Estaba deseando hacer esta prueba del Mercedes-AMG A45 S 2021. Lo confieso, Padre. Soy débil y sabía que iba a caer en la tentación de apretar hasta lo más profundo de su alma el pedal que tengo bajo el pie derecho. Al fin y al cabo, después de la prueba del Mercedes Clase A Sedán, sabía lo bien que iba este coche a nivel dinámico. Pero si ya le añades este puntito (o puntazo) picante… ¡apaga y vámonos! Y eso hice: me fui.
Sería un mentiroso si te dijese que no sabía que mi opinión del Mercedes Clase A AMG, o A45 S, o como Dios quiera que se llame, iba a ser espectacular. Pero no empezó así por una razón. Cuando empiezas con él, estás ligeramente temeroso. Te entra la típica risilla morbosa y no te atreves a darle la caña que se merece. Pero pasados unos pocos kilómetros esa risilla se convierte en carcajadas de felicidad. Y pocos coches pueden proporcionártelas.
Prueba del Mercedes-AMG A45 S 2021
Lo más de lo más
Lo más especial de este coche es su propulsor. Y personalmente quiero dar las gracias Tobías Römer por esta obra de arte. Es el bloque de cuatro cilindros más potente que ha existido jamás. Como todo AMG de pata negra, el A45S es fiel a la filosofía de Affalterbach de “un hombre, un motor”. Es un 2.0 sobrealimentado por turbo que desarrolla 421 CV de potencia y 500 Nm de par motor máximo. Esto implica que es la mecánica con mayor potencia específica fabricada nunca para un coche de producción, con 211 CV por litro. Demencial.
El 0 a 100 se lo merienda en 3,9 segundos y alcanza los 270 km/h de velocidad punta. El consumo medio homologado es de 9 litros. Seré franco: si vas suave puedes moverte en un rango de entre 7 y 8 litros y medio. Si vas muy fuerte coquetearás con los 25. Depende de ti. Por cierto, pesa algo más de 1.600 kg. Pero se acabaron los datos y te voy a contar cómo va.
Prueba del Mercedes-AMG A45 S 2021: ¡es muy bestia!
En el análisis del Mercedes-AMG A45 S he llegado a la conclusión de que en este coche todo pasa muy rápido. Te pones a velocidades que son fácilmente el doble de lo que percibes en un plis plas. Un depósito de combustible te puede durar bien 500 km o bien 150, tú verás. Y los neumáticos pueden hacer lo propio en 30.000 o en 2.000 km. Eso sí, hay algo que me ha sorprendido bastante: su potencia de frenada.
Tiene unos discos ventilados de 360 mm en el eje delantero y de 330 en el trasero. Ahora bien, son proclives a fatigarse si estás un rato dándole cera. Por lo demás, rayan a una altura excepcional. Y lo cierto es que puede que lo veas como un compacto deportivo, pero la realidad es que es un superdeportivo. En prestaciones, no tiene problema en sentarse a comer en la misma mesa de un Porsche 911 o un BMW M4. Eso es mucho decir. Su único rival, por nombrar algo parecido, es el nuevo Audi RS3. Y no está a su altura.
No creo que sea un coche para diario. Si quieres viajar, después de 200 km se empieza a notar que los asientos AMG Performance High End opcionales, unidos a la dureza del chasis y de la suspensión, condiciona la comodidad. No resulta mega radical en este sentido, pero tampoco es un Clase A normal. En desplazamientos cortos, eso sí, no cansa. Y si tienes ganas de marcha, no vas a encontrar un compacto deportivo que te ofrezca más.
Encontrarle los límites solo es para aquellos que tienen dos pelotas bien puestas. Hablemos claro. Ahora bien, he de reconocer que el sistema de tracción total 4Matic y el diferencial trasero ayudan bastante. Me encanta que en los modos más extremos, si entras fuerte en un giro, a la salida el culo te ayuda a redondear con un pequeño deslizamiento. Por no hablar del Launch Control y del modo Drift: son felicidad pura. Una fuente de serotonina y adrenalina. Y todas las ‘inas’ que quieras.
A todo esto, la estabilidad es notable en cualquiera que sea el modo de conducción seleccionado. Tiene seis: calzada resbaladiza, confort, sport, sport plus, race e individual. Se modifican, como en los coches de carreras, a través de una ruleta selectora situada en el volante. Y en el lado opuesto del mismo hay dos botones configurables para cambiar varias cosas: ESP encendido o apagado, escapes civilizados o atronadores o transmisión manual o automática, entre otros.
A propósito del cambio, es un automático de doble embrague y cuenta con ocho relaciones. Me ha resultado más rápido y preciso que en otros modelos de Mercedes, y permite cambiar a través de unas levas que son sencillamente perfectas por tacto y tamaño. Y giran con el volante. Mientras tanto, la dirección tiene diferentes modos de funcionamiento, como casi todo en este coche, y yo la prefiero con baja asistencia ya que te chiva mucho mejor lo que está pasando en el asfalto.
