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Prueba del Citroën C5 Aircross. ¡Una agradable sorpresa!

¿Vuelve a apostar por el confort?

Prueba Citroën C5 Aircross

Debo decir que la prueba del Citroën C5 Aircross fue una grata sorpresa. Diría años, pero creo que me quedaría corto: son décadas en las que Citroën parecía haber perdido el rumbo, vagando por el mercado sin demasiados objetivos sobre la mesa y sin productos atractivos que lo lleven al éxito. Solo sus precios bajos hacen que sigan siendo una opción de compra para muchos. Pero para mí, eso no es lo que representa el legado de Citroën. Y parece que el Citroën C5 Aircross de esta prueba quiere romper con esta tendencia.

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Desde su fundación y sobretodo en sus años dorados, Citroën fue una marca innovadora que apostaba por la tecnología para ir un paso por delante a sus rivales. Los mejores Citroën de la historia, encarnados principalmente en el Citroën DS, consiguieron colocarse en la cúspide de la automoción de su tiempo. Coches muy avanzados que tenían como objetivo dos cosas: atraer estéticamente y mimar a sus ocupantes ofreciendo un confort altísimo.

Los Citroën más interesantes siempre han tenido eso en común: diseño y confort. Pero en los últimos años la marca se ha ido desmembrando: el adiós a la suspensión neumática fue un duro golpe para los puristas. El adiós a las grandes berlinas de representación fue otro. ¿Puede sobrevivir una marca como Citroën haciendo solo coches compactos baratos? Yo creo que no.

Prueba del Citroën C5 Aircross

 

Citroën C5 Aircross, una prueba de fuego

Está claro que el segmento de los SUV está que arde. Por eso no me extraña que Citroën se haya dejado de tonterías y haya ido a por un segmento que sabe que está de moda. El Citroën C5 Aircross de esta prueba se posiciona como un SUV de tamaño medio, rival del Seat Ateca, Renault Kadjar o de su primo, el Peugeot 3008. A priori, es meterse en uno de los segmentos más duros del mercado y además, la imagen de Citroën no pasa por su mejor momento.

Antes de empezar la prueba del Citroën C5 Aircross examino en profundidad su diseño exterior. Me gusta que tiene personalidad, no se parece a la competencia y hay detalles que me gustan, como el diseño de faros y pilotos. Bien es cierto que mantiene ciertas ‘tonterías’ que aportan más bien poco y, bajo mi punto de vista, quitan seriedad al conjunto, como los ‘airbumbs’ de plástico malo en el lateral. Al menos esta vez los han colocado en una posición mucho más baja y pasan más desapercibidos.

Me gusta la línea lateral, sencilla pero con una curiosa forma de las ventanillas, con la parte final del maletero más estrecha y dando algo más de músculo a la zaga. Mi unidad de pruebas es el Citroën C5 Aircross cuenta con el acabado Shine, que incluye unas espectaculares llantas de 19 pulgadas. El color también es curioso: una especie de rojo anaranjado que le va bastante bien con su carácter desenfadado.

 

Interior del Citroën C5 Aircross: minimalista pero con luces y sombras

El interior del Citroën C5 Aircross tiene luces y sombras, de una manera súper evidente y súper marcada. A nivel de diseño me gusta: minimalista, con una pantalla central de ocho pulgadas y detalles bastante chulos. En el caso de mi ejemplar de pruebas destaca por unos acabados en cuero marrón muy chulos y convincentes, aunque lo mejor no es eso.

Lo mejor, sin lugar a dudas, son los asientos del Citroën C5 Aircross. ¡Qué maravilla! Esto sí recuerda a los grandes Citroën del pasado, cuyo principal objetivo era mimar al conductor. Los Asientos Advanced Comfort, como se han bautizado, son más bien grandes butacones que poco tienen que envidiar a los del salón de tu abuelo. Se ha reforzado el acolchado, cuentan con reglaje eléctrico, calefacción…¡e incluso masaje!

Prueba Citroën C5 Aircross asientos

Son los mejores asientos que he probado en una marca generalista y los mejores del segmento SUV. Pude viajar con este coche desde Madrid a Sevilla del tirón y puedo decir que son una auténtica gozada. Además, a nivel estético también convencen, con un diseño de las costuras con grandes cuadrados y tonalidad bitono negro/marrón.

Esas son las luces, vamos ahora por las sombras. Sin duda, lo peor del Citroën C5 Aicross de esta prueba son los plásticos duros que son más protagonistas de lo que deberían: es como el vicio malo de toda una generación. Es cierto que lo que resulta imposible es ofrecer elementos de auténtico lujo como los asientos y después pedir un precio ajustado sin sacrificar algo.

En este caso los plásticos duros que puedes encontrar incluso en zonas nobles, como partes del revestimiento de las puertas o del salpicadero, no están a la altura. Creo que con poco, con muy poco, se les podría dar un mejor aspecto y un tacto más agradable. ¡Solo que copiaran a su primo Peugeot sería más que suficiente!

En cualquier caso, creo que el saldo después de analizar el interior del Citroën C5 Aircross es positivo. El espacio interior es razonable y algo que me gusta es que en la segunda fila cuenta con tres asientos individuales, por lo que 5 adultos podrán viajar bastante bien. El maletero también es muy bueno: 580 litros ampliable hasta los 1.630 litros.

