Estaba deseando hacer la prueba del Mazda CX-30 Skyactiv-X 2021. No es que se trate de un coche súper especial por ser demasiado potente o por salirse de la normalidad. Que en lo relativo a diseño, lo hace. Sino por dos cuestiones no menos importantes. Todavía no le había metido mano a este modelo y quería comprobar de primera mano las bondades del tan cacareado nuevo motor de la firma japonesa. ¿Será uno de los mejores SUV compactos?
Pues lo cierto es que espero que sí. Esas son mis expectativas después de haberme podido poner a los mandos de los últimos productos de la marca de Hiroshima. Y esta vez, el análisis del Mazda CX-30 Skyactiv-X lo he podido hacer gracias a MZ Maven, concesionario oficial de Mazda en Extremadura, que ha sido quien nos ha prestado esta unidad. Pero me dejo de divagar y vamos a lo que importa. ¿Cómo va el coche? ¿Merece la pena? Eso sí, si prefieres puedes ver esta prueba en vídeo.
Prueba del Mazda CX-30 Skyactiv-X 2021
¿El más atractivo de su categoría?
El frontal evidencia lo importante que es para Mazda el diseño KODO, que está presente en casi todos sus modelos. La parrilla es muy grande, tiene detalles cromados que le aportan una sensación premium y unos faros muy finos, como si estuvieran afilados. Las medidas del Mazda CX-30 son de 4,40 m de longitud, por una altura y una anchura de 1,80 y 1,54 m, respectivamente. La distancia entre ejes, por su parte, llega hasta los 2,66 m.
Tiene unas protecciones plásticas en los bajos y las llantas en este acabado Zenith son de 18 pulgadas. La zaga tiene mucha personalidad y su caída del techo le convierten en un intento de coupé. Los grupos ópticos vuelven a tener esa finura que hemos visto en los delanteros, y el portón del maletero no cuenta con nervaduras. El diseño es muy limpio. Sobre la luneta hay un pequeñísimo spoiler, pero si hay algo que me guste de este Mazda es que el escape es real.
Por dentro está MUY bien hecho
En el interior del Mazda CX-30 la comodidad es la nota dominante. Los asientos son poco deportivos y no agarran mucho. Pero son casi como el sofá de tu casa. Y tanto ellos como el volante tienen múltiples regulaciones, manuales, eso sí, para encontrar la postura perfecta. Detrás del volante está la instrumentación, que en este caso es de agujas. Tiene un aspecto moderno y cuidado, con el reloj de la velocidad en el centro, el de las revoluciones a la izquierda y el de temperatura y nivel de combustible a la izquierda.
La pantalla multimedia es panorámica de 8,8 pulgadas, y es panorámica. Por supuesto, su conectividad es total con dispositivos móviles iPhone y Android. Es curioso, pero Mazda sigue una línea propia. Tiene personalidad. Y en este caso lo aplaudo y mucho. La pantalla no es táctil, lo que fomenta la atención al volante. Se maneja desde la ruleta que hay al lado del pomo del cambio de marchas. En este sentido es todo lo contrario a lo que vimos en la prueba del Volkswagen Golf 8.
Los huecos que hay en el habitáculo denotan que estamos ante un coche familiar, con unos bolsillos bastante grandes en las puertas, un portavasos doble delante de la palanca de cambios, una guantera importante bajo el reposabrazos central y la clásica, situada frente al asiento del copiloto.
Pero quiero incidir especialmente en la calidad de fabricación. Todos los materiales están muy cuidados, y con los ajustes pasa lo mismo. Está muy bien hecho. Mención aparte merece el cuero utilizado en salpicadero o puertas, de color azul oscuro en este caso y con un tacto estupendo. Ahora bien, el negro piano que hay alrededor del freno de mano no me hace mucha gracia.
Detrás, algo escaso
La apertura de la puerta trasera y el hueco no son tan grandes como por ejemplo en la prueba del Volkswagen Tiguan 2021. Eso sí, una vez dentro, el espacio para piernas y cabeza es más que correcto. Además, son unos asientos muy cómodos e incluso agarran un poquito lateralmente. En la plaza central el túnel de transmisión molesta a la hora de colocar los pies. Y el mullido no es cómodo.
Tampoco hay puertos USB para cargar dispositivos móviles, aunque sí salidas de climatización y un reposabrazos con doble portavasos. Por su parte, el portón del maletero, que tiene apertura eléctrica, es muy grande, como su boca de carga. Las formas interiores son muy regulares, así que organizar la carga y aprovechar sus 430 litros de capacidad es muy sencillo. Mientras tanto, si se abate la fila de asientos posterior se obtienen hasta 1.406 litros.
Prueba del Mazda CX-30 Skyactiv-X 2021: una dinámica sorprendente
En marcha, lo que más destaca es la suavidad de su motor. Un bloque atmosférico de 2 litros de gasolina apoyado por un pequeño motor eléctrico para obtener la etiqueta ECO de la DGT. Desarrolla un total de 180 CV de potencia y un par motor máximo de 224 Nm. Con estos datos, mueve sus 1.443 kg de manera digna, acelerando de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y registrando una velocidad máxima de 204 km/h.
