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Los grandes olvidados #2: Audi A2

Repasamos la historia del Audi A2, un coche incomprendido que no acabó de triunfar pese a disponer de una carrocería de aluminio, una aerodinámica muy trabajada y mucha tecnología.

El otro día os hablaba del Renault Avantime como uno de los mejores ejemplos de un coche que llegó al mercado antes de tiempo, como así reza hasta su propio nombre. Pues bien, el Audi A2 que nos ocupa hoy comparte con el modelo francés esa llegada muy anticipada al mercado. Y a todo esto se le suma una gran incomprensión por parte del público de lo que realmente fue un despliegue tecnológico sin precedentes, y un uso de tecnologías que incluso hoy en día, 20 años después, siguen sonrojando a muchas otras marcas. ¿Te animas a conocer su historia?

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Corría el año 1997 cuando Mercedes-Benz presentó el Clase A. Se trataba de un monovolumen pequeño, del segmento B, que lamentablemente se hizo famoso por su vuelco en la famosa prueba del alce. A pesar de todo, ese gran fallo en la seguridad del Clase A llevó a la marca a introducir por primera vez el control de estabilidad en el segmento, y una vez solventada la «crisis del alce» Mercedes pudo vender con éxito su pequeño monovolumen. No olvidemos que en poco más de 3,5 metros ofrecía una gran distancia entre ejes (lo cual mejoraba la habitabilidad interior) y un maletero de 390 litros.

Audi A2

Pero ante esta ofensiva de la marca de la estrella, Audi no pudo (ni quiso) quedarse de brazos cruzados. Y si el Clase A representaba toda una revolución -hasta entonces las marcas premium no acostumbraban a coquetear con estos segmentos- las innovaciones de Audi dejaban al Mercedes como un modelo conservador.

Un nuevo modelo muy, muy aerodinámico

Audi A2

La respuesta de la marca de los cuatro aros se llamaba Audi A2. Un modelo en el cual estaba cuidado hasta el más mínimo detalle. Para empezar, vamos a lo que se ve a simple vista. El diseño del Audi A2 puede gustar más o menos, pero no está hecho así «por gusto». Responde al tipo de diseño Kammback, que intenta emular la forma de una lágrima, uno de los elementos más aerodinámicos que existen. Incluso el capó estaba atornillado y su parrilla frontal estaba cerrada, para mejorar la resistencia aerodinámica y dar acceso a los elementos más fundamentales de mantenimiento que se suelen realizar en el día a día, como consultar el nivel de aceite y rellenar los líquidos.

El resultado de toda esta ingeniería fue muy bueno, ya que el Audi A2 consiguió un coeficiente aerodinámico de 0,24, una cifra absolutamente increíble en su época para un modelo de ese tamaño y que aún hoy en día es muy competitiva. De hecho, esa parte trasera es muy parecida a la de la anterior generación del Toyota Prius, así que el A2 no ha sido el único modelo que ha apostado por el diseño Kammback.

Audi A2

Máximo contenido en el mínimo continente

Si alguien se piensa que por tener ese diseño tan eficiente la habitabilidad se iba a ver perjudicada, se equivoca. El interior del Audi A2 ofrecía hasta 5 plazas y un espacio más que aceptable para 4 ocupantes (el quinto viajaba más estrecho), con un maletero de 390 litros. Es la misma capacidad que el Clase A, y aunque el A2 era un poco más largo (3,83 m de longitud) su diseño era mucho más aerodinámico.

Audi A2

Lo mejor que podemos hacer para ilustrar su enorme practicidad es comparar su longitud con algunos modelos actuales. Un Mini actual de tres puertas mide 3,82 m, tiene cuatro plazas y un maletero de 211 litros. El actual Audi A1, el modelo más pequeño de la marca, mide 4,02 m y su maletero es de 335 litros. De hecho, hoy en día uno de los modelos utilitarios más cortos y con el maletero más parecido al del A2 es el Suzuki Baleno, que se conforma con 3,99 m de longitud pero cubica 355 litros. ¡16 cm más y 35 litros menos! No hay duda, incluso hoy en día es todo un logro casi insuperable. Vale, el Fiat Multipla medía 3,99 m y ofrecía 6 plazas individuales y un maletero de 430 litros, pero este coche da para un capítulo aparte.

