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¿Sabías que existió un Mercedes 190 eléctrico en 1990?

Sí, antes de que los coches eléctricos estuvieran tan de moda.

Mercedes 190 eléctrico

El caso del Mercedes 190 eléctrico es un ejemplo paradigmático de que en muchas ocasiones lo que parecen innovaciones realmente no lo son tanto. Es cierto que de un tiempo a esta parte los coches eléctricos han evolucionado mucho (y más que lo van a hacer) pero en muy pocas ocasiones podemos decir que, cuando un fabricante presenta un coche eléctrico, sea el primero de su historia.

Suscríbete al canal de YouTube de HolyCarsY esto es así porque hubo una época, hace ya unas cuantas décadas, en la que casi todas las marcas se atreviaron a lanzar coches eléctricos ni que fuera a modo de prueba. Y como os decía, uno de estos coches es el Mercedes 190 eléctrico que ilustra este artículo. Un coche que se presentó en mayo de 1990, y cuyo catálogo aseguraba que tenía el objetivo de «evaluar la idoneidad funcional de todos los componentes en situaciones reales con todas las vibraciones, aceleraciones y fluctuaciones de temperatura experimentadas en el funcionamiento diario».

En efecto, Mercedes-Benz usó sus 190 eléctricos para hacer diversos experimentos con sus baterías. Principalmente empleó baterías de cloruro de sodio-níquel o de sodio-azufre, cuya densidad energética era muy superior a las baterías de plomo tradicionales. Como contrapartida, su temperatura de trabajo era de unos 300ºC. Un año más tarde presentó una versión renovada, y esta resultó ser la definitiva.

Mercedes 190 eléctrico: la apuesta alemana por la movilidad eléctrica

Mercedes 190 eléctrico

En el Salón de Ginebra de 1991 Mercedes presentó un 190 eléctrico mejorado, que prometía «seguir siendo un vehículo de cinco plazas con espacio efectivo casi sin cambios». Como era habitual en el modelo de combustión las ruedas que impulsaban el vehículo eran las traseras, pero en este caso cada una de ellas tenía un motor eléctrico propio.

Se trataba de un motor de corriente contínua alimentado por imanes permanentes con una potencia máxima de 16 kW (22 CV) cada uno, por lo que la potencia total era de 32 kW (44 CV). La batería que se encargaba de aportarles energía era de cloruro de sodio y níquel, y además contaba con frenada regenerativa. ¿Lo mejor de este modelo? Que con respecto a una unidad de combustión, el Mercedes 190 eléctrico apenas pesaba 200 kilos más.

Mercedes 190 eléctrico

¿Y por qué se aventuró Mercedes en fabricar un 190 eléctrico en los 90? Pues entre otros motivos por el interés creciente que hubo en esa época hacia este tipo de modelos. En California se aprobaron una serie de leyes para introducir vehículos sin emisiones, y en Alemania se habilitó una zona de pruebas en la isla de Rügen para experimentar con coches eléctricos y diversos sistemas de energía. Un proyecto que, por cierto, obtuvo 60 millones de marcos de financiación provenientes del gobierno alemán.

100.000 km en un año con el Mercedes 190 eléctrico

Para demostrar que su nuevo modelo era completamente funcional y muy fiable, Mercedes envió diversos ejemplares del 190 eléctrico a la isla de Rügen, varios de los cuales fueron usados como taxis. Estos modelos apenas presentaron problemas, y uno de ellos se utilizó prácticamente a diario durante un año, completando aproximadamente unos 100.000 km.

Mercedes 190 eléctrico

La marca alemana recabó muchísimos datos gracias a este experimento, que años después hizo extensivo a otros modelos. Pero como bien sabes, no ha sido hasta ahora que los vehículos eléctricos han vuelto a estar en boca de todos, por lo que el proyecto de los años 90 se quedó en eso, en un proyecto. Probablemente la vida útil de las baterías, la autonomía de los vehículos, la infraestructura de carga y el precio fueron los principales escollos que no pudieron superar en los años 90.

30 años después hemos mejorado mucho, pero lo cierto es que los retos a los que se enfrentan los coches eléctricos son los mismos. La vida útil de las baterías y el reciclaje sigue suponiendo un problema, mientras que la la autonomía cada vez es mayor pero todavía no es capaz de igualar la de los vehículos de combustión.

Mercedes 190 eléctrico

Además, sigue siendo complicado encontrar una buena infraestructura de carga, y normalmente adquirir un coche eléctrico representa un desembolso demasiado elevado. Pero todas las marcas parecen decididas a lanzar vehículos eléctricos en su particular isla de Rügen, para ir probando mejoras y acabar de una vez por todas el camino que inició, no en exclusiva pero sí como uno de los pioneros, el Mercedes 190 eléctrico.

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