¿Habéis oído hablar del Ferrari de policía? No es ninguna leyenda, pero sí que su historia es interesante, pese a no estar entre los mejores Ferrari de la historia. Viendo este coche, parece claro que lo más sensato que podría hacer cualquier persona italiana en los años 60 era hacerse policía, os explico el porqué. Resulta que, en aquella época, la policía utilizaba vehículos Alfa Romeo para patrullar y dar caza a los que no se comportaban como es debido. El problema es que los criminales de esos años tenían cada vez más poder y eran capaces de conseguir cada vez coches mejores y más rápidos que los Alfa Romeo 1900 y 1600 que utilizaba la policía.
El oficial de policía Armando Spatafora, como era muy listo y un tío práctico, decidió que era fundamental adquirir un Ferrari de policía para poder alcanzar a los criminales y así lo hizo. La marca le invitó para dar un curso de conducción avanzado donde aprendería nuevas técnicas de pilotaje para facilitar la tarea. Allí fue donde conoció al nuevo vehículo para el cuerpo de la policía, el Ferrari 250 GTE 2+2 de policía.
El modelo en cuestión, era un Ferrari de pura cepa, pese a tener un planteamiento más de tipo GT, con dos pequeñas plazas en la parte trasera. No tengo duda que para los policías italianos de aquella época tenía que ser todo un honor poder hacer tu trabajo en uno de los vehículos más deseados del mundo. De hecho, a mí me gusta más incluso que el Aston Martin DB5. El Ferrari 250 GTE se presentó en las 24 Horas de Le Mans en el año 1960 donde también sirvió para hacer de ‘safety car’ durante la prueba.
¿Un Ferrari de policía para pillar al dueño de este Mclaren?
Los ingredientes eran puramente italianos y característicos de Ferrari en aquella época. Contaba con un chasis de largueros y travesaños, un motor de 3 litros gasolina V12 atmosférico en posición delantera que rugía de escándalo. Además, el diseño de la carrocería fue encargada al maestro Pininfarina. Con una potencia aproximada de unos 250 CV, este bólido además de bello y elegante era capaz de alcanzar velocidades máximas superiores a 250 km/h, una cifra alta incluso para nuestros días.
Está claro que un Ferrari de policía es una compra cuya popularidad puede depender mucho de cuál sea su fin. Este Ferrari 250 GTE tenía una función clara: poder atrapar a cualquier tipo de criminal. Hoy en día, los Lamborghini de la Policía Italiana se utilizan para fines como el transplante de órganos. Sea cual sea su función, lo que está claro es que estamos ante uno de los coches de policía más interesantes de la historia. ¡Y ahora puede terminar en tu garaje!
Fotos y anuncio: Girardo & Co.
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Soy un gran apasionado y quemado del motor desde que nací, ¡como vosotros vaya!