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Prueba del Land Rover Discovery 2020: un compendio de cosas buenas

¡Que todo el mundo se aparte de mi camino!

Prueba Land Rover Discovery

El hecho de que estuviese deseando hacer la prueba del Land Rover Discovery 2020 obedecía únicamente a que me encanta ponerme a los mandos de un todoterreno y ensuciarlo bien de barro. Olvídate de que te cueste parecido a los SUV baratos que puedes comprar ahora mismo. Pero la diversión que puedes obtener a cambio solo es comparable a la de coches deportivos que deberían estar en el garaje de cualquier petrolhead. Lo mejor es que incluso con unas altísimas expectativas, mis opiniones del Land Rover Discovery después de probarlo me han dejado con ganas de más. ¡Dentro vídeo! Digo… ¡prueba!Suscríbete al canal de YouTube de HolyCars

¡Menudo aparato!

Quiero comenzar la prueba del Land Rover Discovery 2020 por lo que me parece más importante: sus capacidades fuera del asfalto. Para ello tiene cinco modos de conducción, los cuales están divididos en Confort, Hierba Gravilla Nieve, Barro/Roderas, Arena y Avance lento en rocas. Creo que con esto deja claro cuáles son sus intenciones. Todos están enfocados a la conducción 4x4, salvo el primero, que es el más civilizado. Pero si de verdad quieres disfrutar de este coche te recomiendo que lo utilices en conducción offroad.

Es una pasada. Se nota que conserva el ADN histórico de la marca con detalles como la rueda de repuesto que está anclada en los bajos del coche y a la vista, bajo el piso del maletero. Sus cotas todoterreno son espectaculares. Tiene un ángulo de ataque de 34º, uno de salida de 30º y uno ventral de 27,5º. Además, tiene la capacidad de remolcar hasta 3,5 toneladas. Asimismo, cuenta con reductora de serie, tracción 4x4 permanente y diferencial central bloqueable.

En el caso de esta unidad hay que añadir un diferencial trasero bloqueable, que es opcional. El resultado de todos estos datos es una seguridad muy grande al circular por campo. Sientes que no hay prácticamente nada que te pueda parar. Cuestas, baches o barrizales que te harían acoj***rte con otro coche, con este Discovery sabes que no vas a tener problemas. No es un coche rudo, pero compensa prácticamente todo con la electrónica. Y… ¡qué demonios! Es muy divertido hacer escapadas algo más brutas al campo. Manchar el coche y salir de situaciones complicadas. Una satisfacción.

Prueba del Land Rover Discovery 2020

Prueba del Land Rover Discovery 2020: encima es rutero

El hecho de que la carrocería sea un monocasco de aluminio en un 85% hace que sea 480 kg más ligero de media que la anterior generación. Aun así, es un peso pesado. Más de 2,3 toneladas que influyen sobremanera en su comportamiento. Por eso el motor de esta prueba del Land Rover Discovery 2020 es el más idóneo para este coche. Es un bloque diésel V6 sobrealimentado de 3.0 litros que desarrolla 306 CV de potencia y, lo que es más importante, 700 Nm de par motor máximo.

El consumo homologado según el ciclo WLTP es de 8,9 l/100km, pero la realidad es que suele rondar los 10. Décima arriba, décima abajo. Me parece normal y no muy exagerado teniendo en cuenta potencia y peso. Un peso que, por cierto, hace que tenga un aislamiento excelente. En marcha no sientes prácticamente nada de ruido. Viento, rodadura, motor… no importa. Tú vas en tu alfombra con ruedas. De eso también tiene mucha culpa una suspensión neumática independiente que se lo traga absolutamente todo.

El cambio que lleva este todoterreno es el mismo en todas sus versiones. Es un automático de convertidor de par con ocho velocidades cuyas transiciones no son las más rápidas, pero que resulta suavísimo al cambiar de marcha. Ni te enteras. Y si te apetece, puedes cambiar con las levas que hay detrás del volante. Mientras tanto, las prestaciones son buenas. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y tiene una velocidad máxima de 209 km/h. En ningún momento te faltará empuje.

