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¿Cómo funciona un coche de gas?

Más barato. Más limpio. Más todo.

como funciona un coche de gas

Los coches están cambiando, eso es algo innegable. Cada vez hay más modelos propulsados por combustibles alternativos, y la electricidad ya está muy presente en la industria. Sin embargo, hoy te voy a explicar cómo funciona un coche de gas. Al fin y al cabo se trata de un vehículo híbrido… pero con gas en vez de electricidad. Un coche de Gas Natural o coche de GNC. ¿Sabes de qué te estoy hablando o no tienes ni idea?Suscríbete al canal de YouTube de HolyCarsPara intentar explicártelo he tomado como ejemplo un Seat Ibiza TGI. O GNC, CNG, o como le quieras llamar. Una alternativa que también es eco-lógica y eco-nómica. Pero lamentablemente, los coches de gas todavía son un poco desconocidos. Así que voy a intentar resolverte todas las dudas posibles sobre este tipo de coches y de combustibles. Si lo prefieres, también hay otras soluciones de movilidad para ciudad como el patinete eléctrico de Seat.

Al grano: ¿cómo funciona un coche de gas?

Supongo que sabrás que los Seat diésel son TDI, y los de gasolina TSI. Pues los de gas natural son TGI. Debes saber también que hay otros coches que utilizan GLP, que es gas licuado de petróleo. Las diferencias entre GLP y GNC son pocas, pero las hay. Y creo conveniente explicarlas, así que ahí van:

  • El GLP proviene del petróleo, mientras que el GNC es, en gran medida, el mismo gas natural que se usa en las cocinas o en las calefacciones. Así que lo más lógico es que a largo plazo sobreviva mejor el GNC.
  • Un coche funcionando con GNC gasta mucho menos que haciéndolo con gasolina, mientras que uno consumiendo GLP gasta un poco más que utilizando gasolina.
  • El GNC genera una ligerísima pérdida de potencia. Por su parte, el GLP entrega más o menos los mismos CV. De todas formas, para notar esto has de afinar mucho.
  • La duración del motor se incrementa en aproximadamente al doble de vida útil con cualquiera de los dos gases. ¿Por qué? Pues por el menor desgaste de la mecánica interna del propulsor.

El consumo de un coche de gas

Para empezar, el consumo del Seat Ibiza TGI es de 3,8 kg/100km de media circulando en modo de gas. Es una cifra realista, aunque es algo más alto, pero rara vez se va por encima de los 4,5 kg/100km. Teniendo en cuenta que el precio actual del gas en España ronda los 90 y pocos céntimos el kg, sale muy a cuenta.

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Este Ibiza puede almacenar 13,8 kg de gas, lo que se traduce en una autonomía de aproximadamente 400 km, dependiendo del tipo de conducción. Para recargarlo basta con hacer una operación similar a la de repostar gasolina. Vas al surtidor, pagas, coges la manguera, la enchufas en la toma de gas (ya que hay dos, una para el gas y otra para la gasolina) y le das al botón para empezar y para terminar. Y voilà. En resumidas cuentas, con hacer algo menos de 20.000 km al año ya te saldría rentable tener un coche de gas… y eso sin contar los beneficios que supone tener la etiqueta ECO.

La preciada etiqueta ECO

El precio de este coche comienza en unos 15.000 euros en su acabado más básico, y eso sin contar posibles descuentos. Este en concreto, con el acabado Excellence, uno de los topes de gama, sale más o menos en 18.000 euros. Es una muy buena tarifa para uno de los coches con etiqueta ECO, ya que te permite utilizar todas las ventajas asociadas a los coches ecológicos.

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Pero, ¿cómo funciona un coche de gas en la ciudad? Por ejemplo, tanto en Madrid como en Barcelona  podrás acceder al centro en los días de más contaminación. Además, obtendrás importantes rebajas en el aparcamiento en zonas azul, verde y de todo tipo de colores, en el impuesto de circulación y de matriculación, podrás circular por los carriles BUS-VAO y quitarte de encima los atascos… ¿La verdad? Me parece un chollo, es muy interesante.

Genial: ahora explícame cómo recargar un coche de gas

Ahora viene la parte oscura, al menos de momento: recargar un coche de gas. Si vives en España, la compra de un coche de gas natural solo cobra sentido si tienes una estación de servicio en la que puedas recargar cerca de casa. Esto significa, ahora mismo, estar en Madrid o en Barcelona. En el resto del país hay algunas ‘gasineras’ fuera de estas dos grandes urbes, pero muy pocas.

Entre Madrid y Barcelona hay más de 30, y en total, en España, existen poco más de 100. Por lo tanto, o tienes la suerte de contar con una ‘gasinera’ cerca de casa, o al final circularás siempre con gasolina. Además, esto te obliga a planificar el viaje a la hora de desplazarte con tu coche en vacaciones. Comprar un coche de GNC es una idea estupenda. De verdad, creo sinceramente en esta tecnología. Pero hace falta una red de carga mucho más extensa.

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¿Cuál es su autonomía?

Y al hilo del punto anterior viene este, que no es otro que la autonomía de un coche de gas. Veo una pega que, por defecto, el coche consuma gas. No es algo que puedas elegir tú. Es decir, hasta que no se acabe el depósito de gas natural comprimido no será posible hacer que el motor ‘tire’ de la gasolina.

Esto no pasa en todos los coches de GLP, el otro tipo de gas. Por lo tanto, volvemos a lo mismo: más te vale tener una ‘gasinera’ cerca si no quieres que el uso de este coche sea igual al de uno de gasolina. Además, el depósito de gasolina te da para recorrer tan solo algo más de 100 km.

Conclusión: ¿merece la pena un coche de gas?

Los coches híbridos me parecen una solución genial, tanto a la contaminación como en lo relativo al bolsillo. Una transición muy lógica hacia los coches eléctricos al 100%. Y considero que los coches de gas o GNC son más lógicos que los híbridos electrificados. Al fin y al cabo, funcionan igual que uno de gasolina, y son más baratos de mantener. ¿Lo único que hace falta? Una red de carga mayor. Así que por favor, a quien corresponda, ¡que se ponga las pilas!

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