No todos los días se puede realizar la prueba del Cupra Formentor VZ5. La razón es simple: este no es el Formentor que estáis acostumbrados a ver por la calle, sino que se trata del modelo más potente de la marca. Ya nos quedó claro en la prueba del Cupra Formentor VZ que el modelo de Martorell era una bomba de relojería, pero si te fijas el modelo que nos ocupa hoy añade un 5 a su nombre. ¿Y eso? Pues hace referencia nada más y nada menos a su motor de 5 cilindros de origen Audi Sport.
Pero eso no es todo: el Cupra Formentor VZ5 de esta prueba es una de las tan solo 7.000 unidades que se fabricarán, lo cual lo convierte en un coche mucho más exclusivo que el resto de versiones de la gama Formentor. Este, sin duda, es el Cupra más especial jamás fabricado y ha llegado al mercado para impulsar la imagen de la marca hacia la deportividad y la exclusividad que la gente cuestionó al enterarse que Cupra también fabricaría motorizaciones de tan solo 150 CV. ¡Vamos a ver qué tal se comporta!
Prueba del Cupra Formentor VZ5
La exclusividad está en los detalles
A nivel estético este Cupra Formentor VZ5 no presenta demasiados cambios con respecto al VZ normal, pero cuenta con los detalles justos para poderlo diferenciar. Por ejemplo, con respecto al modelo normal los parachoques y el difusor posterior son ligeramente distintos y cuentan con inserciones en fibra de carbono. Además, las protecciones que envuelven los pasos de rueda son algo más anchas y están pintadas en color color negro mate. Ah, y hablando de ruedas, ahora tienen una mayor caída negativa para mejorar la estabilidad en curva.
Pero el elemento que más lo distingue de los otros Formentor, además de la insignia VZ5 que encontramos en la parte trasera, es su sistema de escape. Está formado por una doble salida ubicada en cada lado (contando así con cuatro escapes en total) que, curiosamente, están colocados en diagonal y pintados en el color cobre corporativo de la marca. Eso sí, pese a que a nivel estético lucen espectaculares y por su disposición recuerdan a los escapes de los Alfa Romeo Stelvio y Giulia Quadrifoglio, lo cierto es que para mí la diferencia más importante con respecto al resto de la gama es su corazón.
Ahora tocaría hablar del interior del Cupra Formentor VZ5. Pero como no se diferencia demasiado del resto de la gama y tan solo lo hace en algunos detalles, lo mejor será pasar directamente al apartado del motor, que es realmente lo importante en esta prueba del Cupra Formentor VZ5. Y es que al final creo que el interior de este coche sufre de lo mismo que sufren todos los vehículos modernos. Así pues, si quieres saber por qué digo esto, lo mejor es que mires el vídeo que tienes justo aquí debajo.
Motor del Cupra Formentor VZ5: una auténtica bomba de relojería
Toca hablar del corazón del Cupra VZ5. Se trata de bloque de 5 cilindros y 2.5 litros de origen Audi Sport montado en posición transversal que es capaz de generar una potencia de 390 CV entre las 5.700 y las 7.000 rpm y un par máximo de 480 Nm entre 2.250 y las 5.700 revoluciones. Curiosamente se trata de un viejo conocido… pero no para la marca de Martorell, sino para Audi. Y es que por primera vez en la historia la marca alemana ha permitido que su motor de 5 cilindros se monte fuera de la marca. ¿En qué modelos de Audi está presente? Pues en los RS3, TTRS y uno de sus principales rivales, el RS Q3.
Basta con echar un vistazo al motor para ver que estamos ante algo grande, y no solo me refiero al tamaño. Es brutal cómo empuja y lo bonito que suena, además de que sus prestaciones están fuera de cualquier tipo de duda: gracias a su amplio rango de entrega de par se nota lleno de potencia a casi cualquier régimen, acelerando de 0 a 100 km/h en tan solo 4,2 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 250 km/h.
Además, el conjunto mecánico va unido a una caja de cambios de doble embrague y 7 relaciones que funciona de perlas. Sí, es el típico DSG, pero tiene un funcionamiento algo distinto a lo habitual y que es de agradecer: cuando seleccionamos el modo manual el coche no cambia a la relación superior de forma automática cuando llegamos al limitador de revoluciones, permiténdonos apurar al máximo. Algo fundamental para disfrutar aún más.
