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Prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback: el ‘unicornio’ que mantiene la esencia

Un coche de los que ya no quedan. ¡Qué bramido! ¡Qué potencia! ¡Qué gustazo! (¡y qué consumo!).

prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback

No todos los días puede uno hacer la prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback. Si te soy honesto, llevaba semanas babeando por poder meterle mano a este modelo. Uno de los mejores coches deportivos con los que te puedes topar a día de hoy. Sí, hay algunos que son más efectivos en curva. Pero lo que transmite este pony car es absoluto músculo americano. Sensaciones que ya están extintas en la gran mayoría de los fabricantes actuales.Suscríbete al canal de YouTube de HolyCarsLamentablemente, lo normal es que, en el año en el que estamos, un motor de 2.0 litros ya sea considerado como ‘grande’. Ni que decir tiene que un 3.0 ya es algo casi desmesurado. Así que, como podrás imaginar, el hecho de poder domar un 5.0 V8 de 450 ‘potros’ es un valor añadido muy importante a la hora de formarme una opinión del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback. Que ya te adelanto que me ha dejado con la baba colgando.

Prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback

Gira las cabezas de TODO el mundo

El Ford Mustang Fastback o coupé, como prefieras, es un modelo que impone a primera vista. Es un coche bastante grande y, sorprendentemente, después de todas las generaciones que lleva con nosotros, mantiene la esencia del original. El morro es larguísimo y los pasos de ruedas están muy marcados, al igual que otros nervios de su carrocería.

La parrilla es enorme y olvídate del logo de Ford: aquí está el caballo Mustang, la raza salvaje norteamericana que sirve para dar el nombre a este modelo. Las cotas del Mustang son para flipar. 4,79 metros de longitud, 1,92 de anchura y 1,37 de altura. La distancia entre ejes es de 2,72 m, mientras que esta unidad equipa unas preciosas y deportivas llantas de cinco radios y 19 pulgadas. Además, ¿qué me dices de este color azul? A mí me encanta.

prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback

En la zaga es donde más peso estético tiene su historia. En el centro luce el emblema GT, distintivo de esta versión, y los faros están divididos en tres porciones, por así decirlo. A su vez, se encuentran unidos en un gran elemento negro que le da muchísima personalidad y que recorre el culo a lo ancho. La tapa del maletero tiene un ligero acabado ‘spoilereado’ y en la zona inferior hay un difusor y salidas de escape reales, de las que sale música celestial.

Por dentro, simple y efectivo

El habitáculo del nuevo Mustang tiene mucha más calidad que la de sus predecesores, con un montón de superficies tapizadas y con tacto gomoso. Y donde no, como en la consola central, los ajustes son estupendos. Listos para que lo cabalgues. La instrumentación está reflejada en una pantalla de 12 pulgadas con un aspecto muy deportivo y los datos expuestos de manera clara.

Sí, también sale el consumo, así que si quieres disfrutar mejor que no la mires en detalle. Y el display multimedia está situado, para mi gusto, demasiado bajo. Ahora bien, lo importante en este coche es conducir. En cualquier caso, tiene conectividad total y un tamaño de 8 pulgadas. Es rápida, fácil de manejar y tiene un muy buen reconocimiento de voz.

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Los asientos son sorprendentemente cómodos para tratarse de un vehículo con este planteamiento. El cuero del que están forrados tiene un tacto maravilloso y hay regulación eléctrica. Unos asientos que no solo están calefactados, sino también ventilados, y en tres niveles diferentes. Todo regulable desde una consola central en la que hay botones físicos para todos los controles, cosa que la prefiero antes que aglutinar los mismos en una pantalla táctil.

El volante también está calefactado y a pesar de que hay bastantes botones, todo es muy intuitivo. Además, está mullido y el manejo de todas las funciones a través de los botones que incluye es fácil. Me gusta mucho que sea redondo por completo, evitando esa casi siempre falsa sensación de deportividad de achatarlo por debajo.

Además, este modelo cuenta con un montón de huecos portaobjetos de un tamaño generoso, como los de las puertas, el reposabrazos central, delante del cambio de marchas o en la guantera de toda la vida. Y por cierto, el cambio de marchas es manual. Ahora os voy a hablar de él, porque tiene tela. Ah, y el freno de mano también es de los de siempre, con su palanca, su botón y su todo.

prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback

Las plazas traseras podrían haberlas invertido en más maletero

párrafo 1 plazas traseras

párrafo 2 plazas traseras y maletero

Prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback: una bestia. U-na-bes-tia

Conducir este ‘cacharro’ es otra película. Ya casi no recordaba lo que era un atmosférico gordo. La sensación que te da al acelerar a fondo es la misma que cuando respiras hondo en el campo, aire fresco. Se te llenan los pulmones. Pues igual. Porque no nos engañemos, el protagonista del Mustang es su motor. Un bloque atmosférico V8 de gasolina de 5.0 litros con 450 CV de potencia.