Prueba del Land Rover Discovery 2020

La dirección tiene una asistencia excesiva y casi no se siente lo que hay bajo los neumáticos. Pero para solucionar eso tienes las cámaras, que están por todos lados y te ayudan a saber lo que hay alrededor del coche cuando estás maniobrando. Visión cenital, lateral, delantera, trasera… lo que quieras. La tecnología también es abundante, con lector de señales, control de velocidad o sensores de ángulo muerto, entre otros. Son detalles como estos los que hacen que las opiniones del Land Rover Discovery 2020 sean tan buenas en general.

Un salón rodante

Subir al interior cuesta un poco dado lo alto que es. No obstante, lo primero que percibes en el interior es una calidad brutal en todo lo que ves y tocas. Ensambles, ajustes, materiales… se nota que cuesta lo que cuesta. ¿Una pega? La consola central en negro piano. Odio ese maldito y sucio plástico negro brillante. La tecnología también es abundante, con dos pantallas, una para la instrumentación (configurable) y otra para el sistema de infoentretenimiento. Ambas son de 10,25 pulgadas y el multimedia es rápido e intuitivo. Conectividad total, claro.

El sistema de audio es de los mejores que he escuchado jamás en un coche. Está firmado por Meridian y se encuentra al nivel del Bowers & Wilkins de BMW, por ejemplo. Ligeramente por encima del Bang&Olufsen de Ford. Pero al mirar los altavoces hay algo que me choca mucho en esta prueba del Land Rover Discovery 2020. Y no tiene que ver con el Meridian, sino con los elevalunas eléctricos. Están al lado del cristal, no junto a la agarradera de la puerta. Llama a equivocación al pulsarlos y lo encuentro anti ergonómico.

Prueba del Land Rover Discovery 2020

Amplitud. Esa debería ser su seña de identidad más reconocible. Además de para los pasajeros, hay huecos por todos lados. Están los típicos, en los bolsillos de las puertas, delante de un cambio de marchas que es una ruleta, la guantera, el doble portavasos con doble fondo o bajo el reposabrazos central. Sin embargo, hay más. La consola central se abre y tienes un ‘compartimento secreto’. En el salpicadero te encuentras con una segunda guantera superior. ¡Si hasta hay una pequeña percha en el apoyo de la pierna izquierda del copiloto!

Siete plazas… de verdad

Acceder a los asientos de atrás es muy sencillo, ya que la puerta se abre muchísimo. Y nada más hacerlo me encuentro con más curiosidades ‘premium’, como un avisador de ángulo muerto en la puerta trasera, al lado del asidero. ¿Problemas para entrar por la altura? No hay problema, tienes una agarradera para impulsarte. ¿Cómo era eso que decía Skoda? Simply clever, ¿no? Pues eso. Otro puntazo: las alfombrillas son de goma, así que si haces un poco de todoterreno y los pies de todos están revolcados en el barro, no hace falta tirarlas. Manguerazo y a seguir.

Como en las plazas de delante, te sobran huecos. En los respaldos de los asientos tiene incluso dos. Y al lado de las salidas de la climatización hay dos cargadores USB, algo cada vez más imprescindible. Pero de nuevo, volvemos a lo mismo: espacio, espacio y más espacio. Sobra. Incluso alguien de 2 m de altura estaría a sus anchas tanto por piernas como por cabeza. Sin embargo, me llama mucho la atención la plaza central. Es la primera en la que me he montado en la que un adulto va realmente cómodo. El mullido es el mismo que en los asientos laterales y por anchura, altura y espacio para las piernas, cumple con nota.

Prueba del Land Rover Discovery 2020

Pero si algo me ha sorprendido en esta prueba del Land Rover Discovery 2020 han sido las plazas traseras. Las de la tercera fila, digo. Yo mido 1,80 m de altura y voy en mi salsa para hacer un viaje largo. Ya lo decía Jesulín; en dos palabras: ‘im-prezionante’. Además, el acceso es sencillo gracias a las numerosas regulaciones. Por si fuera poco, el segundo techo solar da mucha luminosodad e incrementa la sensación de espacio. Por algo lo he escogido como uno de los mejores coches de 7 plazas que hay.

