Hoy toca repasar cuáles son los mejores Lotus de la historia, y ya te adelanto que la decisión no es fácil porque se trata de una marca con mucha historia. Al pensar el Lotus hay un nombre que irremediablemente nos viene a la mente: el de Colin Chapman. Un enamorado de los coches que desde bien joven empezó a vender y a modificar coches, creando así el Mark I, un modelo creado sobre la base de un Austin Seven y que ha pasado a la historia por ser el primer Lotus de la historia.
El espíritu de superación de Chapman lo llevó, a lo largo de los años, a crear versiones mejoradas de su primer coche. Así fue como fueron llegaron las sucesivas versiones del Mark I, y con ellos una gran cantidad de éxitos en competición. Nadie podía hacerle sombra, y de hecho los vehículos de Lotus obtuvieron victorias de prestigio tanto en Le Mans como en la Fórmula 1 durante los años 50, 60 y 70.
Lo mejor de Lotus es que no solo se dedicó a hacer coches ganadores en competición, sino que trasladó todo ese savoir faire a la producción de coches de calle, que como te puedes imaginar eran vehículos deportivos muy divertidos. Desde su fundación hasta hoy mismo, Lotus se ha caracterizado por ser una marca que siempre ha preferido ahorrar peso a disponer de mucha potencia, lo cual contrasta con el planteamiento de muchos fabricantes de vehículos deportivos.
Quién no recuerda los Elan, Esprit, Elise… los mejores Lotus de la historia y el fiel reflejo de una marca que, como tantos otros fabricantes de deportivos, ha sufrido problemas financieros que le han hecho pasar por diversas manos. Desde General Motors hasta la actual Geely, pasando por Romano Artioli (por aquel entonces propietario de Bugatti) o Proton, los propietarios de Lotus han sido muy diversos, pero afortunadamente han conservado en medida de lo posible el espíritu deportivo que siempre ha caracterizado al fabricante inglés. Así pues, no se hable más: a continuación repasamos los mejores Lotus de la historia.
Los 5 mejores Lotus de la historia, por HolyCars y sus seguidores
Lotus Esprit V8, por Víctor Delgado
Ningún jurado me condenaría si dijese que el Lotus Esprit V8 es una jod*** preciosidad. Y no solo es por eso, pero lo cierto es que es uno de los mejores Lotus de la historia. Algo que no es sencillo, ya que la marca de Chapman es la máxima expresión del disfrute de la conducción. Ya sabes, eso de reducir el peso al mínimo para aprovechar mejor la potencia de sus deportivos.
En el caso del Esprit V8, me recuerda mucho a mi infancia. Es curioso. Mira que no era un coche que abundase en España, pero en mi barrio había uno blanco aparcado siempre, casi no se movía. Lo veía todos los días y me quedaba mirándolo mientras babeaba. De eso puede hacer casi 20 años fácilmente. Al final me enteré que era de un compraventa que no consiguió venderlo. Si me hubiera pillado con dinero…
¿Sabes lo que echamos de menos muchos petrolheads los faros escamoteables? Era un rasgo de deportividad, y este superdeportivo inglés tenía mucho de eso. Su diseño me recuerda, salvando las distancias, al de un mini-Countach. Con ese capó afilado y esa zaga cortante. Cuadradote y con un alerón fijo tremendo. ¡Qué llantas más bonitas, por cierto! Lo mires por donde lo mires, es brutal.
Pero claro, el motor le acompañaba. No era moco de pavo. Era uno de esos que te ponía ‘la gallina de piel’, y por eso lo he escogido como el mejor Lotus de la historia. No te voy a aburrir con cifras y datos. Simplemente te diré que su 3.5 V8 biturbo sonaba a gloria bendita y desarrollaba más de 500 CV. Y con esa potencia y 1.380 kg se puede llegar muy lejos.
