Ya lo puedo tachar de mi lista de ‘checks’ de este año: realizar la prueba del Mercedes Clase C 220d 2021. Lo reconozco. Estaba deseando. Se trata de la actualización de una de las mejores berlinas que hay a la venta. Uno de esos coches que nos hacen tener fe en la humanidad. O bueno, si te gusta conducir. Porque es de los pocos que puede hacer frente a los SUV en un uso familiar, comodidad, seguridad y gasto de combustible. Pero sobre todo, en conducción.
Además, dado que es el más moderno y acaba de salir a la venta, en este análisis del Mercedes Clase C 2021, el de la estrella sale claramente beneficiado al compararlo con sus dos principales rivales: el BMW Serie 3 y el Audi A4, modelos algo más veteranos. Puedo adelantarte que es una versión a escala de la unidad de nuestra prueba del Mercedes Clase S 2021, pero lo mejor es que sigas leyendo y descubras por ti mismo todo lo que ofrece el nuevo Clase C.
Prueba del Mercedes Clase C 220d 2021
Mucha, mucha elegancia
Lo dicho: el nuevo Clase C es un Clase S a escala. En pequeñito, pero igual de elegante. La parrilla frontal es enorme y cuenta con el símbolo de la marca en el centro. Sin embargo, lo más curioso es que en su fondo no hay los típicos puntos ya vistos en otros modelos, sino estrellas de tres puntas. Un detalle que pasa desapercibido si lo miras rápido, pero que mola mucho si te fijas. El morro es largo y sus líneas de tensión confluyen en la propia parrilla.
Por su parte, los grupos ópticos están afilados en sus extremos y la firma luminosa LED es nueva, pero sigue reconociéndose fácilmente como la de un Mercedes. Los coches van creciendo y esta berlina alemana es un buen ejemplo. Mide 4,75 m de longitud, que son casi 7 cm más que la generación precedente, por 1,82 m de anchura y 1,44 m de altura.
La distancia entre ejes es de 2,87 m, y esta unidad equipa unas preciosas llantas AMG multirradio de 19 pulgadas que, en mi opinión, le quedan muy elegantes. Eso sí, sobresalen un poco de las gomas, así que son proclives a los ‘bordillazos’. En la zaga, he de reconocer que lo único que no me gusta es que sus escapes sean falsos, aunque la imitación está más conseguida que en la generación anterior. Pero no basta.
Lo demás me parece perfecto. Agresivo, pero sin perder ese punto de aristocracia que le aporta una elegancia inherente. Los faros están tumbados y se adentran en la tapa del maletero, que por cierto termina en un casi imperceptible saliente para marcar más sus formas. Los paragolpes son redondeados y la planta general de este Clase C impone. Es una berlina en mayúsculas.
Diferente y de calidad. ¡Vaya pantalla!
Una vez en el habitáculo, quizá lo que más me guste es que tiene una personalidad propia. Se diferencia mucho de sus rivales, y lo hace para bien. ¿Cómo? Pues principalmente a través del sistema MBUX de segunda generación, que consta de una instrumentación y un sistema de infoentretenimiento inconfundibles. La pantalla que hay tras el volante es configurable al 100%, tanto en sus diales como en la zona central.
Puede mostrar parámetros como el navegador, las fuerzas G, los sistemas de asistencia… y por supuesto los clásicos diales de revoluciones y velocidad. Además, cuenta con varios estilos de diseño y se ve estupenda gracias a su luminosidad, resolución y amplitud, ya que son 12,3 pulgadas. Sin embargo, la joya de la corona es la pantalla vertical que hace las veces de consola central. Son 11,9 pulgadas y se ve increíble.
No hay ni una sola pega. Bueno, sí: su menú abarca tantas opciones que necesitarás unos días para poder hacerte a él. Su funcionamiento es rapidísimo y gracias a lo grande que es y a que está orientada hacia el conductor la visibilidad es sobresaliente. Bien es cierto que prefiero botones físicos, pero el hecho de que los táctiles sean tan grandes facilita la tarea de no distraerse, dentro de lo malo. La conectividad, claro, es total.