La receta de la felicidad
Pero entremos ya en la parte dinámica, que es sin duda el plato fuerte de la prueba del Cupra Formentor VZ5. Y es que es aquí donde realmente destaca como uno de los mejores vehículos de su segmento en cuanto a la relación entre precio y prestaciones, por no decir el mejor. El conjunto es una bomba tanto por carreteras ratoneras como por nacionales rápidas. Uno de los elementos principales para tener este comportamiento es su tracción integral, ya que resulta prácticamente imposible perder tracción con el incuso dando gas en medio de una curva. Además es muy noble, no hace ningún extraño y es fácil conducirlo rápido. Este comportamiento hace que rápidamente cojas confianza con el coche para ir aún más rápido.
Estando ante un SUV (o CUV, que es como lo denomina la marca) resulta curioso que el Formentor VZ5 no sea subvirador. Esto se debe a la buena gestión electrónica que ha hecho Cupra, ya que se nota mucho la presencia del torque splitter, un sistema que es capaz de enviar más par a las ruedas exteriores para ayudarnos a girar. Y como te puedes imaginar, esto en carretera o en circuito se traduce en una efectividad brutal.
Otra de las grandes novedades aquí es el esperado modo drift. Gracias a los embragues que hay situados en el eje trasero el coche puede enviar casi el 100% del par a la rueda exterior, consiguiendo que pierda el agarre y haciendo derrapar el coche. Un gadget que permite divertirnos un poco más en un coche de tracción integral.
Si tengo que ponerle un pero a nivel dinámico, me gustaría que el escape sonara más o que hiciera algún petardeo al reducir. Se nota que va capado, pero teniendo en cuenta los tiempos que corren estoy satisfecho con que salga así de serie. También hubiera ido bien una suspensión un pelín más seca como la que vimos en la prueba del Hyundai Kona N. Pero no me malinterpretéis, el conjunto es realmente bueno: es algo más dura que la suspensión del VZ, baja la altura de la carrocería 10 mm más, filtra muy bien y gestiona a la perfección las inercias.
Es bueno saliendo disparado… y también frenando
Con tanta potencia preparada para lanzar el coche como si fuera un misil en cualquier momento, también resulta imprescindible contar con algo que nos ayude a detenernos rápidamente. Es por ello que el equipo de frenos delantero del Cupra Formentor VZ5 viene firmado por el fabricante japonés Akebono y se ha redimensionado considerablemente. Así, monta unos discos ventilados y perforados de 375 mm que van unidos a una pinza monobloque de 6 pistones. Además, el equipo de Cupra ha modificado el servofreno para ofrecer un tacto del pedal aun más deportivo.
Lo mejor es que no solo son efectivos, sino que su tacto también es muy bueno. La mordiente es espectacular, lo cual me ha sorprendido gratamente. Sinceramente, me esperaba un pedal menos comunicativo y algo más esponjoso y la verdad. Pero lo mejor del Cupra Formentor VZ5 de esta prueba es que sí, corre mucho y frena bien… pero también resulta práctico para el día a día. En un modo de conducción tranquilo se muestra súper dócil, lo cual es de agradecer. Y lo mejor de todo: los semibackets no solo sujetan bien en curva, sino que a nivel de confort son brutales.
Conclusión de la prueba del Cupra Formentor VZ5
Si algo ha quedado claro tras haber probado este coche es que estamos ante un futuro clásico. Un modelo que a nivel estético tal vez no se diferencie mucho de un Formentor diésel de 150 CV, pero que hace que sean los más expertos los que sepan diferenciarlos, lo cual aumenta su valor.
Si a todo ello le sumamos que bajo el capó cuenta con un motor impresionante que por primera vez se equipa en una marca que no sea Audi y que solo se fabricarán 7.000 unidades, este coche huele a historia desde YA. Sin duda, este Formentor es uno de esos coches que vale la pena tener en el garaje, tanto por su mecánica como por su exclusividad.
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Soy un gran apasionado y quemado del motor desde que nací, ¡como vosotros vaya!