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Los grandes olvidados #12: Nissan Sunny GTI-R

El "homologation special" de Nissan en los 90

Nissan Sunny GTI-R

Mucho ha dado que hablar en los últimos meses el nuevo Toyota GR Yaris. Y no es para menos, en los tiempos que corren no es habitual ver a una marca cuyo mercado no son los deportivos sacar poner a la venta un coche con homologación de rally. Desde luego, ha supuesto un soplo de aire revitalizador para todos a los que nos corre la gasolina por las venas, y que nos encontrábamos sumergidos en un mercado inundado de SUVs, eléctricos e híbridos. Pero hoy no estoy aquí para hablarte de eso, sino de la historia del Nissan Sunny GTI-R.

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Y es que hubo un tiempo en el que los apasionados al mundo del motor estuvieron de enhorabuena. Las campañas de marketing estaban enfocadas principalmente a la competición y las marcas usaban como argumento de venta las victorias cosechadas durante el fin de semana por su marca. Eso, unido a una reglamentación del grupo A en la que los fabricantes tenían que vender al menos 5.000 unidades del coche que fuera a competir, hizo que aparecieran en escena auténticas bestias sobre ruedas.

De aquellos maravillosos años salieron coches tan especiales que hacen que hoy miremos al pasado con nostalgia, con la sensación de que todo momento pasado fue mejor. Algunos que se te vendrán a la mente fácilmente serán los Mitsubishi Lancer Evolution, Subaru Impreza Type RA, Lancia Delta Integrale o Ford Escort RS Cosworth. Aunque hubo otros que quizás no recuerdas porque no cosecharon grandes éxitos en competición, pero cuyo homólogo de calle era una auténtica bomba. Ese es el caso del Nissan Sunny GTI-R.

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Herencia de competición

Actualmente Nissan está poco ligada a las carreras y a la competición, a excepción de la Fórmula E. Sin embargo, hubo una época en la que decir el nombre de la compañía nipona te evocaba en la mente la sensación de una gran marca de competición. Especialmente si hablamos Le Mans, la carrera de resistencia más dura del mundo donde tuvieron alta participación. De su periplo por la resistencia muchos recordarán el Nissan R90 CP que consiguió la pole en 1990.

O tal vez el más conocido por la espectacularidad de su estética sea el Nissan Nismo GT-R LM. En él se tomaba como base un GT-R R33 y se añadía un tremendo kit aerodinámico que hacía que se viera increíble. En cualquier caso, Nissan no solo tenía historia dentro de los circuitos, también la tenía en las pistas y en los rallyes. Sin temor a equivocarme, podría decir que el más recordado es el Nissan Datsun Fairlady 240Z Safari.

Nissan Sunny GTI-R

Cosechó dos victorias en el Rally Safari en los años 1971 y 1973 con absoluta solvencia. Pero es que no era la primera vez que Nissan conseguía una victoria en este Rally. Años antes lo había conseguido con el Bluebird 1600. Estaba claro que Nissan tenia ADN de carreras y de rally.  Y el Nissan Sunny GTI-R que hoy nos ocupa nació del deseo de los nipones de volver a competir y sumarse así a Toyota, Mitsubishi y Subaru como fabricante japonés en el Grupo A del mundial de rallyes.

Nissan Sunny GTI-R de producción

La gama del Sunny contaba ya con una versión picantona, que no era otra que el GTI que montaba como propulsor el SR20DE. La variante atmosférica del motor montado en los Silvia de la época rendía en el Sunny GTI unos 150 CV, que para los 1.100 kg que pesaba eran más que suficientes. Sin embargo, para poder competir en el grupo A Nissan debía lanzar algo que fuera más radical, por lo que crearon el Nissan Sunny GTI-R.

Nissan Sunny GTI-R

Este compacto atómico debía incluir la mayoría de elementos mecánicos y estéticos de la versión de rally. Hablando de la estética, el Nissan Sunny GTI-R cambiaba relativamente poco respecto al GTI. Sin embargo, eran claramente diferenciables el uno del otro. Principalmente por su frontal, que era donde se concentraban la mayoría de nuevos elementos. El más importante y visible era la enorme toma de aire instalada en el capó, que servía para tragar aire hacia el intercooler instalado encima del motor.

También se montó un nuevo paragolpes delantero más ancho y bajo, con numerosas tomas de aire y con un pequeño splitter para ayudar al coche aerodinámicamente. La vista lateral era bastante sencilla y no había cambios respecto del GTI, más allá de unos aletines plásticos en los pasos de ruedas. Mirándolo por detrás, el GTI-R podía pasar por un Sunny básico de no ser por el enorme alerón y por las siglas GTI-R. Pero lo interesante de este coche es lo que hay bajo su envoltorio.