No obstante, lo más llamativo en esta prueba del Skyactiv-X, que es como se llama este motor, es su funcionamiento. Utiliza la chispa de un propulsor de gasolina y la compresión de uno diésel para optimizar su eficiencia. Así, utiliza una mezcla más pobre para reducir al máximo el consumo de combustible. Con esto se consigue homologar un consumo medio de 5,9 litros según el ciclo WLTP.
De esta manera, combina ese gasto con la suavidad propia de un motor atmosférico de gasolina. La realidad es que si no te pesa mucho el pie puedes mantener medias de 6 o 6 y medio en ciclo mixto. Su rodar es fantástico en cuanto a confort. A la finura de su propulsor hay que sumar un aislamiento excelente, ya que en marcha tampoco se perciben ruidos de viento ni de rodadura.
Además, tiene una pisada muy noble y lo cierto es que al volante se siente como un coche premium. Y ojo, que son 180 CV, por lo que si lo subes de vueltas también tiene su carácter. Eso sí, a costa de tragar un poco más. En cuanto al cambio, en esta unidad es manual de seis velocidades. Creo que es excelente. Los cambios manuales que fabrica la marca nipona son de lo mejor del mercado, con buen tacto, inserciones precisas y recorridos cortos.
Aun así, puedes elegirlo también con una transmisión automática. Pero si te gusta conducir no lo considero adecuado. La puesta a punto de la suspensión en combinación con su chasis le convierten en un coche con unas reacciones muy neutras. Siempre sabes cómo va a comportarse. Además, filtra muy bien todo lo que te encuentres bajo los neumáticos y… ¡sorpresa! En curva no balancea demasiado para tratarse de un SUV.
Por otro lado, la dirección es muy poco comunicativa y predomina el juego muerto. Es decir, no te transmite muy bien lo que está pasando en el asfalto. Pero volvemos a lo mismo: es un coche enfocado a la comodidad. Para terminar, la altura libre con respecto al suelo es de 17,5 cm, por lo que no te permite prodigarte demasiado en offroad. No nos engañemos: es un animal de ciudad.
Motores, acabados y precio del Mazda CX-30
El precio del Mazda CX-30 arranca en 27.575 euros, aunque una unidad exactamente igual que esta ronda los 32.000. El equipamiento de serie incluye un montón de sistemas de seguridad y múltiples cámaras, una pantalla panorámica de 8,8 pulgadas, sistema de audio BOSE o unas llantas de 18 pulgadas. Se puede escoger con motores de gasolina de 122 o 180 CV, y con un diésel de 116 CV, así como con tracción delantera o total y con cambio manual o automático. Además, los acabados son tres: Origin, Evolution y Zenith.
Conclusión de la prueba del Mazda CX-30 Skyactiv-X
Bueno, pues llegamos al final de la prueba del Mazda CX-30 Skyactiv-X 2021. Un coche que a buen seguro no dejará indiferente a nadie. Generalmente será para bien, ya que se trata de un SUV compacto que bien podría ejercer de vehículo familiar. Su diseño es muy atractivo, tiene un rodar comodísimo, es tecnológico hasta decir basta y su motor es potente y eficiente. Además, la calidad de sus materiales poco tiene que envidiar a los premium.
Ahora bien, dentro de mis opiniones del Mazda CX-30 Skyactiv-X hay una parte que no es tan buena, como es el espacio interior en las plazas traseras y en el maletero. Ahí tiene que mejorar. Y en lo relativo a su mecánica, es muy particular. Si le pisas poco consume ídem. Ahora bien, en la parte alta del cuentavueltas tiene carácter, pero ahí tendrás que gastar algo más en combustible. Sin duda, cuenta con una dualidad digna de reseñar.
Nota HolyCars: 8.
Ficha técnica
- Medidas (largo/ancho/alto): 4.395/1.795/1.540 mm.
- Puertas: 5.
- Plazas: 5.
- Maletero: 430 litros.
- Peso: 1.443 kg.
- Combustible: gasolina.
- Motor: 1.998 cc.
- Potencia: 180 CV.
- Par motor máximo: 224 Nm.
- Cambio de marchas: manual de seis velocidades.
- 0 a 100 km/h: 8,5 segundos.
- Velocidad máxima: 204 km/h.
- Consumo de combustible en ciclo combinado: 5,9 l/100km.
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De pequeño no tenía muchos amigos que no tuvieran ruedas. Esa marginación me ha hecho crecer hasta ser el gran (y humilde) profesional que soy hoy en día. Petrolhead incurable y adicto a mi trabajo; y va bastante más de un lustro. Me apasiona el sushi y tengo más imaginación que yo que sé. Gasolina de 98 para tomar aquí, por favor.