A la vanguardia de la técnica

Está claro que su diseño era muy aerodinámico y su espacio prodigioso. Pero hay mucho más. Para empezar, Audi quiso reducir los consumos del A2 a la mínima expresión y aunque el diseño ayudaba, no lo era todo. Por eso optó por una solución tan atrevida como sorprendente: fabricarlo en aluminio. En efecto, chasis y carrocería estaban fabricados en este ligero material, gracias al cual veía reducido su peso notablemente con respecto a un chasis de acero, pero también aumentaba su coste.

Audi A2

Ya tenemos un peso reducido -inferior a 1.000 kg y en algún caso inferior a 900- y una resistencia al aire muy baja. Ahora solo falta introducir un motor eficiente. Pues bien, la gama contó con el motor de gasolina 1.4 de 75 CV y 1.6 de 110, así como de los diésel 1.4 TDI de 75 y 90 CV. Lo interesante de este último motor es que, nuevamente, era revolucionario por introducir un concepto inédito: el de un motor diésel de tres cilindros. En su versión de 75 CV el consumo homologado bajó hasta los 4,3 litros… pero Audi quería más.

Audi A2
A2 1.2 TDI

Y para conseguirlo, la marca optó por introducir el 1.2 TDI de 61 CV que ya habíamos visto en el Volkswagen Lupo 3L y el Arosa 3L. De hecho, el principio era muy similar: una aerodinámica muy cuidada, un bloque motor y chasis muy ligeros, cambio automático secuencial, modo ECO y sistema start-stop. El resultado fue el esperado, conseguir un consumo homologado de 3 litros/100 km. Lo mejor de este modelo es que sus consumos reales, aunque fueran un poco mayores que los de la homologación, no estaban tan lejos de esa cifra. ¿Alquien me puede decir un modelo que 20 años más tarde homologue esas cifras sin recurrir a la hibridación?

Audi A2: lujo y tecnología al alcance de pocos

El Audi A2 no se conformó con recurrir a innovaciones técnicas en su fabricación, sino que también introdujo equipamiento de segmentos superiores en un «simple» vehículo utilitario. En primer lugar, equipaba de serie elementos de seguridad que hoy en día son imprescindibles, pero que en el año 1999 estaban reservados a los modelos más lujosos. Estamos hablando del ABS, el EBD, el TCS, el ESP o los airbags delanteros y laterales. Incluso ofrecía los de cortina de forma opcional.

Audi A2

Por otra parte, la marca optó por introducir elementos de lujo como el climatizador automático o el techo solar panorámico practicable Open Sky System. Un innovador sistema que permitía disponer de un techo panorámico enorme al cual se le sumaba la posibilidad de abrirse en dos láminas.

Pero claro, tanta tecnología e innovación tenía su precio. Y no era nada económico. Al cambio, sería el equivalente actual a unos 18.000 euros para la versión de acceso. Igual ahora nos resulta «barato», pero en la época era muy caro -eso demuestra cómo han aumentado de precio los coches-. Y lo más importante, con respecto al Clase A el precio era más caro, el concepto se entendía menos y el diseño no acabó de cuajar.

Audi A2

Así pues, el Audi A2 protagoniza la segunda entrega de los grandes olvidados porque, pese a su innovador concepto y sus prodigiosas tecnologías, no fue capaz de convencer a la gente y fue retirado del mercado en el año 2005. Lo bueno es que si te quieres hacer con una unidad, en el mercado de segunda mano su precio ronda los 3.500 euros. ¡Todo un incomprendido a precio de derribo!

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