 

Por fin un Citroën que vuelve a apostar por la comodidad

La prueba del Citroën C5 Aircross se puede considerar como dura y exigente, ya que lo enfrenté a todo tipo de situaciones: carreteras nacionales, autopistas, pistas forestales e incluso conducción off-road de cierta exigencia. Primero me voy a centrar en lo más importante: ¡vuelvo a recuperar la fe! El confort del Citroën C5 Aircross convence, especialmente en carreteras con buen firme para realizar viajes largos.

Prueba Citroën C5 Aircross interior

Los asientos ponen su granito de arena, pero aquí es protagonista la suspensión Progressive Hydraulic Cushions, un nuevo sistema patentado por Citroën y que principalmente utiliza nuevos topes hidráulicos en los extremos del amortiguador para mejorar la respuesta del conjunto ante fases de compresión y extensión fuertes.

Quizás negro sobre blanco no te resulta fácil de comprender, pero ya te lo digo yo: funciona. Es un coche cómodo, que filtra muy bien las irregularidades del asfalto y que sorprende incluso sobre firmes de tierra, consiguiendo un refinamiento sorprendente. Para viajar se consigue un alto grado de confort, por lo que será un buen coche para viajar. En curvas también responde bastante bien. Mejor de lo esperado. ¡Por fin Citroën vuelve a brillar hablando de suspensiones!

 

Un motor diésel potente y eficiente

A todo esto hay que añadir un motor diésel de cuatro cilindros, dos litros y 177 CV a 3.750 vueltas. Genera un interesante par de 400 Nm desde las 2.000 vueltas. Este motor envía su potencia al eje delantero a través de una transmisión automática de convertidor de par y ocho velocidades, con un funcionamiento muy suave y agradable en todo momento. ¡Nada que ver con transmisiones como la EAT6, manual pilotada!

Es un motor que se me antoja absolutamente perfecto para un coche así. Acelera de cero a cien en 8,6 segundos y alcanza los 211 km/h de velocidad punta. Tiene brío suficiente en prácticamente cualquier momento, suficiente para adelantar con seguridad y con sensación de tener fuerza bajo el pedal constantemente.

Prueba Citroën C5 Aircross trasera

Además, luce un consumo muy ajustado: homologa un consumo medio de 6,3 litros, pero en una conducción lejos de la ciudad, en carreteras o autopistas, a un ritmo no demasiado alto, puede rodar por debajo de los seis litros con cierta facilidad. Parte de culpa la tiene un peso general bastante bueno, de 1.613 kilos en el caso de esta versión súper equipada.

Sí, quizás un sistema de tracción integral podría ser un complemento perfecto a nivel dinámico, sobretodo para salir del asfalto con cierta seguridad. Pero debo decir que este Citroën C5 Aircross sorprende también fuera del asfalto. Lo enfrenté a pruebas de cierta dificultad, con terrenos con barro y fuertes pendientes. Y no sin algo de sufrimiento en algunos casos, pudo sobrevivir sin problemas.

Y es que el sistema Grip Control del Citroën C5 Aircross, con diferentes modos de funcionamiento, adapta el control de tracción para ofrecer el máximo agarre en superficies complicadas. Obviamente está lejos en cuanto a efectividad respecto a un sistema de tracción integral, pero el C5 Aircross, con sus 23 centímetros de altura libre al suelo, puede sobrevivir también lejos del asfalto. Esto es un punto bastante positivo, ya que muchos de sus rivales no tienen tanta altura para poder superar obstáculos.

 

Conclusión: la prueba del Citroën C5 Aircross me deja buen sabor de boca

Sí, hacía mucho, mucho tiempo que un Citroën no me dejaba un buen sabor de boca. En mi casa ha habido varios modelos de la casa del doble chevron y casi siempre por un mismo motivo: su comodidad y su precio atractivo. Durante la prueba del Citroën C5 Aircross he visto de nuevo brillar a estos elementos clave para que un Citroën pueda ser un producto atractivo e interesante.

Prueba Citroën C5 Aircross

Es cómodo, tiene un interior amplio, el equipamiento es más que suficiente y en la parte de infoentretenimiento cumple: no lo he comentado pero me gusta la interfaz de la pantalla. Buena habitabilidad, buen maletero. Quizás lo peor sean algunos fallos en términos de calidad del interior, así como un diseño interior que o te gusta o lo odias. Creo que eso no es algo malo en un Citroën.

Por último, creo que donde el Citroën puede brillar es en el precio. Mi unidad de pruebas, con un equipamiento súper generoso, 177 CV diésel, buen consumo, buenas prestaciones y mucho confort, se queda no demasiado lejos de los 30.000 euros, lo que me parece un precio muy, muy interesante. Sin duda, este Citroën C5 Aircross puede ser una opción a tener en cuenta en el segmento SUV. ¡Merece serlo!

Lo mejor:

  • Suspensión cómoda
  • Asientos espectaculares
  • Consumo del motor diésel de 177 CV
  • Precio

Lo peor:

  • Diseño exterior algo controvertido
  • Detalles de calidad de fabricación
  • Exceso de plásticos en el interior

 

Ficha técnica del Citroën C5 Aircross BlueHDI 180

Versión probada Citroën C5 Aircross BlueHDI 180 Shine
Motor 4L Turbo diésel, 2.0 litros
Potencia 177 CV a 3.750 rpm
Par 400 Nm a 2.000 rpm
Transmisión Automática, Convertidor de par. 8 vel.
Tracción Delantera. Grip Control
Aceleración 0-100 km/h 8,6 seg.
Velocidad máxima 211 km/h
Consumo 6,3 l/100 km
Emisiones 165 gr/km

 

 

 

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