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Prueba del Ford Fiesta ST: ¡una máquina de disfrutar!

Existen días en los que te hace especial ilusión recoger un coche de prensa. O por lo menos las expectativas generadas ante el susodicho modelo están fuera de lo común. Al fin y al cabo, cuando por tus manos pasan decenas de vehículos, hay muy pocos que tengan la capacidad de emocionarte. Pero realizar la prueba del Ford Fiesta ST despierta en mí un interés inusual, unas ganas parecidas a las que tuve durante los momentos previos a probar mis primeros Lexus RC F o Seat León Cupra.

“Pocos coches de tracción delantera pueden ponerte tan en bandeja una carcajada tonta de felicidad”

¿A qué se debe esto? Desde el momento en el que muchos de mis compañeros de otros medios empezaban a soltar este modelo en las instalaciones de la firma americana, las opiniones del Ford Fiesta ST han sido inmejorables. Y a mí, que mantengo un continuo affaire con los coches pequeños y potentes, se me ponían los dientes largos. Pero por fin ha llegado el momento de ajusticiarlo, a él y a su -sobre el papel- sorprendente motor de tres cilindros. ¿Será tan satisfactorio como dicen el hermano pequeño del Ford Focus ST 2020 de esta prueba? ¡A sus mandos!

¿Cómo es el motor y el comportamiento del Ford Fiesta ST?

En un coche como este no tiene sentido comenzar hablando de lo superfluo. Conviene entender el contexto de una prueba así, enfocada al rendimiento. Por lo tanto, voy a dejar el diseño, la tecnología o el espacio para más tarde. Ahora toca hablar de su propulsor. Cabe destacar que el motor del Ford Fiesta ST es un bloque turboalimentado de 1.5 litros y 200 CV de potencia. Lo más curioso es que tan solo tiene tres cilindros, una herejía para cualquier petrolhead que se precie. Pero ya te adelanto que, si lo pruebas, vas a flipar. Ni te creerás que le “falta” un cilindro.

El encargado de poner a punto todos los elementos del coche ha sido la división deportiva de la marca yanqui, Ford Performance. Y no es que lo haya hecho bien, sino que lo ha bordado. Su diminuto molinillo tiene un sonido que enamora, tanto desde dentro como desde fuera del habitáculo. Su escape emite unos petardeos que te hacen tener fe en los propulsores de dimensiones contenidas, algo que se confirma cuando pulsas el botón de arranque y comienzas a rodar con él.

El tacto de conducción y el empuje de sus 290 Nm, fuerza que alcanza entre las 1.600 y las 4.000 rpm, lo convierten en un urbano divertidísimo. El hecho es que siendo un tracción delantera, pocos coches pueden presumir de ponerte en bandeja esa carcajada tonta a la hora de trazar una curva pasado de vueltas. Es una máquina que te hace sentir partícipe de la conducción, que te inmiscuye en sus reacciones. Es decir, tus acciones tienen consecuencias directas sobre su comportamiento.

Además, en el caso de esta unidad, el diferencial delantero firmado por Quaife ejecuta su tarea de manera impecable -se incluye en el paquete Performance, que cuesta 900 euros extra y también añade Launch Control y el indicador de cambio de marchas cuando te acercas al corte de inyección-. Si te aventuras hasta puede levantar la patita en giros bruscos.

“No es muy cómodo pero, ¿me haría desestimar su compra? Ni de coña”

Otro punto a su favor es la cercanía de los pedales, que tienen una terminación híbrida entre goma y aluminio. Están a huevo para hacer el punta tacón, así que si tienes cierta destreza no te resultará muy complicado llevar al Ford Fiesta ST a su límite. Y es que te recuerdo que se trata de una pelotilla de tan solo 4,07 m y un peso que no alcanza los 1.300 kg. No es el más liviano, pero resulta muy manejable. Por cierto, su volante -como el de la gran mayoría de Ford- me encanta: el cuero es muy agradable y tiene un mullido excepcional que te invita a agarrarlo constantemente.

Pero hablemos de su ergonomía. Los asientos son unos semibaquets y están fabricados por Recaro. Agarran el cuerpo fenomenalmente bien, tanto en su parte lateral como en la zona lumbar. Sin embargo, tienen un pero que, dependiendo de la persona, podrá ser más o menos importante. En mi caso, que sufro puntuales dolores de espalda en trayectos prolongados, estar dos horas a su volante es una tortura y salgo del coche doblado. Esto sucede fruto de la combinación entre sus maravillosos Recaro deportivos y una suspensión con un tarado realmente firme. ¿Es un aspecto que me haría desestimar su compra? Ni de coña.

