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Prueba del BMW Serie 4 420i: El BMW más polémico de los últimos años

Un coche mucho más divertido de lo que parece.

Prueba del BMW Serie 4 420i

No os podéis imaginar las ganas que tenía de hacer la prueba del BMW Serie 4 420i. Y es que después de todo el revuelo que se generó con este modelo y de la polémica que suscitó en redes sociales, no podía esperar más para verlo en persona y, sobre todo, probarlo para averiguar de qué es capaz realmente.

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Y aunque no quiero hacerte spoiler, ya te adelanto que este BMW Serie 4 me ha sorprendido gratamente ya no solo a nivel estético, sino también en cuanto a comportamiento dinámico e incluso habitabilidad interior. Mi compañero Víctor ya expuso sus argumentos a favor y en contra de la famosa parrilla, así que me voy a centrar más en analizar el coche como tal y no tanto su estética.

Prueba del BMW Serie 4 420i

Diseño: El coupé más actual de BMW

No engaño a nadie si digo que en esta prueba del nuevo BMW Serie 4 420i lo que más ha sorprendido es el diseño frontal. Sin duda, esta parrilla de grandes dimensiones es una apuesta un tanto arriesgada por parte de la marca alemana. Es cierto que no es un vehículo de volumen y que las marcas deben arriesgar en el diseño y en otros aspectos para progresar y diferenciarse de la competencia… pero a mí personalmente no me gusta.

Prueba del BMW Serie 4 420i

Aunque debo admitir que en directo me gusta mucho más que en foto. Y es que cuando ves el coche en persona y aprecias las dimensiones tanto del vehículo como de la parrilla, te das cuenta de que no es tan desproporcionado como parece. Aun así, está claro que la de los M es más bonita, ya que es más fina y no cuenta con el ribete cromado. La posición del vano motor es otro tema interesante, ya que la firma alemana ha querido fabricar un GT equilibrado y ha posicionado el propulsor lo más retrasado posible del eje delantero para intentar repartir el peso. ¡Y la verdad es que se nota!

Pero no nos desviemos del tema. Las medidas del nuevo BMW Serie 4 Coupé, como acostumbra a pasar en la mayoría de modelos, han crecido. Ahora mide 4,77 m de largo (cuatro cm más que un seat Tarraco), 1,85 de ancho y 1,38 de alto. Vaya, que por dimensiones el BMW Serie 4 Coupé invita a recorrer largos viajes en un vehículo que luce fantástico y que promete mucho a nivel dinámico. Pero sin duda, la mejor vista para mí es la trasera. La zaga es muy alargada y los pilotos son muy estilizados. Además, cuentan con una firma luminosa muy chula y, cómo no, con una doble salida de escape completamente real.

Prueba del BMW Serie 4 420i

Interior: El equilibrio perfecto entre lo digital y lo analógico

Puede que hace unos años la marca se quedara atrás en algunos aspectos del interior con respecto a su competencia, pero ahora para mí han dado en el clavo. El interior del BMW Serie 4 destaca por haber dado un gran salto hacia delante en cuanto a calidad de materiales y, por supuesto, en diseño. A mí personalmente me encanta, ya que la marca no se ha vuelto loca con la incorporación de pantallas. Por supuesto, como buen interior a la altura de su competencia debe tener pantallas, pero se han mantenido muchos mandos físicos, como por ejemplo el del climatizador. Y considero que esto es fundamental a nivel de practicidad y seguridad.

Además, la consola central está ligeramente orientada hacia el conductor para facilitarnos la tarea y hacer que nos sintamos más integrados en la conducción. Otros elementos que me han gustado especialmente del interior del BMW Serie 4 son tanto el volante como los asientos. Y es que los volantes de BMW son conocidos por ser completamente redondos, tener un buen grueso y ser de los más ergonómicos del mercado.

En el caso del BMW Serie 4 420i de esta prueba cuenta con unas levas para subir y bajar marchas que tienen un tacto excelente y un tamaño considerable. Los asientos “M” también son muy bonitos, y además de sujetar y ser cómodos no son ni demasiado deportivos ni demasiado blandos. Además, en este cuero Vernasca de color coñac lucen espectaculares. Pero no todo lo que hay en este habitáculo me gusta. Y es que lo que no me termina de encajar es la nueva moda de poner las revoluciones al revés y en la parte derecha de la pantalla. Esto es algo que ya hemos visto en otras marcas como Peugeot, pero no me acaba de convencer.

