No todos los días se hace la prueba del Ford Mustang Mach 1… Además, este es algo más especial que los demás. Se llama Ford Mustang Mach 1 y monta un motor de verdad, un motor V8 atmosférico de 5 litros a diferencia de los V6 o los 4 cilindros Ecoobost que tienen sus hermanos pequeños. ¡Este es el Mustang de verdad!
Estamos ante un coche de esos que crean escuela. Un coche que nos encantó en la prueba del Ford Mustang V8 y que hoy nos ha reafirmado por qué fue el coche deportivo más vendido hace pocos años. Vamos a empezar nuestro análisis del Ford Mustang Mach 1, pero antes déjame que te explique en este link algunas de las curiosidades más interesantes del Ford Mustang.
Prueba del Ford Mustang Mach 1
Un auténtico rompecuellos
El diseño del Ford Mustang Mach 1 no cambia demasiado con respecto a las otras versiones, pero cuenta con detalles específicos que mejoran su estética y que le dan el toque diferenciador que merece. En su poderoso frontal (cada vez más estilizado) se ha añadido un splitter inferior. En el perfil del Mustang contamos con llantas de 19 pulgadas que montan unos neumáticos Michelin Pilot Sport 4S, frenos firmados por Brembo y la insignia de MACH 1 en la aleta por si aún había dudas.
En la parte trasera monta un alerón bastante discreto y un difusor brutal que, además de mejorar el diseño agresivo y dar más miedo, tiene una función práctica. Y es que, según la marca, ahora es capaz de incrementar el apoyo aerodinámico en el eje trasero en un 22%. Pero para mí lo más bonito de este culo, sin duda, son estas dobles salidas de escape que además de tener un tamaño considerable suenan como dios manda. Algo muy destacable, especialmente si tenemos en cuenta que es un vehículo actual. ¡En el vídeo podéis escucharlas!
Por dentro, la calidad justa y necesaria
Para hablar del interior del Ford Mustang Mach 1 toca ponerse algo crítico. Y es que si dejamos a un lado el precio y el comportamiento dinámico, está claro que el habitáculo quizás no esté a la altura de otros vehículos de su categoría. Pero los demás tampoco están a su altura en muchas otras cosas, por lo que al final es cuestión de prioridades.
El salpicadero por ejemplo es bastante plasticoso, el volante es muy grande y tiene una visera en el lado del copiloto idéntica a la del piloto para facilitar el montaje del volante al otro lado. Cuenta con una pantalla táctil en la consola central e incluso el cuadro de instrumentos es digital.
Además, en el Mach 1 pueden ir hasta 4 personas (las dos de las plazas traseras mejor que solo lo hagan en caso de emergencia) y su maletero tiene una capacidad máxima de 357 litros, algo más que algún que otro SUV compacto. Pero la guinda del pastel aquí, sin duda, es el freno de mano manual de los de verdad y el pomo de la caja de cambios, también manual. Viendo esto, ¿a quién le importa todo lo que he dicho antes sobre el interior?
Motor del Ford Mustang Mach 1: ¡el verdadero V8 atmosférico!
El motor del Ford Mustang Mach 1 es es demencial. Se trata de un bloque V8 atmosférico de 5.0 litros que genera una potencia máxima de 460 CV y 530 Nm de par. Sí que es verdad que a muy bajas vueltas le cuesta un poco salir, pero cuando lo subes un poco de revoluciones empuja con mucha fuerza, aunque lo mejor es como suena y lo que transmite el conjunto.
Hoy en día la mayoría de motores están sobrealimentados, pero este no. Es un coche puro, un coche de la vieja escuela, sin filtros. Está claro que los turbos han ayudado mucho a bajar consumos, reducir la cilindrada y a pegarte al asiento… Pero aquí estas conduciendo un coche con esencia. El motor se escucha bastante cuando aceleras e incluso vibra un poco. Esta versión, además, cuenta con un cambio manual Tremec con dos discos de embrague, un recorrido bastante corto y un tacto ligeramente metálico. Sin duda este coche tiene que ser manual, ¡así se disfruta mucho más!
Por poco más de 60.000 euros no hay nada en el mercado que se parezca al Ford Mustang Mach 1 de esta prueba. Por ese dinero encontrar un vehículo nuevo con estas prestaciones es casi imposible. El Mustang siempre ha sido un vehículo con un gusto muy americano, donde se prioriza por delante de todo un buen motor V8 antes que por ejemplo el interior que, como hemos visto, está bien pero no es nada del otro mundo.
Muchos años de evoluciones, pero el concepto sigue siendo el mismo
A nivel dinámico, gracias a la mejora de algunos componentes realmente el comportamiento del Ford Mustang Mach 1 es un poco más ágil que el del resto de la gama y se siente un poco más ligero que los otros V8 más antiguos. Pero atención, porque seguimos estando en coche de más de 1.800 kg y la verdad es que se nota.
El Mach 1 tiene un morro muy largo y el motor es muy grande y pesado. Por eso se ha modificado la suspensión, que tiene componentes de las versiones Shelby GT350 y Shelby GT500 (las más potentes de la gama en EE.UU), muelles delanteros más firmes, casquillos más rígidos y barras estabilizadoras específicas. Los amortiguadores están controlados electrónicamente y la dirección también tiene una puesta a punto diferente. De esta manera se consigue un comportamiento un poco menos americano y un poco más europeo.
Ford también ha pensado en aquellos que quieren meter el Mach 1 en circuito de vez en cuando, por lo que ha modificado el sistema de admisión y le ha añadido 3 radiadores extra: uno para el aceite del motor, otro para el aceite de la caja de cambios y otro para el diferencial trasero. De esta manera es capaz de rendir al máximo durante más tiempo. Por supuesto, también se puede cambiar el carácter del coche con los diferentes modos de conducción que hay, entre los cuales podremos distinguir entre uno normal, el Sport, el Sport Plus, uno de circuito y un launch control para salir desde parado.
Conclusión de la prueba del Ford Mustang Mach 1
A pesar de que, con el paso de los años, el Mustang se ha dulcificado, sigue siendo un coche basto y exigente si queremos conducir rápido. Un coche con el que hay que estar atento a la conducción y estar encima de él, algo que me encanta. Y en esta versión es aún mejor, porque Ford ha extraído todavía un poco más de su deportivo icónico por excelencia.
Al Mustang hay que quererlo por lo que ha sido y por lo que sigue siendo. Por su motor y por lo que transmite el conjunto, y dejar de tener en cuenta otros detalles insignificantes. Sabiendo esto, es de agradecer que marcas como Ford sigan apostando por coches así… aunque estén en peligro de extinción. ¡Gracias, Ford!
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Soy un gran apasionado y quemado del motor desde que nací, ¡como vosotros vaya!