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Los grandes olvidados #11: BMW Serie 8 E31

El super gran turismo alemán más olvidado

Historia Bmw Serie 8

Si te soy sincero, cada vez que me pongo a escribir unos párrafos para esta sección de los grandes olvidados me entra la nostalgia. Por lo general, los coches de los que hablamos aquí suelen tener características que los hacen especiales. Coches, que cuando fueron concebidos los ingenieros responsables tenían en mente crear algo nuevo, algo distinto pero que desgraciadamente no cayeron en gracia al público general por diversos motivos. En este caso, el devenir de la historia del BMW Serie 8 E31 lo ha llevado a estar hoy aquí.Suscríbete al canal de YouTube de HolyCarsA priori tenía todo para convertirse en el mejor super gran turismo alemán de la época, y realmente lo fue. Para este coche, los ingenieros alemanes elevaron sus estándares y crearon el coche más lujoso y mejor desarrollado desde el punto de vista de la ingeniería que pudieron. Sin embargo, algo más de treinta años después de su puesta en el mercado, es un desconocido y uno de los mejores deportivos de los 90. Pero, ¿cómo ha llegado un coche de su calibre a esta situación?. Repasemos la historia del BMW Serie 8 E31.

Los mejores BMW de la historia por aclamación popular

En busca de algo un poco más excitante

Para buscar los orígenes del BMW Serie 8 E31 tenemos que remontar la historia hasta principios de los años setenta. Como homenaje a la celebración de los juegos olímpicos de Múnich de 1972, la gente de BMW encargó a uno de sus diseñadores, Paul Bracq, el diseño y fabricación de un prototipo. El resultado fue el espectacular BMW Turbo. Se montaron dos prototipos sobre la base de un BMW 2002. Las principales características del Turbo eran una carrocería tipo coupé, un motor central y puertas tipo alas de gaviota. Algo inédito en BMW hasta la fecha.

Historia Bmw Serie 8

A finales de los setenta, BMW buscaba salir de su rutina de fabricar y diseñar berlinas deportivas. Quería algo excitante, emocionante, rompedor…quería algo con motor central que poder añadir a su gama. Fue entonces cuando los bávaros contactaron con los italianos de Lamborghini para crear junto a ellos su propio deportivo de motor central. Los de Sant’Agata Bolognese parecían los compañeros de baile ideales y lo más importante, ya tenían experiencia creando deportivos de motor central. El Miura y el Countach dan buen ejemplo de ello.

Todo el sector del automóvil se rendía ante tal enlace. BMW y Lamborghini unidos en perfecta sintonía para dominar el arte de la fabricación de coches deportivos. Los alemanes se encargaron del motor y componentes mecánicos. Los italianos del diseño y el ensamblaje. Pero la historia no salió como todo el mundo creía. El resultado fue el BMW M1. El coche en sí era precioso y se le presuponía un manejo y prestaciones excepcionales, pero no tuvo el rendimiento esperado en la pista y los alemanes finalizaron el proyecto en 1981 tan solo cuatro años después de haberse lanzado.

De vuelta a la zona de confort

Tras el fracaso de este proyecto, los de Múnich decidieron volver a hacer lo que mejor se les daba. Berlinas deportivas y gran turismos con diseño alemán y una ingeniería avanzada. Por aquellos entonces, BMW disponía en su gama del Serie 6 E24 como coche de altas prestaciones, pero querían algo más. Principalmente algo más deportivo, más grande, con más tecnología y destinado a devorar kilómetros por las enormes Autobahns alemanas.

Historia Bmw Serie 8

De esta forma, en 1984 se dio luz verde al desarrollo del proyecto de un nuevo coupé de lujo y altas prestaciones. Había nacido entonces la historia del BMW Serie 8 E31. En ese momento, el jefe de diseño de la compañía era Claus Luthe quien tenía en su palmarés el honor de haber diseñado el mítico BMW Serie 3 E30 entre otros. Los requisitos para este nuevo proyecto eran principalmente dos: que tuviera un coeficiente de rozamiento de 0.3 y que fuera la máquina de conducción definitiva.

Por poner en contexto la cifra de Cx, el Lamborghini Countach tenía un CX de 0.42 y el Ferrari Testarossa tan solo alcanzaba un Cx de 0.36. Para conseguirlo se hizo uso de la más avanzada ingeniería de la época. Su aerodinámica se desarrolló íntegramente en túnel de viento y todas las piezas se diseñaron, por primera vez en la historia del automóvil, empleando diseño asistido por ordenador CAD. Incluso se trabajaron los espejos retrovisores para alcanzar dicha cifra. El resultado final fue aún mejor del esperado con un 0.29 CX.

BMW Serie 8 E31 de producción

El concept Turbo de 1972 no resultó ser un simple ejercicio de diseño en BMW. Sirvió para dar forma a las líneas del M1 de producción. Pero además, la historia del Turbo se entrelaza con la del BMW Serie 8 E31 inspirando las formas y aspecto final de este. El frontal del E31 es tremendamente largo y afilado. Los dos riñones característicos que conforman la parrilla de los modelos de la marca bávara van incrustados en una joroba que se inicia en el paragolpes y se extiende por el inmenso capó. Calcando lo visto en el concept Turbo.