Prueba del BMW Serie 4 420i

Por dentro, más espacio del que parece

Ni qué decir tiene que los asientos delanteros son fantásticos tanto por comodidad como por reglajes disponibles, pero en cuanto a habitabilidad lo más interesante es ver cuál es el espacio en la plazas traseras. Y lo cierto es que a pesar de ser un coupé la segunda fila de asientos ofrece unas cotas fantásticas, al menos para las piernas. Vaya, que hay espacio de sobras para, como mínimo, alguien que mida los mismos 1,74 metros que mido yo.

Finalmente toca hablar del maletero del BMW Serie 4, que gracias a que el coche es bastante largo ofrece una capacidad sorprendente. Disponemos de un total de 440 litros, y aunque la boca de carga no es demasiado grande no tendremos problemas para cargar unas cuantas maletas.

Prueba del BMW Serie 4 420i: ¿el vehículo más polémico del año?

Lo cierto es que a nivel dinámico este Serie 4 Coupé va mejor de lo que cabría esperar de un vehículo tan largo y con apariencia GT. Antes de entrar en profundidad quiero destacar que esta unidad es la de acceso a la gama, la 420i, que monta un bloque de 4 cilindros en posición longitudinal y propulsión trasera que desarrolla 184 CV y 300 Nm de par. Y sí, aparentemente es poco motor para tanto coche, pero la verdad es que es muy elástico y responde a la perfección para su potencia. El par máximo lo entrega desde abajo, concretamente desde 1.350 hasta las 4.000 revoluciones. Una cifra ideal para cuando queramos realizar largos viajes de manera confortable y económica sin tener que subir en exceso las revoluciones.

El BMW Serie 4 420i de esta prueba dispone de diversos modos de conducción para mejorar la respuesta del vehículo según nuestras necesidades. En el modo Sport se ha conseguido tener una reacción prácticamente instantánea no solo a nivel mecánico, sino también electrónico. En este modo la respuesta del acelerador es muchísimo más sensible y la sensación al rozar el pedal del gas es de empuje contundente.

Prueba del BMW Serie 4 420i

Bien es cierto que la parte inicial es la que más sorprende y que a medida que vamos hundiendo el pie la aceleración pierde contundencia, pero a pesar de ello podremos estirar el cuentarrevoluciones hasta las 6500 vueltas. La caja de cambios de convertidor de par y 8 relaciones funciona a la perfección, aunque tiene tanto potencial a nivel de chasis y de puesta a punto que creo que aún se le podría haber dado un puntito más de rapidez en según qué situaciones. Pero no me malinterpretéis, es un buen cambio y al final este coche tampoco es para ir de tandas.

Una puesta a punto que marca la diferencia

Parece ser que cada vez las direcciones son más directas en general, y esta sigue siendo muy reactiva. Incluso un pelín demasiado para mi gusto, pero no es algo exagerado. Además, no hay nada como tener un volante redondo y grueso que es súper agradable. En general el balance del coche está muy bien conseguido. Quiero recordar que mide casi 4,8 m de largo, y con el morro tan largo cabría la posibilidad de pensar que es un coche subvirador. Lógicamente si vas muy pasado y no gestionas bien el peso se te irá de morro, pero incluso aunque entres rápido no tiene esa tendencia natural si haces una buena gestión de pesos.

Prueba del BMW Serie 4 420i

Una de las cosas que nos ayudan en esto es su estructura. Vaya, lo que hemos comentado antes de la posición del motor y demás. Se nota que BMW siempre intenta mantener sus vehículos bien firmes sobre el asfalto. El BMW Serie 4 de esta prueba, pese a ser la versión 420i, monta unos buenos neumáticos. Concretamente estamos hablando de unos Michelin Pilot Sport 4S, que a nivel dinámico marcan la diferencia.

