mucho más complicado: el aire acondicionado a tope y las altas temperaturas habrían reducido la autonomía, habríamos tenido que depender de estaciones de carga rápida que en su gran mayoría presentan tarifas muy elevadas, y encima en cada carga nos habríamos visto obligados a parar más tiempo del que querríamos.
Así que reflexionando y reflexionando nos hemos preguntado… ¿cómo serán los viajes largos si en el futuro todos los coches son eléctricos? Aquí se nos han generado muchas dudas: ¿las autonomías reales serán suficientes? ¿Los tiempos de carga se igualarán más o menos al tiempo que se tarda en repostar? ¿Habrá una red de carga pública suficiente y que funcione? ¿El coste de la carga será competitivo? Demasiadas incógnitas sin respuesta inmediata para una tecnología llamada a protagonizar el mundo del automóvil.
Conclusión de la prueba del Seat Ateca 2.0 TDI 2023
Tal vez sea una chorrada, pero viajar con el Ateca fue como reencontrarse con los viajes de toda la vida. La sensación de llenar el depósito, hacer 600 o 700 kilómetros, llenar otra vez en 3 minutos y poder hacer otros tantos kilómetros sin preocupaciones es algo que teníamos normalizado, pero que igual hemos de ir olvidando. Porque mucho tiene que mejorar la tecnología para que eso sea posible con los coches eléctricos. Ojo, no estoy diciendo que no sea posible en algún momento, sino que actualmente no lo es y no parece que lo vaya a ser en el corto plazo. Ojalá en el futuro sí lo sea.
Es evidente que hay que avanzar hacia la descarbonización y hemos de dejar de depender del petróleo para movernos, pero sería interesante poder encontrar un modelo de movilidad que ya no digo que mejore, sino que al menos iguale el que tenemos ahora. Porque toda nuestra sociedad está formada en torno a la facilidad y la inmediatez de los desplazamientos, y eliminar ese modelo puede tener consecuencias inesperadas.
Mientras tanto, podremos disfrutar de los últimos coletazos de la combustión con coches como el Seat Ateca, que se ha mostrado estos días como un compañero fiel, ahorrador, potente y tecnológico en su justa medida. Un coche con el que, sin duda alguna, repetiría este viaje y todos los que fueran necesarios. Porque sí, ha vuelto a quedar demostrado: no hay nada mejor que un diésel para viajar.
Galería de fotos
Mis padres dicen que cuando era pequeño me aprendí antes las marcas de coches que la tabla del 1. Ahora me sé todas las marcas, pero si sumo 2+2 me da decimal. Los coches son mi pasión, mi sueño era probarlos y escribir sobre ellos algún día… y aquí estoy. Aunque bueno, también me gusta la pizza y no ando escribiendo de ella por ahí.