En cualquier caso, has de ir muy, muy pasado para que este coche pierda su trayectoria sin que tú estés controlando lo que está pasando. Por otra parte, has de explorar sus límites poco a poco. Como le des un pisotón al acelerador de primeras puede que te tengan que despegar del asiento con una espátula. En cuanto al sonido, de vez en cuando en reducciones o subidas de marcha te regala un maravilloso y sonoro petardeo.
En resumen, conduciendo el AMG A45 S de esta prueba puedes sentirte como Hamilton, o no. Según quieras. Y si te lo propones, en 5 minutos puedes perder todos los puntos del carnet… y dejar a deber unos cuantos. Ha mejorado una barbaridad en relación a su predecesor, que era un coche que brillaba en rapidez pero que dejaba más que desear en cuanto a puesta a punto y sensaciones.
Un partecuellos… si quieres
Estéticamente es un poquito más ancho y más bajo que un Clase A estándar, y también tiene una caída negativa de las ruedas en ambos ejes para aumentar la estabilidad. Pero te digo una cosa: sin este llamativo paquete, lo pintas en gris y parece prácticamente el mismo que el 180d de tu vecino el del tercero. Por cierto, mide 4,44 m de longitud, por 1,85 m de anchura y 1,41 m de altura. Pero el paquete AMG Special Edition One le convierte en un partecuellos.
La gente se te queda mirando según pasas, sin excepción. Este paquete estético-funcional cuesta algo más de 10.000 euros, y sus elementos más destacados son esta pintura amarilla, los añadidos aerodinámicos laterales del frontal, las llantas de cinco radios y 19 pulgadas, los vinilos del bajo perfil que son discreción pura y dura (sí, es ironía), un alerón fijo espectacular o las cuatro salidas de escape, dos a cada lado. Aunque la realidad es que tras ellas se esconden las reales.
Lo mejor de dos mundos
No me apetecía dejarme en el tintero en esta prueba del Mercedes A45 AMG el interior. Si bien hay que reconocer que hay poco que contar en relación a otros acabados del Clase A. Las principales novedades están en los asientos opcionales, que te abrazan como tu madre después de tres meses sin verte, y que son regulables eléctricamente en un montón de posiciones. Y con memoria.
Las dos pantallas del sistema MBUX son las de siempre, pero tienen ciertas particularidades. Como más posibilidades de configuración estética y el hecho de poder ver los datos de telemetría en las pantallas, que por cierto son cada una de 10,25 pulgadas. Lo dicho, un coche casi de competición. Me encantan las costuras en amarillo, a juego con el exterior, y el volante forrado en piel vuelta. La calidad general es tan buena como estamos acostumbrados, y delante del copiloto hay una moldura que deja entrever que se trata de un coche especial.
Caro, muy caro. Pero…
Por último, vamos con lo peor del coche, sin duda. Como se suele decir, la dolorosa. La factura. Este modelo arranca en casi 75.000 euros, pero una unidad como esta está cerca de los 93.000. Para sus prestaciones es poco, qué narices. Pero en términos generales es mucha tela. Eso sí, si te gusta y te lo puedes permitir, a toda esa gente que cuestionaría su compra con esa odiosa frase de “¿para qué quieres tantos caballos si no se puede correr?”, le respondería que porque puedo y porque me da la gana. Y ya está.
Conclusión de la prueba del Mercedes-AMG A45 S 2021
En otra ocasión diría que por fin llegamos a la conclusión de la prueba del Mercedes-AMG A45 S 2021. No por hastío de probar ningún coche, sino por saber qué regustillo final nos deja. Pero en esta ocasión me gustaría quedarme este coche para siempre en mi garaje. Tienes un compacto que puedes configurar de la manera (casi) más discreta del mundo, aunque no es el caso de esta unidad, con las prestaciones de un superdeportivo.
Todas las opiniones del Mercedes-AMG A45 S de la gente que se ha montado conmigo en la semana que lo he tenido han coincidido: no es un vehículo para el día a día. Es demasiado incómodo para ello. Y yo digo: o puede que no… Al final has de ser consciente de lo que tienes entre manos, y desde mi punto de vista, aunque el confort no es su prioridad, tiene espacio detrás y maletero suficiente. Más que suficiente. Y ligado a un motor-catapulta.
Nota HolyCars: 9.
Ficha técnica
- Medidas (largo/ancho/alto): 4.445/1.850/1.412 mm.
- Puertas: 5.
- Plazas: 5.
- Maletero: 355 litros.
- Peso: 1.635 kg.
- Combustible: gasolina.
- Motor: 1.991 cc.
- Potencia: 421 CV.
- Par motor máximo: 500 Nm.
- Cambio de marchas: automático de ocho velocidades.
- 0 a 100 km/h: 3,9 segundos.
- Velocidad máxima: 270 km/h.
- Consumo de combustible en ciclo combinado: 9,0 l/100km.
Galería de imágenes
De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.