Ahora bien, si algo llama la atención en su multimedia es el reconocimiento de voz. Es flipante, un mayordomo personal. El mejor del mercado sin duda, ya que entiende muy bien la voz. Solo con decir el comando ‘Hey Mercedes’ ya salta el asistente, y le puedes pedir lo que quieras. Como ‘abre el techo’ o ‘llévame a la pizzería más cercana’.
Los asientos presentan una buena relación entre comodidad y sujeción. El cuero del que están forrados es de mucha calidad, y se pueden regular, ambos de manera eléctrica y a través de los controles que están en la puerta, en todas las posiciones que puedas imaginar. Además, son calefactables y ventilados en tres niveles diferentes, y tienen memoria.
El volante es el de nueva generación de Mercedes. Tiene controles táctiles definidos por pequeñas marcas físicas, así que equivocarse es difícil, máxime teniendo en cuenta que el manejo de las funciones está muy claro. El diseño podrá gustarte o no, pero es sencillamente perfecto por grosor y diámetro. Lo más curioso es que su regulación es eléctrica, y al salir o entrar del coche sube o baja para facilitarte la entrada o la salida.
Como buen coche familiar que es, tiene numerosos huecos, y todos ellos muy grandes. Los de las puertas, el que hay bajo la pantalla central (en donde por cierto no hay cambio ya que se sitúa como en todos los Mercedes automáticos en la zona donde suelen ir los mandos de los limpiaparabrisas), el de la guantera y, sobre todo, el que hay debajo del reposabrazos central.
Para terminar con el interior delante, un repaso a sus calidades. Los ajustes son impecables. De diez. Las zonas superiores del salpicadero están tapizadas en un cuero muy agradable, se le nota hecho con mimo. Al igual que el revestimiento interior de las puertas. Solo encuentro una pequeña pega: una moldura de plástico duro que hay frente al copiloto. Creo que debería estar fabricada en otro material con algo más de robustez, simplemente por sensación.
Plazas traseras y maletero del Mercedes Clase C
Para acceder a las plazas traseras hay un hueco muy grande, y la apertura de la puerta es muy buena, así que te lo pone fácil para entrar. El sistema de sonido Burmester se escucha genial y el espacio para las piernas es muy bueno, no tanto para la cabeza. Entiendo que personas que midan casi 1,90 m de altura irían cómodas por amplitud. Eso sí, la plaza central es estrecha, lo que motiva que te claves en el culo los enganches de los cinturones de seguridad.
Sin embargo, lo que más molesta es el túnel de transmisión, que sobresale muchísimo del suelo e impide que se puedan colocar los pies con comodidad. Ahora bien, dos pasajeros irán como Dios, con multitud de huecos y regulación independiente de la climatización. Y por supuesto, techo solar independiente, reposabrazos y doble portavasos. El maletero, por su parte, es muy grande, con 455 litros de espacio y unas formas muy aprovechables.
Prueba del Mercedes Clase C 220d 2021: ¿diésel? ¡Sí, por favor!
Al volante, debo empezar por su comodidad. Sin duda. Es silencioso hasta decir basta y todo está pensado para que sus ocupantes se desplacen de un sitio a otro con el máximo confort. El aislamiento es de matrícula de honor, y aquí gana ampliamente a sus principales rivales, el BMW Serie 3 y el Audi A4. Es difícil que entre cualquier ruido.
Esto resulta encomiable teniendo bajo el capó un motor diésel, del cual no llega sonido ni vibración alguna al habitáculo. La versión de esta prueba del Mercedes Clase C 2021 es la 220d, con un propulsor turbodiésel de 200 CV y 440 Nm de par motor máximo asociado a un cambio automático de 9 relaciones de tipo convertidor de par. Con esta receta, la aceleración de 0 a 100 km/h la completa en 7,3 segundos, y la velocidad máxima es de 245 km/h.
Ahora bien, entre todo ello destaca su consumo de combustible. Homologa 5 l/100km de media gracias a la micro hibridación, con la que consigue la etiqueta ECO. Como mucho te puedes ir a unos 6 litros, pero lo que me encanta es que con el depósito lleno puedes hacer más de 1.000 km sin repostar. Y más de 1.100 si eres cuidadoso con el pedal derecho.
