Hoy traemos 5 cosas buenas del Peugeot 2008 y una mala. El pequeño SUV de la marca del león es un coche que entra por los ojos. Es muy bonito y además su calidad de fabricación es muy alta. Está un peldaño por encima del resto de marcas generalistas sin llegar a ser premium. Con estas credenciales está claro que estamos ante un coche que tiene madera de superventas. A mí personalmente me encanta, ¿y a ti?
Nosotros hemos tenido la suerte de disfrutarlo en la prueba del Peugeot 2008 GT Line PureTech 130 CV y gracias a ella podemos sacar conclusiones sobre lo que nos ofrece. Sin duda el pequeño de los modelos SUV de Peugeot llega pisando fuerte para ponérselo muy difícil a los rivales del Peugeot 2008. ¿Quién ganará la batalla? Mientras tanto vamos a poner sobre la mesa 5 cosas buenas del Peugeot 2008 y una mala.
5 cosas buenas del Peugeot 2008 y una mala
Diseño
Si hay algo que puede marcar la compra de un vehículo es su imagen. Es muy importante y en Peugeot lo saben. El diseño del Peugeot 2008 es espectacular. Sus luces LED delanteras en forma de colmillo o las traseras que imitan un zarpazo son buena señal de ello. Además su lateral, con una forma rara muy aerodinámica y el capó delantero con líneas angulosas y musculosas completan un conjunto muy vistoso que está claro que se lo pondrá muy difícil a los rivales del Peugeot 2008.
Tubos de escape reales
Por desgracia, los diseños a los que nos están habituando las marcas eliminan los tubos de escape reales. Esto se traduce en adornos cromados o no que simulan salidas de escape de tamaños normalmente desproporcionados. Una moda que en HolyCars no nos gusta y por eso aplaudimos la decisión de la marca francesa de equipar a este pequeño SUV con dos salidas de escape reales. Bueno, son embellecedores, pero en su interior se alojan los tubos reales. Es decir, el humo sale por ahí.
Isofix
El anclaje Isofix es un extra imprescindible que incorporan casi todos los coches. Estamos acostumbrados a verlo o muy a la vista en los asientos o muy escondido. Ambos casos tienen sus pros y sus contras pero el Peugeot 2008 ha sabido combinar los beneficios de las dos opciones. Los anclajes Isofix se encuentran ocultos tras una cremallera de fácil acceso. Por tanto si los queremos usar no nos costará ningún trabajo acceder a ellos, pero si no los usamos quedarán ocultos.
Huecos enormes
Los huecos en el habitáculo de los coches son muy valiosos. Cuantos más mejor, y cuanto más grandes también. En este caso tenemos la suerte de contar con multitud de huecos. Destacan por encima del resto uno situado en la consola central, que está ligeramente escondido, y la guantera. Parece mentira que un coche en teoría pequeño pueda tener una guantera de fondo infinito. Muy bien por el Peugeot.
Línea luminosa LED
Últimamente es bastante habitual que los coches cuenten con iluminación ambiental. Tanto es así que mucha gente opta por instalarla a posteriori si su coche no dispone de ella de serie. El problema está cuando estas luces son molestas, que os puedo asegurar que las hay. No es este el caso. Y por eso una de las cosas buenas del Peugeot 2008 es su línea luminosa LED que nos envuelve desde puerta a puerta pasando por el salpicadero. Unas luces cálidas y agradables.
¿Lo malo? Sus estridentes avisos sonoros
Está bien que un coche nos avise cuando existe algún riesgo. Un cambio involuntario de carril, unas luces encendidas al bajarnos del coche o un pasajero sin cinturón de seguridad son motivo de un aviso sonoro. Normalmente son avisos sutiles que pueden ir siendo cada vez más fuertes si hacemos caso omiso. En este caso, Peugeot se ha olvidado de la sutileza. Sus sonidos son estridentes hasta llegar a un nivel bastante desproporcionado. Estoy seguro que si abres la puerta con el motor en marcha se te quitarán las ganas de volver a hacerlo.
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Siendo niño devoraba las revistas de coches que mi padre compraba cada semana. No podía imaginar que con los años tendría la oportunidad y el privilegio de escribir sobre ellos. Profesionalmente he cogido muchas curvas que he trazado de forma firme, asumiendo riesgos que me han llevado a metas insospechadas. ¿Quién dijo miedo?