Prueba del Kia Sportage 2020 1.6 T-GDi 4×4 GT Line: superando expectativas

Ya tenía ganas de hacer la prueba del Kia Sportage 2020 1.6 T-GDi 4x4 GT Line. Este modelo en particular me quitaba el sueño, pues me daba muy buena espina. Y después de haberle metido mano a la gran mayoría de sus rivales consideraba clave emitir un veredicto sobre este coreano. Un coche del que no tengo ninguna duda: va de cabeza a la lista de los mejores SUV compactos que he probado.En general, este SUV destaca por encima de todo gracias a su relación entre calidad y precio. Mis opiniones del Kia Sportage 2020 son muy buenas. Pero es que tengo razones para ello: tiene un diseño atractivo, motores eficientes, va bien por tecnología, es muy cómodo en marcha, cuenta con un montón de espacio y, por si fuera poco, puedes elegirlo con tracción a las cuatro ruedas. Pero eso es solo un resumen: paso a analizarlo de manera detallada.

• Diseño
• Interior
• Comportamiento
• Offroad
• Motores y precios
• Conclusión
• Ficha técnica
• Galería de imágenes

Muy resultón desde el primer vistazo

El Kia Sportage 2020 de esta prueba tiene un diseño muy reconocible. El frontal cuenta con la típica parrilla Tiger Nose de la marca coreana. También la puedes ver en otros coches que hemos probado, como el Kia XCeed o el Kia Stonic. La firma luminosa LED también es propia de Kia, con cuatro ‘dados’. En general cuenta con una imagen imponente, se le ve un coche robusto.

Esta unidad tiene unas llantas de 19 pulgadas que llenan muy bien los pasos de rueda. Con el acabado GT Line Extreme, como es el caso, son de serie. En el lateral hay pocas líneas de tensión y dispone de un aspecto bastante limpio. Incluso deportivo. Ahora bien, para ser un SUV compacto es un coche bastante grande. En comparación con el resto de opciones del segmento es un poco más largo.

La distancia entre ejes llega hasta los 2,67 m, y la altura libre con respecto al suelo es de 17 cm. Un buen dato, en la media de la categoría. Me ha llamado la atención la terminación de la ventanilla trasera, con una especie de curva Hofmeister al más puro estilo BMW. Pero mi parte favorita es la trasera. Los grupos ópticos unidos le sientan genial, e incluye un pequeño spoiler sobre la luneta y dos salidas de escape… ¡reales!

Cómodo, tecnológico y de calidad

Al entrar compruebo que el ángulo de apertura de la puerta es muy bueno. Los asientos son cómodos y tienen un cuero de calidad. Su postura de conducción elevada favorece la visibilidad, aunque eso lo explicaré en el apartado de conducción de esta prueba del Kia Sportage 2020 1.6 T-GDi 4x4 GT Line. El volante tiene un tacto estupendo y la instrumentación es analógica, no digital. A mí me gusta más así, pero depende de cada uno.

Paso a la consola central y veo que está presidida por una pantalla multimedia táctil de 8 pulgadas. Está integrada, así que no sobresale del salpicadero; no da la sensación de ser un pegote. Pero a su vez está en una buena posición, en la parte más alta, ya que las toberas de la climatización están a los lados. Por supuesto, tiene conectividad total con Android Auto y Apple CarPlay. Se ve bien y responde rápido a las órdenes táctiles, aunque no es tan avanzada como la última de 10,25 pulgadas de la marca asiática.

En la consola central hay definitivamente mucho botón e inserciones en negro piano. Ninguna de las dos cosas me hacen especial ilusión, pero al menos los controles son bastante intuitivos. Y lo cierto es que el mencionado negro piano tampoco abunda, es tan solo un poquito. Además, los ajustes son muy buenos y predominan los materiales con buen aspecto y tacto gomoso. Blanditos.

Su tecnología está orientada al confort. Los asientos delanteros son calefactables (también los traseros) y ventilados con regulación eléctrica, tiene cámaras por todos los lados para que no se nos escape detalle alguno, un sistema de audio firmado por JBL y un volante con calefacción. Así te evitas congelarte las manos en invierno.

Muy bien por amplitud y maletero

El carácter familiar se nota, en parte, porque tiene un montón de huecos. Delante del cambio de marchas, en el reposabrazos, en el doble portavasos, en los bolsillos interiores de las puertas, en la guantera… etc. Voy detrás y de nuevo me encuentro con una puerta que se abre hasta el infinito. Algo que facilita enormemente la vida a la hora de meter sillitas de bebés o sistemas de retención infantil.

En las plazas traseras, el Kia Sportage 2020 GT Line de esta prueba es MUY espacioso. Tres personas irían algo apretadas por anchura si el viaje es largo y el respaldo central es más ‘durete’ que los otros dos. Eso sí, para sacarte de un apuro momentáneo en trayectos cortos cumple a la perfección.

En cualquier caso, mejor ir dos personas y desplegar el reposabrazos con doble portavasos. Podría tener un acceso al maletero tras él, como hemos visto en otros coches del Grupo Volkswagen, así que lo apuntamos en la cuenta del ‘debe’. Lo que sí que me parece realmente útil es el puerto USB y el de 12V para cargar dispositivos móviles. También hay dos salidas de climatización y cuenta con bolsillos en el respaldo de los asientos delanteros para guardar papeleo o lo que te plazca.