Lotus Carlton, por Sergio Domínguez
Aunque pueda resultar curioso, para mí uno de los mejores Lotus de la historia es el único modelo que no era genuinamente un Lotus. Y es que no nos engañemos, el Lotus Carlton es un Opel Omega con chucherías… pero menudas chucherías. Este coche tiene una historia bastante interesante. ¿Recordáis que al principio hemos dicho que hubo una época en la que Lotus era propiedad de General Motors? Pues bien, la marca alemana Opel -también propiedad de GM- obtuvo grandes éxitos y reconocimientos con el Omega, y delegaron en la recién adquirida Lotus el desarrollo de una versión deportiva.
Pero claro, decirle a Lotus que te mejore un poco un coche es muy arriesgado, porque lo más probable es que conviertan tu dócil y cómoda berlina en un Fórmula 1 con maletero. Y así fue. El Carlton monta un impresionante motor de 6 cilindros en línea y 3.6 litros con dos turbos Garrett y elementos reforzados como el intercooler, el cigüeñal, las bielas… o incluso unos pistones forjados. Como te puedes imaginar sus prestaciones eran impresionantes: 382 CV y 567 Nm de par, cifras que ponían en aprietos al BMW M5 de la época.
El 0 a 100 km/h se conseguía en tan solo 4,9 segundos, y así continuaba acelerando hasta los 283 km/h. ¡No olvidemos que estamos ante un Opel Omega con parachoques, llantas y alerón cambiados! Pero ya se ve que de Omega solo tiene su aspecto exterior, porque absolutamente todo en él procede casi directamente de la competición. La caja de cambios manual de seis relaciones provenía del Chevrolet Corvette ZR-1, el autoblocante trasero del Holden Commodore V8… vamos, que Lotus no escatimó a la hora de reciclar los mejores componentes de General Motors para hacer la berlina definitiva.
Ya sé que este modelo no responde a los criterios históricos típicos de Lotus -coche relativamente pequeño, no demasiado potente pero muy bajito y poco pesado-, pero es historia viva del automovilismo y uno de esos coches que crean afición. Es por ello que es uno de los mejores Lotus de la historia.
Lotus Elise, por Raúl Salinas
No tengo ninguna duda: el mejor Lotus de la historia es el Elise. Fue el renacer de la empresa en los años 90, tras años de muchas dudas sobre la viabilidad futura y sin tener claro un rumbo. El Lotus Elise llegó para convencer a los clientes de la firma británica, un coche para disfrutar de la conducción más eficaz pero también más divertida. Hoy es todo un icono de los coches ligeros.
Y ya lo dice el refrán: no multipliques la potencia, divide el peso. El Lotus Elise llegó a un mercado todavía por explotar en esa época y lo hizo no sin dificultades. Lotus estaba fuera de la Fórmula 1 y con numerosas dificultades. Colin Chapman, su fundador, había muerto en el 82 y la compañía no encontraba un rumbo estable.
Lotus fue adquirida por General Motors en 1986 y posteriormente, en 1993, fue adquirida por Romano Artioli, un empresario italiano apasionado del motor que también poseía la marca Bugatti, padre del EB110. En 1994, tras la adquisición por parte de Artioli, un equipo dirigido por Julian Thomson se ponen a trabajar en un coche sencillo, divertido y con las claves que debe tener todo Lotus: efectividad y deportividad.
La firma no se podía permitir el lujo de fallar y un coche deportivo barato pareció ser la mejor opción. El resultado fue un biplaza emocionante, con un chasis de aluminio extremadamente rígido y apenas 70 kilos de peso. Se usó un motor de cuatro cilindros de origen Rover y un diseño sencillo pero atractivo. El resultado era un coche rápido, barato, divertido y solo apto para puristas.
Su motor apenas alcanzaba los 118 CV pero apenas pesaba 720 kilos de peso, por lo que era capaz de acelerar de cero a cien en 5,8 segundos. Era un coche súper eficaz al volante y su éxito fue instantáneo. Poco a poco fueron llegando nuevas versiones y evoluciones: la cúspide de la primera generación fue el Lotus 340R, con 170 CV y 565 kilos de peso. ¡De locos!
Ah, por último, como curiosidad, el nombre del coche proviene de la nieta de Romano Artioli, llamada Elisa. ¡Lo quiero en mi garaje!