El sistema eléctrico le da un ‘punch’ extra en situaciones de aceleración a fondo, con 20 CV y 200 Nm extra; además de ayudar a bajar el consumo de combustible. Y todo esto, en un coche cuyo peso alcanza los 1.755 kg, se agradece bastante. Por su parte, la propulsión es trasera, y la potencia se transmite de manera suave a través del cambio, que también destaca por un funcionamiento casi imperceptible.
Es cómodo y bastante rápido para ser una caja de convertidor de par. Puedes cambiar a través de las levas, pero un coche con este planteamiento tampoco se presta demasiado a ello. De hecho, hay ocasiones en las que parece que sus 200 CV están dormidos a no ser que pegues un pisotón al acelerador. Los tiene y se dejan notar si tú quieres, pero el hecho de que la entrega de potencia sea tan lineal hacen que seas tú quien tenga que despertarlos si así quieres.
En este sentido, hay un detalle que creo que debería mejorar: el tacto irregular de los pedales. Bajo mi punto de vista, el freno está muy bien conseguido dada su hibridación, tiene un recorrido perfecto. Pero el acelerador ofrece demasiada resistencia, creo que está un poco duro, al menos en mi opinión. Depende de los gustos de cada uno, claro.
Por otro lado, hay cuatro modos de conducción: Eco, para priorizar la eficiencia, Comfort, que es el más neutro y cómodo, Sport, si quieres rendimiento, e Individual, para configurar parámetros como la dureza de la suspensión o el tacto de la dirección a tu gusto. Y acabo esta parte diciéndote que la suspensión es, cómo no, comodísima. Tiene un nivel de filtración excelente, y al no ser un coche demasiado alto, el balanceo en los cambios de apoyo es testimonial. Por último, la dirección es cómoda y resulta directa, pero transmite poco.
Motores, acabados y precio del Mercedes Clase C 2021
El precio del Mercedes Clase C 2021 parte de 47.663,50 euros con el motor más básico, que es el correspondiente al C 180 de gasolina, con 170 CV de potencia. Más allá de ese, también están disponibles otras dos mecánicas de gasolina, el C 200 con 204 CV y el C 300 con 258 CV.
Además, en lo que respecta a propulsores diésel, cuenta con este C 220d de 200 CV, que arranca en algo menos de 50.000 euros, y un C 300d de 265 CV. Todos los motores de combustión cuentan con etiqueta ECO gracias a la micro hibridación y disponen de un cambio automático de 9 relaciones. Asimismo, en un futuro llegarán más sistemas de propulsión.
Conclusión de la prueba del Mercedes Clase C 220d 2021
Al terminar esta prueba del Mercedes Clase C 220d 2021, la nota que le doy es un sobresaliente. Sale más económico que un SUV equivalente, consume menos combustible, es más cómodo en marcha y su comportamiento dinámico está a eones de distancia. Con esta nueva generación, Mercedes ha hecho un coche elegante por fuera y refinado en marcha. Pero es que además es un referente en el aspecto tecnológico, tanto por seguridad como por comodidad.
Porque si algo he sacado en claro es que, según mi opinión del Mercedes Clase C 2021, se trata de un vehículo perfecto para viajar. Es muy silencioso y confortable, y dispone de multitud de sistemas de seguridad que te hacen la vida más cómoda. Por otro lado, la evolución del sistema MBUX, ya en su segunda generación, ha rizado el rizo. Ha mejorado algo que ya destacaba frente a los demás sistemas multimedia. Y encima, es espacioso. ¿Qué más quieres?
Nota HolyCars: 9.
Ficha técnica del Mercedes Clase C 220d
- Medidas (largo/ancho/alto): 4.751/1.820/1.437 mm.
- Puertas: 5.
- Plazas: 5.
- Maletero: 455 litros.
- Peso: 1.755 kg.
- Combustible: diésel.
- Motor: 1.992 cc.
- Potencia: 200 CV.
- Par motor máximo: 440 Nm.
- Cambio de marchas: automático de convertidor de par y nueve relaciones.
- 0 a 100 km/h: 7,3 segundos.
- Velocidad máxima: 245 km/h.
- Consumo de combustible en ciclo combinado: 5,0 l/100km.
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De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.