Motor del Nissan Sunny GTI-R

Para poder competir bajo la homologación del Grupo A, el modelo de calle del que derivase el coche de competición tenía que cumplir una serie de especificaciones. No me voy a liar ahora a explicarte el reglamento del mundial de rallyes porque no me lo acabaría. No obstante, había tres especificaciones básicas para todos los modelos: motor turbo, tracción total y un máximo de 300 CV.

Nissan Sunny GTI-R

Con estas premisas Nissan creó a su monstruo de rallyes y a su homólogo de calle. El que teníamos disponible en los concesionarios montaba bajó el capó el SR20DET de los Silvia de la época. A diferencia de estos, en el Sunny iba montado transversalmente y no longitudinalmente. Gracias al empleo de un turbo Garrett T28 soplando a una sobrepresión de 0,5 bares y al gran intercooler situado sobre la tapa de balancines, el SR20DET desarrollaba 230 CV y 280 Nm de par.

Para bajar al suelo toda esta potencia desmesurada contaba con un sistema de tracción integral ATTESA. Este sistema funcionaba con un diferencial central viscoso de deslizamiento limitado. De esta forma, cuando el coche comienza a patinar, el aceite del interior se solidifica a causa de la temperatura y bloquea el eje trasero. Con todo, el Nissan Sunny GTI-R conseguía hacer el 0 a 100 km/h en tan solo 5,4 segundos y alcanzaba una potencia máxima de 232 km/h.

Homologación de rallyes

Además del usado para competir en el mundial de rallyes bajo las regulaciones del Grupo A y del Sunny GTI-R de calle, se fabricaron varias versiones tomando como base este último. Para empezar, el GTI-RA era el convencional. Posteriormente se lanzó el GTI-RB, que básicamente era una edición de homologación para Grupo el N en el cual se reducía el peso eliminando el aire acondicionado, los elevalunas eléctricos y el ABS. Además, incluía una caja de cambios con un grupo más corto, favoreciendo la aceleración frente a la velocidad punta.

Nissan Sunny GTI-R

Nismo, la división de altas prestaciones de Nissan, también le metió mano al Nissan Sunny GTI-R. Se trataba de una versión basada en el GTI-RB a la cual se le añadían piezas propias de Nismo, tales como la suspensión, una jaula antivuelco y refuerzos del chasis. Hablando del Grupo A, Nissan aumentó la potencia hasta los 300 CV e instaló una jaula y los elementos propios de un coche de rallyes. Así, el Sunny GTI-R del Grupo A debutó en la edición 39 del Rally Safari en 1991 con una digna quinta plaza.

Pero no, la historia de Nissan con el Sunny en rallyes no tiene un final feliz. Lo máximo que pudo conseguir en los dos años en los que estuvo compitiendo fue un tercer puesto en el rally de Suecia a manos de S.Blomqvist. Por una parte la culpa de ello la tuvieron sus duros y experimentados rivales de Lancia, Toyota o Mitsubishi. Pero por otra Nissan también cometió algunos errores. La decisión de situar el intercooler encima del SR20DET supuso que tuviera problemas de sobrecalentamiento y fiabilidad, quedando siempre un paso por detrás de sus rivales.

Nissan Sunny GTI-R: Un alma de rallyes olvidada

Y ahora os preguntareis qué ocurrió para que este coche se convirtiera en un completo desconocido para la gran mayoría de personas. Pues bien, el primer motivo sin duda fue el pobre rendimiento que tuvo su hermano de carreras. El hecho de participar en tan solo dos temporadas del mundial de rallyes (y además no hacerlo al completo, sino participando en citas concretas), hizo que el coche no tuviera ese caché de ganador de rallyes que sí tenían sus competidores.

Nissan Sunny GTI-R

Por otro lado, otro hecho que también ayudó a convertir a este coche en uno de los grandes olvidados fueron las bajas ventas en Europa. Tan solo se vendieron 15.000 unidades en todo el mundo. Sí, el triple de las necesarias para la homologación del Grupo A, pero es que tan solo 1.000 llegaron al viejo continente. Y además, como se puede intuir, España no fue uno de sus mejores mercados y hoy día ver uno de estos por las calles es algo insólito.

Sin duda, el coche de calle era increíble. Como en cualquier coche turbo de la época, las curvas de par y potencia eran muy puntiagudas, por lo que le gustaba subir de vueltas y deleitarte con su sonido. Tenía un muy buen chasis y las sensaciones eran muy puras. Pero claro, cuanto tienes que enfrentarte a los Lancer Evo, Impreza STI y Delta Integrale de turno la cosa está realmente complicada. Desgraciadamente el Nissan Sunny GTI-R siempre será un alma de rallyes olvidada.

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