Por suerte, he tenido la oportunidad de probar algunos de sus rivales franceses y alemanes, y son más cómodos. Pero, ¿qué es más importante para ti, la comodidad o la diversión? Yo lo tengo claro. De todas formas, huelga decir que el coche no es una piedra, por lo que no te tomes mi percepción como la definitiva o como la única válida. Lo mejor es que te pongas a su volante y decidas en función de tu propio criterio.

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Continuamos para bingo. La dirección es más comunicativa que la de la gran mayoría de coches actuales, pero a mi modo de ver todavía le falta un poquito de feedback cuando quiere copiar lo que está pasando debajo de los neumáticos. Además, tiene un nivel de autocentrado que a mi juicio resulta excesivo y cuando -por lo que sea- te relajas y no sujetas el volante con demasiada firmeza tiende a girar rápidamente hacia el centro.

“¿Cómo puede ofrecer tan buen rendimiento un tricilíndrico?”

Eso sí, es muy directa y vuelvo a lo mismo. La combinación de todos sus elementos y la puesta a punto de Ford Performance, unido a un chasis que supone una evolución del Ford Fiesta anterior -el cual ya era casi brillante-, lo hacen un coche noble, controlable y juguetón. Un regalo de reyes para mayores de dieciocho.

Para finalizar con este apartado de la prueba del Ford Fiesta ST he de hablar del cambio de marchas. Es una transmisión manual de seis velocidades que se comporta de maravilla. El guiado es muy preciso y mecánico, y los recorridos son cortos. El hábitat natural de este coche, por lo tanto, es una carretera de montaña en la que tengas toda la libertad del mundo para acelerar, frenar, girar y cambiar de marchas. No te hace falta ni música, ya que el sonido de su motor -vuelvo a insistir, ¿cómo puede ofrecer tan buen rendimiento un tricilíndrico?- es la melodía perfecta para inyectarte adrenalina.

Antes de que se me olvide. El consumo del Ford Fiesta ST está bastante logrado. Si tenemos en cuenta que llevamos 200 CV debajo del pie, los aproximadamente 7,5 l/100km que traga en una conducción normal son de risa. Si le das caña, rara vez sube de los 10 l/100km. A modo de conclusión, en este aspecto cumple con nota.

El interior, con el espacio justo y necesario

El espacio del Ford Fiesta ST no es el mejor de todo el segmento B. Entre los superventas de su categoría destaca, sin duda, el Seat Ibiza, que tiene un aplomo en marcha similar al de coches situados en el escalón inmediatamente superior, y una amplitud cercana a la de algunos coches compactos. Sin embargo, en este pequeño estadounidense caben bien cuatro adultos, siempre que los que no se sienten detrás midan más de 1,85 m de altura, aproximadamente. Por otro lado, el espacio para las piernas es suficiente.

Otro punto sobre el que pasa de puntillas es en el volumen disponible en el maletero. Tiene 311 litros de capacidad, algo que hace 10 años hubiera supuesto una cifra casi de récord, pero que a día de hoy vuelve a estar simplemente bien. A modo de comparativa, los Volkswagen Polo y Seat Ibiza cuentan con 351 y 355 litros, respectivamente. Y el nuevo Renault Clio también destaca en este aspecto. Pero bueno, que para ir a hacer la compra e irte unos días de vacaciones, va sobrado de espacio.

A pesar de que los huecos portaobjetos tampoco son una maravilla en capacidad de almacenamiento, puedo afirmar -y afirmo- que se trata de un vehículo polivalente. Va bien en ciudad, va bien en vías rápidas como autopista, caben cuatro adultos, tiene un maletero competente… y es ratonero en curvas. ¿Qué más puedes pedir?

“Me hubiera gustado que los escapes tuvieran la misma forma que los del Focus ST”

En tema de calidades sí que se encuentra por encima de la gran mayoría de sus rivales. Al menos en esta versión ST, ya que en los acabados más básicos hay más plásticos duros. Pero en cualquier caso las terminaciones son de notable. Zonas tapizadas en piel, agradables al tacto, mullidas y unos ajustes que parece que aguantarán bien el paso del tiempo. Ojalá pudiéramos hacer una prueba de larga duración para comprobarlo -en este y en todos los coches que probamos-, pero nos tenemos que fiar de las impresiones que sacamos cuando están nuevos.