Y hablando de marcar la diferencia, otro elemento importante para ello es la suspensión. Tengo que reconocer que me esperaba un tarado de suspensión más blando, pero realmente es bastante seca y va muy bien en curva. Está muy bien equilibrado, ya que el coche gira muy plano y si en mitad de la curva damos algo más de gas de la cuenta es fácil deslizar la zaga. Eso sí, cuando cogemos un badén o algún bache se nota bastante seco.

¿Y de consumos qué tal vamos?

Si nos centramos en el consumo del BMW Serie 4 420i, lo primero que tengo que decir es que durante la prueba ha circulado tanto por ámbito urbano como interurbano, incluyendo tramos de carreteras de curvas. El resultado por lo que respecta al consumo del BMW 420i es sorprendente, ya que he registrado un total de 7,8 litros cada 100 kilómetros. Y no te pienses que he ido con el modo ECO activado todo el rato, no.

En líneas generales este 420i Coupé, a nivel dinámico y poniéndonos bastante exigentes, va mejor de lo esperado y puede llegar a ser muy divertido. A mí esta versión de entrada a la gama me ha sorprendido para bien y a nivel de confort también cumple con creces. Al menos para el piloto y el copiloto, ya que los pasajeros de atrás no tienen tantas facilidades. Eso sí, los asientos son espectacularmente cómodos, sujetan bien y la aerodinámica y el nivel de rodadura es excelente.

Si tengo que poner una pega a este coche, realmente por decir algo diría los frenos. A pesar de que las pinzas no están mal y la mordiente es buena, si vamos rápidos se acaban fatigando. Pero hay que darle bastante tute durante algunos minutos seguidos. Sea como sea, lo que no me ha acabado de convencer es el tacto inicial que tiene el pedal, debido a que al principio del recorrido la asistencia es excesiva.

Motores, acabados y precios del BMW Serie 4

La versión que ha pasado por mis manos es la 420i, la más básica de la gama y que tiene un precio de partida de 48.400 euros. La misma versión pero con motorización diésel cuenta con una potencia de 190 CV y arranca en una tarifa ligeramente superior, de 49.350 euros. Por cierto, esta última versión también está disponible con la tracción integral xDrive.

Prueba del BMW Serie 4 420i

Evidentemente si queremos un poquito más de marcha podremos optar por las versiones 430i o bien por el todopoderoso M440i xDrive, cuyos precios de partida son de 52.500  y 74.300 euros respectivamente. Las potencias, por cierto, son de 258 y 374 CV. Y cómo no, la guinda del pastel… el nuevo BMW M4 Competition de 510 CV y 113.200 €, también disponible con tracción integral.

Conclusión de la prueba del BMW Serie 4 420i:

Llegamos al final de la prueba del BMW Serie 4 420i, y lo cierto es que tengo que reconocer que es un coche realmente bueno que encaja muy bien en prácticamente todos los escenarios. Un coupé elegante para llegar con estilo a cualquier evento, con el que te lo puedes pasar la mar de bien a muy buen ritmo en una carretera revirada. Y sí, personalmente a mí no me gusta su parrilla, pero en general es un coche atractivo que ha demostrado portarse muy bien tanto en su modo más GT, como en su modo un poco más picante.

Prueba del BMW Serie 4 420i

Un vehículo con un tarado de suspensión y chasis muy contundente que lo convierte en un modelo muy disfrutable en curvas cuando queremos disfrutar al volante. Además, este nuevo interior da un salto de gigante con respecto a su anterior generación, ya que se siente de mejor calidad y el nuevo diseño combina a la perfección la integración de las pantallas con los mandos tradicionales analógicos. Así que para mí lo único malo es que esta versión en concreto se queda algo corta en cuanto a potencia para el vehículo que es… pero no es nada exagerado.

Ficha técnica 

  • Medidas (largo/ancho/alto): 4.768/1.852/1.383 mm.
  • Puertas: 2.
  • Plazas: 4.
  • Maletero: 440 litros.
  • Peso: 1.600 kg.
  • Combustible: gasolina.
  • Motor: 1.998 cc.
  • Potencia: 184 CV.
  • Par motor máximo: 300 Nm.
  • Cambio de marchas: automático de convertidor de par.
  • 0 a 100 km/h: 7,5 segundos.
  • Velocidad máxima: 240 km/h.
  • Consumo de combustible en ciclo combinado: 6,3 l/100km.

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