El maletero, por su parte, es increíblemente espacioso. Como el resto del vehículo. Con cinco plazas cubica 629 litros, pero es que con siete asientos funcionales todavía te quedan 258 litros. En caso de abatir las dos filas traseras tendrás 2.406 litros. Casi podrías echar un colchón de matrimonio y camperizarlo. Pero lo mejor son sus curiosidades. Al abrir sale una bandeja que facilita la carga y descarga de bultos. ¿Está muy alto? No hay problema: pulsando un botón se baja la suspensión neumática. Por supuesto hay luces, ganchos, etc.

Buen gusto en el exterior

La quinta generación del Land Rover Discovery de esta prueba llegó a finales de 2017. Ya lleva más de 30 años a la venta, pues fue presentado en el Salón de Frankfurt en 1989. Más de un millón de unidades dejan patente su éxito. Eso sí, mientras que las primeras entregas tenía un planteamiento offroad más bien espartano, las últimas versiones cuentan con una filosofía que mantiene su buen comportamiento fuera del asfalto… pero con un aire mucho más premium.

Prueba del Land Rover Discovery 2020

Sus líneas se parecen mucho a otros Land Rover, y a pesar de ser muy grandes tiene una apariencia fina, por así decirlo. Tirando a coche pijo. Los faros son discretitos pero con una firma luminosa LED muy chula y reconocible. Por otro lado, la parrilla frontal tampoco llama demasiado la atención. De todas formas, es un coche enorme. Larguísimo. Son 4,97 m de largo, 2,07 m de ancho y 1,85 m de alto. Casi nada. Además, la distancia entre ejes llega hasta los 3 m.

Con este acabado HSE las llantas son de 20 pulgadas, aunque en un vehículo tan grande y con unos pasos de rueda como los suyos quizá parezcan más pequeñas. Y mucho ojo, porque la distancia libre con respecto al suelo es de 28,3 cm. Por último, la trasera se parece a la del Land Rover Discovery Sport. Sus grupos ópticos estilizan el conjunto y hacen que a primera vista pueda parecer un coche un poco más pequeño de lo que realmente es.

¿Cuánto cuesta y qué motores hay?

Además de este propulsor diésel también hay un gasolina de cuatro cilindros y 300 CV, y otro de gasóleo de 2.0 litros y cuatro cilindros con 241 CV. Ninguno de ellos debe ir mal, pero potencia nunca sobra y menos a un vehículo que pesa 2.311 kg. Por su parte, los acabados son cinco: S, SE, Landmark, HSE y HSE Luxury. Este es el HSE y con esta configuración de motor sale por más o menos 86.500 euros. No obstante, la gama de precios del Land Rover Discovery oscila entre los 65.000 y 95.000 euros, aproximadamente.

Prueba del Land Rover Discovery 2020

Conclusión de la prueba del Land Rover Discovery 2020

En la prueba del Land Rover Discovery 2020 me ha quedado claro que hay pocas cosas para las que no sirva este coche. Ya te digo casi la única: para circular de manera cómoda por ciudad, ya que es enorme. Porque en todo lo demás este coche es una bestia. Tienes espacio suficiente para siete adultos, y como coche familiar es perfecto. Es tecnológico, y su calidad de fabricación está a la altura de los mejores premium alemanes… e incluso por encima. Su motor es muy potente y gasta relativamente poco. Y tampoco será un problema pegarte largos viajes a bordo de él, ya que es comodísimo. En conclusión, si tienes el dinero suficiente para comprártelo yo lo tendría como una de las mejores alternativas por su precio.

Nota HolyCars: 8,5.

Ficha técnica

  • Medidas (largo/ancho/alto): 4.970/2.073/1.846 mm.
  • Puertas: 5.
  • Plazas: 7.
  • Maletero: 629 litros.
  • Peso: 2.311 kg.
  • Combustible: diésel.
  • Motor: 2.993 cc.
  • Potencia: 306 CV.
  • Par motor máximo: 700 Nm.
  • Cambio de marchas: automático de ocho velocidades.
  • 0 a 100 km/h: 7,5 segundos.
  • Velocidad máxima: 209 km/h.
  • Consumo de combustible en ciclo combinado: 9,0 l/100km.

Galería de imágenes

Fotos: Alex Ruby PhotoRacing

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