Historia Bmw Serie 8

Los faros escamoteables también tomaban inspiración del concept Turbo. Visto por el lateral, el E31 presenta un diseño suave y elegante. Interrumpido únicamente por las aletas que salen hacia fuera para cubrir las grandes ruedas. Se prescindió del pilar B, y se utilizaron ventanillas sin marco, lo que hace que la vista lateral se vea impresionante. Como te he dicho antes hasta los espejos se trabajaron para mejorar la aerodinámica, que presentan una forma afilada.

La zaga, al igual que el resto del coche es imponente. Los grandes pilotos traseros horizontales ayudan a generar sensación de robustez y se encuentran abrazando la placa de matrícula. Las cuatro salidas de escape agregan deportividad al conjunto pero sin romper la armonía del diseño. Todas las líneas del coche fluyen suavemente desde el frontal hasta la trasera. El BMW Serie 8 E31 es toda una obra de diseño e ingeniería alemana que incluso hoy día sigue viéndose espectacular.

Interior del BMW Serie 8 E31

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Si veíamos que el exterior era toda una oda a la elegancia y deportividad, el interior lo era al lujo y el confort. El coche debía de ser la máquina de conducción óptima y por ende el interior y el puesto de conducción así lo tenía que reflejar. Toda la cabina estaba orientada hacia el conductor. Como no podía ser de otra forma, los materiales empleados en el interior arrojan una sensación de lujo a la alemana. Sin estridencias, sin cosas excesivamente complicadas pero con una calidad altísima.

El despliegue tecnológico que ofrecía este coche era tremendamente avanzado para la época. A nivel de confort el Serie 8 contaba con columna de dirección ajustable eléctricamente, retrovisores electrocrómicos, control de crucero y sistema de control de presión de neumáticos. Por no hablar de su sistema de filtrado de aire, que era capaz eliminar cualquier bacteria o partícula del habitáculo por pequeña que fuera. Pero es que a nivel de asistencia mecánica no se quedaba atrás.

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Motores del BMW Serie 8 E31

Incorporaba por primera vez en un vehículo un sistema de control dinámico de estabilidad y la dureza de la dirección se ajustaba automáticamente con la velocidad. Incluso las ruedas traseras eran direccionables. Si, todo eso en un coche que salió al mercado en 1989. A nivel de propulsores BMW no quería quedarse corto. Existieron dos motorizaciones principales que evolucionaron en las diferentes variantes. Salió al mercado con un 5.0 litros V12 con 300 CV, el comúnmente conocido como 850i.

Más tarde se introdujo una versión de acceso compuesta por un 4.0 litros V8 de 286 CV, este era el 840i. Las siglas 850Ci significaban que el 5.0 litros pasaba a tener 5.4 litros y 322 CV. Lo mismo ocurrió con el V8, que tras añadirle el apodo Ci, cubicaba 4.4 litros pero en este caso los caballos se mantenian. BMW no llegó nunca a lanzar una versión M del Serie 8 (aunque fabricó varios prototipos). En cambio, nos puso la miel en los labios con el 850CSi en el que el V12 alcanzaba los 5.6 litros y los 375 CV.

Historia Bmw Serie 8

De los prototipos del M8 poco se sabe, aunque sí es conocido que se iba a montar una versión afinada del V12 de 5.6 litros que montaba el 850CSi alcanzando los 550 CV. Eso si hubiera sido la máquina definitiva para conducir, pero finalmente BMW pensó que no había mercado para este coche. Aunque bueno, para deleite de todos los aficionados al automovilismo, ese mismo V12 sería quien daría vida al legendario McLaren F1. En el tintero también se quedó el 830i, una versión de acceso en la que se iba a usar el V8 de 3.0 litros del 530i y del 730i.

BMW Serie 8 E31: Un gran coche olvidado por muchos

La historia del BMW Serie 8 E31 comenzó su andadura por los concesionarios en 1989 y terminó en 1999. En los diez años que estuvo a la venta no consiguió ser un éxito en ventas, ni tan siquiera cubrió las expectativas que los alemanes habían puesto en él. Sin embargo, sí que sirvió como cuna para el desarrollo de numerosas tecnologías que posteriormente veríamos en el resto de la gama. Incluso llegaría a influir en muchos modelos de la competencia.

Historia Bmw Serie 8

El E31 fue un coche que enamoró a la gente en la época, especialmente a quienes tenían la oportunidad de probarlo por su confort y su tecnología innovadora. Sin embargo, adolecía de ausencia de carácter dinámico o puramente deportivo lo que hacía que muchos clientes potenciales se decantasen por alguno de sus rivales como el Mercedes SL o el Porsche 928. También influyó en sus bajas ventas los problemas de fiabilidad derivados de su imponente motor V12. En cualquier caso, cuando BMW relanzó la denominación Serie 8 el año pasado poca gente se acordaba de este su antepasado.

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