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Prototipos que molan #4: Cadillac Sixteen

La típica berlina de más de 1.000 CV y un motor de dieciséis cilindros en V.

Cadillac Sixteen

Allá por el año 2003 se presentó el Cadillac Sixteen, un prototipo de berlina premium muy americana… o lo que es lo mismo, desproporcionada la mirases por donde la mirases. Sus dimensiones eran exageradamente grandes, como también lo era su motor o su potencia. Eso sí, al menos su diseño sirvió a la marca como punto de partida para crear posteriormente modelos como los CTS o STS.

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En el apartado estético todo lo que ves es muy típico en una berlina de principios de los 2000. Formas muy limpias sin apenas líneas de tensión y un capó imponente que no se acaba nunca. Los faros delanteros tenían un diseño completamente vertical y estaban situados en los extremos del frontal, incrementando así una sensación de anchura que ya se veía reforzada de por sí gracias a la enorme parrilla delantera cromada.

Visto por su parte lateral destacan unas llantas de tamaño desproporcionado, unas branquias situadas junto a la rueda delantera con la inscripción del modelo y unas formas muy suaves que daban paso a una cintura muy alta y unas ventanillas muy pequeñas. Finalmente, por detrás se repetía la misma fórmula que en la parte frontal y los faros estaban situados en los extremos en disposición vertical. Además, en su parte inferior destacaban las cuatro salidas de escape.

Cadillac Sixteen

El Cadillac Sixteen tenía un motor digno de Bugatti Veyron

Hay que tener en cuenta que el Cadillac Sixteen era un coche muy grande y pesado, por lo que le hacía falta montar un motor potente. Pero tal vez se les fue un poco la mano con este tema. Concretamente medía 5,67 metros de largo, 2,02 de ancho y 1,39 de alto (era una berlina realmente bajita), pero su peso era de 2.270 kg.

Sí, la gran cantidad de chapa era en parte responsable de peso tan elevado, pero la carrocería era de aluminio por lo que el causante principal era un enorme motor de dieciséis cilindros en V que resultaba más eficiente de lo que podría parecer. Estos son sus datos principales: con una cilindrada de 13.584 cc (sí, sí, 13.6 litros y no es un motor de avión) el motor era capaz de generar una potencia de 1.014 CV y un par de 1.356 Nm.

Cadillac Sixteen

Y ahora viene lo mejor: Cadillac consiguió homologar un consumo de 16,65 millas por galón, o lo que es lo mismo 14,1 litros cada 100 kilómetros. ¿Cómo puede ser? Pues porque el Sixteen montaba un motor modular, o para que nos entendamos un propulsor formado por la unión de diversos propulsores. Con ello se consigue que el motor pueda funcionar con cuatro, ocho o dieciséis cilindros, de forma que si la carga del acelerador no era demasiado elevada se podían obtener consumos «contenidos».

La marca demostró que en un viaje de Detroit a California era posible circular un 65% del trayecto con ocho cilindros, un 30% con cuatro y un 5% con dieciséis. Claro, así puede conseguir un consumo contenido cualquiera, pero ya me gustaría ver cuál es la cifra real en un circuito o una carretera en la que el motor funcione siempre con los 16 cilindros. Bueno, de hecho no sé si quiero saberlo.

Cadillac Sixteen

Lujo a raudales… pero a fin de cuentas un prototipo

Cadillac no llegó a comercializar nunca el Sixteen, un modelo que le sirvió más bien para sacar pecho y para homenajear al Fleetwood de 1930, el primer motor de la marca en contar con un motor de 16 cilindros. Y no diré exactamente que es una lástima que no se vendiera porque era una absoluta locura… pero bueno, también lo era el Bugatti Veyron y ahí lo tienes.

Antes no os he hablado del interior del Cadillac Sixteen, pero al ser un prototipo lo cierto es que no hay mucho que comentar porque todo es muy minimalista y espartano. Materiales lujosos como la madera o el cuero, el logotipo de la marca tallado en cristal en el volante, un reloj Bulgari en el centro del salpicadero… lo típico, ¿verdad?

Cadillac Sixteen

Sin duda, el Cadillac Sixteen es uno de esos prototipos que molan. Porque tiene un diseño elegante y deportivo y porque es una ida de olla absoluta. Si a alguien se le podría haber ocurrido meter un motor V16 con 32 válvulas, más de 1.000 CV de potencia y 1.356 Nm de par a una berlina, es a los americanos. Y oye, no tendrá ningún sentido y menos hoy en día… pero nos encanta.

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