Si hablamos de ergonomía, el Ford Fiesta ST es un modelo al que te haces fácil desde la primera vez que entras en él. En este sentido, está muy “germanizado”. Todo está en su sitio y lo cierto es que incluye pocos toques de diseño originales. Esto lo hace un coche más soso en cuestión de imagen, pero más cómodo a la hora de encontrar todos los controles con los que cuenta, como el climatizador, las luces, el equipo de sonido. Al final, depende de lo que prefieras para tu día a día, de cómo sea tu personalidad.

Tecnología a raudales en comodidad y seguridad

La tecnología del Ford Fiesta ST supone un salto de calidad en comodidad y en seguridad. La pantalla multimedia, que sobresale del salpicadero, tiene 8 pulgadas. En mi opinión queda demasiado expuesta a golpes, pero es innegable que su visibilidad es excelente. Incorpora el sistema SYNC 3, que tiene un reconocimiento de voz muy bueno, e incluye conectividad Android Auto y Apple CarPlay.

El sistema de navegación no me gusta, pero me pasa en todos los Ford. Cuando te acercas a una intersección la pantalla se divide en dos y te muestra a un lado el mapa en sentido norte, y a otro dependiendo de la posición en la que te encuentres. Me parece muy contradictorio y más de una vez me ha hecho confundirme a la hora de cambiar de sentido o de tomar una salida.

“Por algo más de 20.000 euros me parece casi un regalo”

Por lo demás, la seguridad es un punto a destacar y de serie cuenta con elementos como control de crucero con limitador de velocidad, control de tracción, llamada automática de emergencia, reconocimiento de señales de tráfico o retrovisores calefactables. Me parece muy interesante añadir los faros de LED en su totalidad, pero es un extra que exige un desembolso adicional de 650 euros, que no es poco. Por supuesto, veo necesario pagar los 900 euros del diferencial y el Launch Control.

No llama la atención, pero se ve gordote

El diseño del Ford Fiesta ST es atractivo dependiendo de si te gusta o no la versión convencional. Frente a esta, lo que más llama la atención son sus paragolpes deportivos, una parrilla de tipo nido de abeja y unas llantas de aleación de dos colores con un tamaño de 18 pulgadas. Pero no se diferencia mucho del Ford Fiesta estándar, un coche que estéticamente me resulta muy bonito. Me hubiera gustado, eso sí, que los escapes tuvieran la misma forma que los del Focus ST y se situasen también en posición central.

¿Y cuál es el precio del Ford Fiesta ST?

No es por “hacerle la rosca” a Ford, pero que este coche se ofrezca actualmente con descuentos a 22.000 euros me parece casi un regalo. Seguro que al acercarte al concesionario puedes incluso rascar un poco más al comercial de turno. Un Mini Cooper S de 192 CV cuesta casi 30.000 euros, mientras que un Volkswagen Polo GTI son unos 3.000 euros más que este -y no es tan emocionante-. Por su parte, un Toyota Yaris GRMN son 30.000 euros, si bien la filosofía de este japo es diferente. Es único en su especie. En fin, que merece mucho la pena.

Conclusión de la prueba del Ford Fiesta ST

Creo sinceramente que hay pocos coches de tracción delantera que te lo hagan pasar tan bien al volante. Sus 200 CV, su agilidad y su facilidad de manejo le convierte en el candidato perfecto si lo que buscas es un coche para pasártelo bien, pero que también te sirva para el día a día. De todas formas, ten cuidado con el acelerador: sus petardeos y sensaciones son muy adictivas y es un coche que invita constantemente a darte alegrías, lo que repercute en el consumo. Pero bueno, algunos van a ver monólogos al teatro, otros prefieren un masaje, otras personas salir de copas… y gente como yo elige un coche como este para desestresarse y buscar carcajadas de felicidad. ¿Y tú, qué escoges?

Nota Holycars TV: 9.

Ficha técnica del Ford Fiesta ST

  • Medidas (largo/ancho/alto): 406/174/147 cm.
  • Puertas: 5.
  • Plazas: 5.
  • Maletero: 311 litros.
  • Peso: 1.283 kg.
  • Combustible: gasolina.
  • Motor: 1.500 cc.
  • Potencia: 200 CV.
  • Par motor máximo: 290 Nm.
  • Cambio de marchas: manual de seis velocidades.
  • 0 a 100 km/h: 6,5 segundos.
  • Velocidad máxima: 232 km/h.
  • Consumo de combustible en ciclo combinado: 6,0 l/100km.