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Casi se me saltan las lágrimas al escribirlo, pero lo bueno es que ya vengo llorado de casa, así que eso que me ahorro. Un propulsor que es verdad que no corre tanto como uno con turbo de potencia similar, pero cuya melodía al subir de vueltas te deja loco. Aún con todo, con semejante manada de potros bajo el capó, las prestaciones son impresionantes. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y alcanza una velocidad máxima 249 km/h.

Ahora bien, para el consumo prepárate. Pero sabías a lo que venías. 11,8 l/100km de media homologada. Si le pisas poco, puedes llevarlo en 10 largos, pero a poco que le pises no tarda en subir a 15… o 20. Si lo piensas, no es tanto. Son 1.743 kg de peso con un ‘motorazo’. Pero escuece un poco cada vez que pasas por la estación de servicio. De todas formas, cuando vas con él esto se te olvida por completo y te centras en disfrutar. En esa bocanada de aire que te he dicho que sientes al acelerar.

Eso sí, dadas sus circunstancias tiene un carácter de GT muy marcado. Devorar kilómetros con él es facilísimo, y sorpendentemente cómodo. A la hora de enlazar curvas no es demasiado ágil, sin llegar a ser torpe. Se muestra estable en los cambios de apoyo, pero como te pases de pisada en pleno apoyo puede que la trasera se descuelgue, y ahí empieza la fiesta.

prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback

Cuenta con varios modos de conducción y en el más extremo, el circuito, hasta se le desconecta el ESP. Deslizar la zaga es fácil pero se necesita mucho espacio. Por supuesto, es una maniobra reservada única y exclusivamente para circuito. Pero ya digo que me parece un coche eminentemente cómodo, y también rápido, claro. El modo Sport + es mi favorito. Tiene un puntito perfecto de radicalidad por empuje y sonido, sin llegar a ser extremo.

Y mención aparte merece el cambio. ¡Dios salve a los manuales! Tiene seis velocidades, con inserciones metálicas y precisas. Es una jodida maravilla. Perdón por la palabra malsonante, pero es que encontrar un coche de más de 200 CV con un cambio manual es una utopía. Y la utopía que representa el concepto de este Mustang es un placer para los sentidos.

Motor y precio del Ford Mustang

Actualmente, el Ford Mustang tan solo está disponible con esta mecánica atmosférica V8 de 5.0 litros y 450 CV. Tiene un precio de partida de 50.471 euros, según el configurador web de Ford, convirtiéndose así en uno de los coches más potentes que puedes comprar a cambio de esta cantidad de dinero; y lo puedes escoger con cambio automático o manual.

prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback

No obstante, yo lo tengo clarísimo. Manual ‘forever and ever’. Por otro lado, el equipamiento de serie es muy amplio, con elementos como cuatro tubos de escape cromados, llantas de 19 pulgadas, faros LED, pedales de aluminio o cuadro de instrumentos digital, entre otros.

Conclusión de la prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback

Y llegamos al momento más duro. Al de la despedida de esta prueba del Ford Mustang 5.0 V8 Fastback. Un coche que me ha dejado con la boca abierta. Nada más arrancarlo suena a ‘muerte y destrucción’, a esos motores que sabes que esconden un buen chute de potencia con su bramido inicial tras un cold start. Pero eso es solo el principio, en donde empieza la magia. La magia de conducir algo que sabes que no tendrá continuidad en el tiempo.

Lo cierto es que es triste. Pensar que a este tipo de mecánicas le quedan dos telediarios, como aquel que dice, es duro. Así que en este análisis del Ford Mustang V8 me he dedicado a disfrutar. A saborear un modelo que sí, podrá consumir mucho combustible, pero en el que no te importa absolutamente nada cuando estás acelerando y escuchando ese precioso sonido. Sensaciones a la americana. Si tienes lo que hay que tener, no lo dudes: cómpralo. Tendrás un trozo de historia de la automoción en el garaje.

Nota HolyCars: 9.

Ficha técnica del Ford Mustang

  • Medidas (largo/ancho/alto): 4.789/1.916/1.382 mm.
  • Puertas: 2.
  • Plazas: 4.
  • Maletero: 408 litros.
  • Peso: 1.843 kg.
  • Combustible: gasolina.
  • Motor: 5.038 cc.
  • Potencia: 450 CV.
  • Par motor máximo: 529 Nm.
  • Cambio de marchas: manual de seis relaciones.
  • 0 a 100 km/h: 4,6 segundos.
  • Velocidad máxima: 249 km/h.
  • Consumo de combustible en ciclo combinado: 11,8 l/100km.

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