Lotus 3-Eleven, por Oriol Llardén
Siento mucho no haber probado nunca un Lotus, pero aun así tengo muy claro que es una de mis marcas favoritas, por no decir la que más. Yo siempre he sido una persona muy purista y que está muy a favor de las emociones antes que otros aspectos. El lujo tampoco me gusta demasiado… de hecho lo que más me gusta es conducir, disfrutar del placer de la conducción, y si puede ser en circuito y con un Lotus mejor que mejor.
Para mí, el Lotus 3-Eleven es la perfección. El diseño peculiar al estilo «barchetta» me flipa, y si además lo combinas en verde y amarillo como este, queda brutal. También me gusta que el diseño frontal esté tan estilizado y que, de golpe, te encuentres con ese alerón masivo en la parte trasera.
Uno de los aspectos que hay que contemplar más en deportivo no es tanto la potencia total -que también- sino principalmente la relación peso/potencia. Los ingenieros de Lotus decidieron crear un vehículo que tuviera una potencia por tonelada de unos espectaculares 500 CV. De hecho, el fabricante inglés lleva muchos años de experiencia en este sentido, y han logrado fabricar lo que se habían propuesto.
La carrocería del Lotus 3-Eleven está fabricada con materiales compuestos, que son más rígidos y ligeros que la anterior fibra de vidrio. El resultado, es la creación del modelo más rápido, costoso y divertido que hayan hecho hasta la fecha, y uno de los mejores Lotus de la historia. Todo el conjunto, pesa menos de 900 kg y es capaz de mantener la rigidez torsional pese a ser descapotable.
Monta un motor turbo V6 de 3.5 litros que es capaz de entregar 450 CV a 7.000 rpm y 450 Nm entre 3.500 y 6.500 rpm. Esta potencia, combinada con la ligereza del 3-Eleven, es capaz de catapultarlo hasta los 290 km/h y hacer el 0 a 100 en tan solo 3 segundos. Se podía equipar con una caja de cambios manual de 6 relaciones o una secuencial de 6 velocidades. Solo se produjeron 311 unidades de esta máquina, a razón de unos 120.000 euros cada una.
Vuestra elección: Lotus Exige Sport 380
Como siempre, habéis elegido uno de los mejores Lotus de la historia. Y es que realmente del Lotus Exige hay muchas versiones, pero probablemente esta sea una de las más equilibradas. Su motor V6 de 3.5 litros y origen Toyota desarrolla una potencia de 380 CV a 6.700 rpm y un par máximo de 410 Nm a 5.000 rpm. Pero claro, a todo esto no hay que olvidar que estamos ante un coche que pesa tan solo 1.076 kg, por lo que te puedes imaginar lo divertido que tiene que ser.
De hecho, tarda en pasar de 0 a 100 km/h tan solo 3,7 segundos, y marca una velocidad punta de 286 km/h. Todo esto, evidentemente, transmitido al asfalto mediante una caja de cambios manual de seis velocidades conectada únicamente al eje trasero. Vamos, lo que viene siendo la conducción más pura y auténtica que te puedas imaginar.
Para conseguir un peso tan reducido, Lotus ha recurrido a materiales muy ligeros como la fibra de carbono y el metacrilato. Sí amigos, las ventanillas no son de vidrio porque resulta muy pesado, mucho mejor el metacrilato que sirve para ahorrar un kilo. Poca cosa, pensarás. Bueno, tal vez, pero si vas ahorrando peso aquí y allá, al final te queda un deportivo con prestaciones similares a las de coches mucho más potentes que este Exige.
Lo que no es tan reducido es su precio, ya que esta versión supera los 100.000 euros. Eso sí, hay que reconocer que en comparación con otros deportivos de prestaciones similares, su precio es inferior. Sea como sea, de momento nos tendremos que conformar con mirar sus fotos…
Otros temas que te pueden interesar
- Estos son los mejores Jaguar de la historia
- Los 5 mejores Aston Martin de la historia
- Descubre los mejores Bentley de la historia