El maletero, con 503 litros de capacidad, es enorme. Se sitúa a una altura perfecta para cargar y descargar bultos, y la boca de carga te pone las cosas muy fáciles al ser tan amplia. Una curiosidad es que incluye rueda de repuesto de ‘galleta’, no kit reparapinchazos. Punto muy positivo. Ganchos y agarraderas también son protagonistas que mejoran su usabilidad. Y si abates la fila de asientos posterior el espacio aumenta hasta los 1.492 litros.

Prueba del Kia Sportage 2020 1.6 T-GDi 4x4 GT Line: así va en marcha

Pero vamos con los importante de esta prueba del Kia Sportage 2020 1.6 T-GDi 4x4 GT Line. ¿Cómo se siente al conducirlo? Pues genial. Pero déjame que concrete un poco más. En general, es un coche muy silencioso y cómodo al volante. Al habitáculo no llega ruido ni de viento, ni de rodadura, ni de motor. Esto hace que viajar con él sea una gozada.

La postura de conducción permite ver todo al estar ligeramente elevada, y los espejos son muy grandes. Me encantan. La suspensión se lo traga todo, como quiera y cuando quiera. Eso significa, de nuevo, que es un coche tremendamente confortable. Ahora bien, también hay un punto negativo: tiene el comportamiento típico de un SUV. Lo cual quiere decir que a poco que giras en las curvas el vehículo balancea bastante.

Aun así, si le buscas las cosquillas tiene carácter. Su propulsor se lo permite. Es un bloque de gasolina sobrealimentado por turbo de 1.6 litros que desarrolla 177 CV de potencia y 265 Nm de par motor máximo. Mueve con soltura sus aproximadamente 1.600 kg y cuando le aprietas y le pisas un poquito suena hasta bien. Aunque esa no es su filosofía principal.

Va ligado a un cambio manual de seis velocidades, preciso y cómodo pero con un tacto algo ‘platicoso’, y con esta combinación homologa un consumo medio de combustible de 8,9 l/100km según el ciclo WLTP. Súmale un litro o litro y medio y tendrás la cifra real. Es lo normal. Las prestaciones, por su parte, son bastante buenas, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos y una velocidad máxima de 202 km/h.

¿Y fuera del asfalto?

En esta prueba del Kia Sportage 1.6 T-GDi he comprobado que el offroad no se le da nada mal. No es un especialista pero tiene detalles muy útiles. Cuenta con control de descensos, que cuando vas en una pendiente descendente no tienes ni que pisar los pedales. ¿Cuántos SUV compactos lo incluyen? Podría contarlos con los dedos de media mano. Y lo mismo pasa con el bloqueo del diferencial central, que evita pérdidas de tracción.

Lógicamente no dispone de reductora o de bloqueos de los diferenciales delantero y trasero, pero es que entonces sería un todoterreno de verdad. Y lo cierto es que para ser un SUV cuenta con más soluciones offroad que toda su competencia.

Motores y precios del Kia Sportage

Contando con todos los descuentos, el precio del Kia Sportage es de más o menos 17.500 euros. Hay cinco acabados disponibles, que se dividen en Concept, Drive, Emotion, GT Line Essential y GT Line Extreme, que es el de esta prueba. Una unidad que, sin los descuentos aplicados, sale por unos 30.000 euros. Un precio que me parece más que justo en relación a lo que te da a cambio. A continuación, además, te explico en una tabla cuáles son los motores del Kia Sportage. Has de saber que los diésel MHEV cuentan con un sistema de micro hibridación.

Conclusión de la prueba del del Kia Sportage 2020 1.6 T-GDi 4x4 GT Line

Termino la prueba del Kia Sportage 2020 1.6 T-GDi 4x4 GT Line tal y como la empecé: convencido de que es uno de los mejores productos que puedes comprarte dentro de los SUV compactos a la venta. Al menos si buscas una relación estupenda entre lo que pagas por el coche y lo que te llevas a cambio. Así que si estabas esperando a saber cuál era mi opinión del Kia Sportage, he de decirte que he acabado este test la mar de satisfecho.

Se trata de un coche que tiene un espacio perfecto si quieres viajar con tu familia. Sin embargo, tampoco estamos ante un vehículo inconducible por sus dimensiones. Mide menos de 4,5 m, lo cual le hace estar en el límite para circular con comodidad por la ciudad. Además, tiene un montón de cámaras para ayudarte en los aparcamientos. Y en vías rápidas se muestra muy aplomado y cómodo. Su lunar es el gasto de combustible, pero no es nada que deba hacerte descartar su compra. En conclusión, un muy buen coche.

Nota HolyCars: 8,5.

Ficha técnica

• Medidas (largo/ancho/alto): 4.485/1.855/1.635 mm.
• Puertas: 5.
• Plazas: 5.
• Maletero: 503 litros.
• Peso: 1.604 kg.
• Combustible: gasolina.
• Motor: 1.591 cc.
• Potencia: 177 CV.
• Par motor máximo: 265 Nm.
• Cambio de marchas: manual de seis velocidades.
• 0 a 100 km/h: 9,5 segundos.
• Velocidad máxima: 202 km/h.
• Consumo de combustible en ciclo combinado: 8,9 l/100km.

Galería de imágenes